Hola a todos,
Organizamos nuestro viaje a México de forma tal que estuviésemos en Ciudad de México para la celebración del Día de Muertos, algo que siempre había querido ver y vivir. Desde que empezó el recorrido por el país, por todos lados vimos los típicos altares y decoraciones de esta celebración porque, aunque se lleva a cabo en los días 1 y 2 de noviembre, durante el mes de octubre está todo decorado.
El Día de Muertos es una celebración que honra a los muertos y coincide con la celebración católica del Día de los Fieles Difuntos. Tiene sus orígenes antes de la llegada de los españoles. Dichos orígenes, se remontan a la época de los indígenas de Mesoamérica, como los Aztecas y los Mayas. Los rituales que celebran la vida de los ancestros fueron realizados por estas civilizaciones durante miles de años. Una práctica común era conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales de muerte y renacimiento.
El festival que se convirtió en Día de Muertos en México caía el noveno mes del calendario solar azteca, que era por inicios de agosto y se celebraba un mes completo.
Cuando los españoles llegaron a América, estaban asustados por estas prácticas “paganas” de los indígenas y para intentar convertirlos al catolicismo, movieron las festividades a inicios de noviembre para que coincidieran con el Día de Todos los Santos que es un día después de Halloween.
Algo que me encanta es que el Día de Muertos se celebra con alegría. Es una manera linda de honrar a los que ya no están sin sentir tristeza por su partida, una manera de pensar y creer que hay un momento en el año en que vuelven a visitarnos y las familias, de vivos y muertos, vuelven a reunirse. También es una forma de no temer a la muerte.
Durante los días de la celebración, se puede ver a la gente con la cara maquillada y por todos lados hay puesticos donde te maquillan. Los hombres normalmente se hacen el maquillaje de calavera y las mujeres de Catrina.
Las festividades del Día de Muertos eran presididas por el dios Mictecacihualt, conocido como “La Dama de la Muerte” y que actualmente se corresponde con el nombre “Catrina”.
San Andrés Mixquic es un pueblo muy famoso por la celebración del Día de Muertos y nos organizamos para ir por la mañana a Xochimilco y luego a Mixquic. Ciudad de México es hiper grande y por lo general, hay que tomar varios transportes públicos para llegar a los sitios. Para ir a Xochimilco, agarramos un metro y luego un tren; luego, agarramos dos autobuses para llegar a Mixquic.
Al llegar lo que ves es un mar de gente; en su mayoría locales. Hay infinidad de puesticos de comida chatarra: papas fritas, alitas de pollo, perritos, corndogs, elotes, etc. Hay mucho movimiento de gente y una locura de músicas distintas sonando por todos lados. También hay muchísimas decoraciones y están todos tomándose fotos.
Yo estaba encantada metida en aquella locura de gente. Me maquillé de Catrina y fuimos probando un poco de toda la comida. Luego nos pusimos en la cola para ver el cementerio de Mixquic, lo vimos por fuera y luego entramos. ¡Eso sí que era una auténtica locura!
En el cementerio era una mezcla de las bandas de música, los locales que están junto a las tumbas de sus seres queridos, los locales que van a visitar por turismo y los turistas extranjeros que estamos de visita. Muchísima gente y muchísimo ruido. Yo pienso en la gente que estaba allí visitando las tumbas de sus familiares y creo que sería mejor cerrar el cementerio a la gente externa y así dejar que los que están visitando a sus familiares, lo hagan en paz.
Luego empezó a llover y a las 6 de la tarde ya era hora de ver cómo nos íbamos al hotel. El regreso fue otra locura que ya les contaré en otro momento. En total, fue un día fabuloso de mucha gente, mucho ajetreo y muchas risas, y también de miedo por lo que nos tocó pasar en el regreso.
Creo que la celebración del Día de Muertos es algo muy lindo que vale la pena vivir.
Aquí les dejo el enlace a mi video de Youtube por si quieren ver mejor cómo fue nuestro paso por Ciudad de México durante la celebración del Día de Muertos.