Hola a todos,
Hoy quiero hablarles un poco de cómo llevar una vida sana simplemente teniendo sentido común.
Cuando tenía 17 años, época en la que entraba a la universidad, decidí que era el momento de empezar a “hacer dieta”. Era el momento de dejar de comer pasta cada vez que quisiera, de tomarme mi malta con cada comida, de merendar galletas y de enfocarme 100% a comer sano.
Nunca fui gorda y siempre hice deporte desde pequeña, cuando no era el tenis era la natación, sino el spinning y así. Pero era consciente de que no iba a tener siempre el metabolismo de niña.
Mejoré mi alimentación. Ya la pasta era para una vez a la semana y en las cenas siempre comía ensalada. Imagínense el shock emocional para mi papá cuando decía que iba a hacer una pasta para cenar y yo le decía que me iba a comer una ensalada con atún. Como buen italiano, eso le dolía en el alma. Mi mamá también empezó a preocuparse y a verme “demasiado flaca”.
No necesité nunca a nadie que me hiciera una dieta ni que me dijera cómo comer, porque me parecía algo obvio. Cambié las fritangas por la plancha, los carbohidratos por las verduras y las chucherías por la fruta, así de simple. Además, me hice amante del té verde y de todas aquellas cosas con propiedades “antioxidantes”.
Como me movía en un ambiente de gimnasios y de gente deportista, no era una cosa rara. Estaba rodeada de gente que no fumaba, consumía poco alcohol y se cuidaba.
Cuando fui a vivir a España, el primer shock fue que los profesores del gimnasio o estaban gordos, o eran horribles, o fumaban, o todas las anteriores. Una va al gimnasio a ver lo que uno quiere ser, o al menos yo. Se supone que el profesor del gimnasio es tu modelo a seguir, tu modelo de perfección física, por decirlo de alguna manera. Si yo voy al gimnasio y el que me da la clase es un gordo horrible, no vuelvo nunca más.
Me encontré con hábitos o creencias alimenticias fundadas en la ignorancia y que incluso los mismos médicos te mandan a comer cosas que no son para nada saludables.
La gente hace atrocidades como comer solo acelgas durante un mes, vivir solo con sobres y polvos que sustituyen las comidas, no desayunar, no cenar, etc. Con lo fácil que es comer sano y balanceado.
Me enteré de que cuando una persona estaba mal del estómago o había tenido diarrea, el médico mandaba a comer pavo embutido ¿En serio? Cuando un médico normal lo que te mandaría a comer es arroz blanco o verdura hervida, allí te mandan a comer pavo embutido que es básicamente una bomba de químicos, conservantes y sodio. Si esto lo hacen los médicos, es normal que el resto de las personas estén tan equivocadas con sus hábitos alimenticios.
Luego están los deportistas que no llevan vida de deportistas. Por ejemplo, los compañeros del grupo de triatlón de Diego, lo único que tienen de deportistas es que hacen un entrenamiento determinado, de resto, ni alimentación ni vida sana, todo lo contrario. Ves a aquellos hombres con unos barrigones y unas piernas que dan lástima.
Un amigo me dijo una vez que “daba igual lo que comiera si luego lo quemaba haciendo deporte”. Un cuerpo en forma es 30% de ejercicio y 70% de alimentación y si te la pasas comiendo porquerías y más de lo que debes, da igual el ejercicio que hagas, no vas a mejorar.
Por lo que, aquí les dejo unos tips que me funcionan:
- No cigarro y no alcohol
Desde pequeña odio el cigarro y me da asco la gente que fuma; lo mismo con el alcohol. Además, son dos cosas que te envejecen terriblemente.
- No hay dietas mágicas
Olvídate de la dieta de la alcachofa, de la dieta de la sopa, de la dieta de la acelga y todas las tonterías que encuentras en internet o que te cuentan por ahí. Organízate tus comidas con ensaladas, frutos secos, verduras, avena, legumbres.
- Ni quesos ni embutidos
Desde hace mucho tiempo dejé estas dos cosas. El cuerpo humano necesita leche solo en periodo de lactancia y de la madre, no de un animal. Los quesos son muy sabrosos, pero tienen muchísima grasa. Los embutidos son lo peor de lo peor, incluso el pavo que nos han hecho creer que es sanísimo, tiene una cantidad enorme de sodio, colorantes y conservantes. Que quede claro que hay que eliminar las grasas malas. Cambia la mantequilla por el aguacate, los quesos por las nueces, etc.
- Adiós azúcar
El azúcar refinado también es veneno y ojo con lo que te venden como azúcar de caña, porque el 99% no lo es. Yo solo tomo una cucharita de agave en la mañana con la avena. No se preocupen, se puede vivir sin azúcar.
- Cheat meal una vez a la semana, pero no te vuelvas loca
Yo amo las ensaladas y amo lo que como, pero de vez en cuando me hace falta una pizza o una hamburgesa. Por lo que hago mi cheat meal una vez a la semana. Hay gente que cree que se puede pasar todo el día comiendo porquerías. No es así. Es un día en el que podemos relajar un poco la dieta, pero sin pasarse, porque el cuerpo enseguida te lo cobra.
- ¡Agua que me quemo!
Otra cosa super fundamental es hidratarse bien. No sé si son 8 vasos al día o no, pero hay que tomar mucha agua. Así también tendrás siempre buena elasticidad de la piel.
- Que no falte el ejercicio
Mantente siempre activo y encuentra un deporte que te apasione. Con una hora al día es suficiente. Yo tuve una época en la que hacía 4h al día, todos los días; tampoco es la idea porque los músculos se agotan y no hay mejora.
- Tómatelo con calma
El estrés es lo peor que hay para el cuerpo, así que intenta que las cosas no te afecten y respira profundo.
- Bella durmiente
Intenta dormir 8 horas al día. Esto es fundamental para que los músculos se recuperen, para que el cerebro funcione bien y para mantenernos jóvenes.
¿Se les ocurre alguna otra cosa?