Hola a todos,
En nuestro viaje a Costa Rica pusimos como primera parada San José porque llevábamos una maleta grande que se quedaría guardada en el hotel hasta el final del mes. Llegamos al aeropuerto y vimos que la parada de bus estaba muy lejos para ir tan cargados, por lo que nos pusimos a negociar con los taxistas.
La primera cosa curiosa es que te dan los precios en dólares y luego te hacen el cambio a colones. Cuando lo lógico es que cobres en tu moneda y hagas el cambio si el extranjero te pide pagar en otra moneda.
Pagamos $20 por el taxi. De camino al hotel, el taxista nos contaba que había vivido en Estados Unidos y que Costa Rica era incluso más cara. Que él podía permitirse sacar a su familia a comer fuera una vez al mes, pero únicamente en sodas porque los restaurantes son muy caros.
Soda un restaurante típico económico dónde comen diariamente locales por lo general, cierran en la tarde.
La primera impresión desde el taxi es que todo era feo. Pero bueno, eso pasa en muchas ciudades en las que, lo que está alrededor de los aeropuertos o estaciones de tren, son zonas descuidadas.
Llegamos al Hotel Milán que habíamos reservado porque parecía bastante nuevo y limpio, además de su cercanía al centro y estaciones de autobús. La habitación es básica y el baño minúsculo. Eso sí, las chicas de la recepción fueron un amor.
Esa noche salimos a cenar y comprobamos que la zona del hotel era fea y había mucha gente durmiendo en las calles. Cenamos un gallo pinto en un huequito de comida rápida y regresamos al hotel.
Aquí les comento que en toda la investigación que habíamos hecho previa al viaje, nos llamaba la atención que nadie recomendaba conocer San José y que nadie paraba aquí ni una noche.
Al día siguiente, nos fuimos al centro para cambiar dinero y luego dedicarnos a recorrer la ciudad. Hay pocas cosas que ver y el casco histórico no tiene nada especial. Esperaba algo así como Quito o Lima y nada que ver.
Para almorzar, entramos a una soda que se lllama El Rincón del Sabor dónde solo había locales y pedimos dos casados. El casado es el plato típico costarricense que trae arroz, frijoles, carne, ensalada, picadillo (mezcla de verduras) y plátano maduro frito. El menú costó 3000 colones por persona con bebida y postre incluido.
Después de pasar un mes entero recorriendo Costa Rica, tengo que decir que este es el mejor lugar donde comimos. En el resto del país varían los ingredientes del casado y no suele incluir bebida ni postre.
El hotel en el que estábamos al principio también nos pareció malo, pero al final de mes, luego de habernos quedado en auténticos ranchos por 25 o 40 dólares por persona la noche, ya no nos pareció tan malo; de hecho, el mejor de los que estuvimos en Costa Rica.
Además, en San José fue el único sitio donde recibimos un buen trato como turistas y el Hotel Milán tiene sus fallos, pero es el único donde la atención fue perfecta.
Al final de mes, volvimos al mismo hotel y teníamos un día entero antes de irnos. Investigamos para ir a los volcanes de Irazú o Poás. Ambos volcanes son muy turísticos y lo que tienen es un camino de cemento de 15min para ver el cráter, por lo que no existe la experiencia de trekking en naturaleza virgen como lo tuvimos en el Cerro el Chato. Además, el Poás había estado haciendo erupción y lo habían cerrado. Al final, decidimos ir a Cartago en el que solo hay un par de cosas de interés y pasamos también al mirador de Orosi. Nada especial pero más lindo y tranquilo que San José.
En conclusión, San José nos resultó lo más barato de todo el país en cuanto alojamiento y comidas. La ciudad se puede ver en medio día, pero es buena base si quieres conocer lugares cercanos e ir con el autobús. La zona en la que nos alojamos era fea y con mucha gente durmiendo en las calles, pero nunca tuvimos sensación de inseguridad.
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