Hola a todos,
Los precios estaban entre $30 y $35 por persona para hacer el tour que consiste en entrar a la playa en la noche con un guía para ver las tortugas. Había un señor que nos cobraba $25 pero no nos pareció bueno. Había otro que nos gustó al principio, pero cuando intentamos regatear nos dijo que “él no iba a prostituirse”.
Después de mucho caminar, un señor que se llamaba Roberto nos dijo que nos cobraba $20 y nos explicó muy bien lo que íbamos a hacer, así que reservamos con él.
Para ver las tortugas es obligatorio hacerlo con guía porque a partir de las 18h, cierran el acceso al público a la playa ya que las tortugas están entrando y saliendo del mar constantemente. Tienes que usar ropa oscura, no puedes llevar ningún dispositivo ni para grabar ni para tomar fotos (por eso no hay fotos de tortugas en este post) porque te sacarían de la playa y perderías el dinero tú y todo el grupo; además, hay que hablar muy bajo y lo mínimo.
Cada grupo puede estar máximo 2h en la playa, pero si ves los cuatro procesos (llegada, desove, cierre del nido, ida al mar) antes de este tiempo, debes salir igualmente de la playa. Nosotros estuvimos una hora.
Hay dos turnos (20h o 22h) para ver las tortugas y diferentes zonas; funciona todo por un sorteo que hacen a las 17h. Luego de esa hora, vas a tu agencia y te informan el horario y la zona que te tocaron. En temporada alta, es probable que te toque muy metido en el parque nacional y debas pagar el barco que son $5 adicionales. En septiembre es temporada baja, hay pocos turistas y muchas tortugas, por lo que casi todos los grupos van a la playa pública que es justo al lado del pueblo.
A nosotros nos tocó a las 22h y nos metieron en un grupo donde todos eran españoles menos yo. La guía era una chica super simpática que habíamos conocido la noche anterior.
Esmeralda nos contó que hay que ir vestido con colores oscuros porque así las tortugas nos ven como parte de la playa ya que fuera del mar no tienen muy buena visión. Si te vistes de blanco puedes confundir a las tortugas ya que ellas, solo ven blanco el mar, por el efecto que da el reflejo de la luna en el mar por la noche.
No puedes estar cerca cuando la tortuga llega a la playa porque si te ve, interrumpiría su proceso y se iría de nuevo al mar. Hay que esperar que llegue a la playa, haga el hueco en la arena y empiece a poner los huevos porque en ese momento entra un trance y no se entera de lo que hay alrededor, tampoco se da cuenta si la tocan. Obviamente los turistas no podemos tocarlas, pero hay biólogos en la playa toda la noche que se encargan de examinarlas, limpiarlas y cuidarlas.
En Tortuguero desovan 6 tipos de tortugas durante todo el año y en septiembre nosotros vimos la tortuga verde. Cuando pasas a la playa tienes que adaptar la vista porque aquello es oscuridad total y no se pueden llevar linternas (por lo que les expliqué del blanco). Hay montones de tortugas en distintos procesos y los biólogos indican a la guía a dónde podemos ir.
Vimos a la tortuga desovando a menos de medio metro; es increíble porque es una cosa gigante y puede soltar hasta 80 huevos. Luego se pone a tapar el nido y tarda alrededor de 40 minutos en ese proceso para intentar camuflajearlo lo mejor posible. Luego emprende su camino de nuevo hacia el mar.
Tuvimos la suerte de ver los cuatro procesos y muchas tortugas entrando y saliendo en menos de una hora. Es una experiencia hermosa que te hace entender aún más lo maravillosa que es la naturaleza.
En septiembre, las tortuguitas están empezando a salir de los nidos para irse al mar. Al inicio son del tamaño de un almendrón y se esperan para hacer juntas el camino hacia el agua. Salen en la mañana cuando está la temperatura más baja porque si no, no sobrevivirían.
La parte triste es que, de cada mil tortugas, solo 1 o 2 logran sobrevivir hasta la vida adulta para poder volver a la misma playa a dejar sus huevos.
Aunque todas las tortugas están en peligro extinción y Tortuguero es zona protegida, la playa no se cierra ni se impide al turista que camine sobre los nidos de tortugas. ¿Por qué? Si los humanos pisan los nidos, ayudan a despistar a los depredadores y por tanto, a proteger los huevos. Además, mientras más se pise, más se compacta la arena y así aumenta la temperatura del nido, lo que contribuye a que salgan más hembras.