Hola a todos,
Nos organizamos para visitar Cuernavaca desde Ciudad de México ya que está relativamente cerca. Fuimos en metro hasta la Estación Taxqueña y ahí agarramos el autobús que llega a Cuernavaca en menos de dos horas. Viajamos en los autobuses de ADO de primera clase que son maravillosos.
Comenzamos el recorrido por los parques que están cerca de la estación de autobuses.
Cuernavaca, conocida como “la ciudad de la eterna primavera”, es la capital del estado de Morelos en México y está rodeada por la montaña del Tepozteco, al sur de la Ciudad de México.
Dentro de un monasterio amurallado del siglo XVI, está la Catedral de Cuernavaca. Además, el monasterio cuenta con un mural que representa al primer santo de México. Es una de las catedrales más antiguas del país. Originalmente fue erigida como Convento de la Asunción. Además, forma parte del conjunto de conventos bajo la denominación “Primeros monasterios del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl” y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.
Seguimos el camino hacia el Zócalo que se encuentra frente al Palacio de Gobierno. Es amplio y como en todas las plazas de México, puedes ver a los locales relajándose. Cuando lo visité, había varias esculturas de artistas locales. Lo raro es que no había nada de decoración del Día de Muertos.
El Palacio de Gobierno, inaugurado en 1967, es un edificio de estilo barroco virreinal en cuyos muros de piedra destaca el tono rojo que le confiere el tezontle, una roca volcánica que abunda en las laderas de las sierras y de los volcanes mexicanos, como el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.
Al otro lado del Palacio de Gobierno se encuentra el Palacio de Hernán Cortés que ahora es Museo Regional de Cuauhnáhuac. Fue la antigua casa del conquistador español y ha funcionado como museo de historia ya que concentra en su interior el más rico y complejo legado histórico del estado de Morelos. Está decorado con murales del artista mexicano Diego Rivera.
Cuando lo visitamos, recién acababa de abrir luego del terremoto, solo se podía acceder a dos salas pequeñas y el complejo estaba en obras de mantenimiento.
Recorrer Cuernavaca es agradable y te da la sensación de pueblito acogedor, sobre todo si vas desde Ciudad de México.
Entramos a varios museos que eran gratuitos y luego almorzamos en un restaurante cerca del Zócalo en el que costaba 47 pesos la comida corrida.
Luego fuimos al Jardín Borda y la entrada costaba 30 pesos por persona.
José de la Borda fue un hispano-francés del siglo XVIII que llegó a ser el hombre más rico de Nueva España gracias a la explotación de las minas de metales preciosos en Taxco y Zacatecas. Mandó a construir en Cuernavaca un complejo de descanso, que incluía una mansión señorial, amplios jardines e incluso una iglesia particular, a pesar de la cercanía de la catedral. En el siglo XIX, el emperador Maximiliano lo tomó como su lugar de veraneo. Actualmente es un hermoso jardín que tiene el mérito botánico de haber albergado los primeros árboles de mango que se sembraron en México.
Es un lugar hermoso de ésos en los que te dan ganas de vivir. Cuando lo visité, muchas de las fuentes estaban vacías y en mantenimiento. Había una exposición interesante sobre la vida del emperador Maximiliano y su esposa Carlota.
Pasamos también por el Jardín Juárez, una de las cosas más recomendadas ya que es el más antiguo de la ciudad (1866). La pequeña plaza es famosa por un kiosko que está «emparentado» con la famosa Torre Eiffel, ya que ambos diseños salieron de la mesa de dibujo del arquitecto Gustave Eiffel. Allí hay muchos puestos de batidos.
Nuestra última parada fue el Parque Ecológico Chapultepec y la entrada cuesta 10 pesos por persona. Cuenta con árboles casi tricentenarios y un rio (no natural) que recorre todo el parque. Uno de sus atractivos es la laguna, pero cuando visité estaba cerrada por mantenimiento. No me gustó este sitio porque tenía una parte de zoológico.
Lo único interesante es que estaba todo lleno de arañas de seda de oro y de libélulas rojas y azules.
Cuernavaca es un lugar lindo que vale la pena para una visita rápida desde Ciudad de México. Hay muchas cosas para hacer alrededor también, una de ellas es el yacimiento arqueológico Náhualt, pero yo no lo visité porque en México ya he visto muchas ruinas de mayor magnitud.
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