Hola a todos,
Como ya saben, siempre me he cuidado y siempre he estado muy ocupada con mi apariencia. No preocupada pero sí ocupada. Incluso ahora, ya con una edad, he empezado a hacer tratamientos como botox y rellenos.
Además, ahora soy vegana e incluso estoy pensando en eliminar totalmente el alcohol de mi vida. Nunca he sido amiga del alcohol; de hecho, siempre he repudiado a esa gente que ama beber. Pero a veces cuando nos reunimos con amigos quizás me tomo una copa de vino.
Es evidente el daño que te hace el alcohol cuando ves a gente que toma y gente que no.
Con cierta gente, lo de ser y querer ser saludable es visto como algo satánico. En España, donde viví varios años, eres un bicho raro. Es mejor visto estar obeso y con el colesterol por los aires, denota que eres feliz, libre y no te privas de nada.
Cuando conocí a los amigos del triatlón de Diego me quedé horrorizada porque casi todos tenían panza, solo había uno que estaba fuerte como yo me imaginaba que estarían todos. Fui con ellos a almorzar una vez y era increíble la cantidad de alcohol que tomaban antes, durante y después de comer.
Cuando trabajaba de profe en gimnasios en Valencia me quedé el shock porque casi todos los monitores fumaban.
En Venezuela de toda la vida, la gente sana y deportista ha sido objeto de admiración, por decirlo de alguna manera. Nadie te va a decir nada negativo porque te cuides, todo lo contrario.
Pero en España la mayoría te ataca, si no bebes es porque eres aburrido.
Como seas un exfumador, no salgas de tu casa, porque tus propios amigos en vez de alegrarse por ti y apoyarte, harán lo posible para que recaigas.
Una amiga de mi exnovio me decía siempre que yo era bigoréxica porque estaba obsesionada con la figura y el deporte.
He escuchado innumerable cantidad de frases por parte de los amigos de Diego: “Qué aburrido comer solo verduras”, “Están obsesionados”, “Qué pereza hacer tanto deporte” …
Cuando Diego dijo que iba a probar ser vegano en su trabajo un par de personas le dijeron que muy bien por él, pero la mayoría se puso a la defensiva. Porque parece que el hecho de que uno quiera cuidarse y llevar una vida sana resulta un ataque a la mayoría de gente en España.
Al final, a Diego le dijo un compañero de trabajo que no dijera que era vegano porque la gente desde su ignorancia se iba a poner a la defensiva, que mejor dijera que “estaba intentando reducir el consumo de carne” y es verdad que así la gente logra entenderlo e incluso son empáticos con el tema.
Un ex-compañero de trabajo hasta le hizo “bullying” por su veganismo; lo más gracioso es que ese hombre está obeso, vive sudado, tiene problemas para respirar, es antihigiénico, etc. Incluso un día lo llamó «el frijolito», pero cuando Diego le respondió llamándolo «grasita», ya no le hizo tanta gracia.
Lo increíble en ese país es eso (o quizás sea solo la gente que nos rodeaba a nosotros), que la mayoría insana y con malos hábitos critica a la gente saludable porque o estás “obsesionado”, eres “vigoréxico”, o porque sin comida grasienta y sin alcohol, la vida no tiene sentido.