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La pesadilla en la que se convirtió el Airbnb de Venezia

Hola a todos, 

Linda la imagen del apartamento ¿no?

A nosotros también nos lo pareció. La propiedad se llama THE STAR CLOSE TO BIENNALE & ARSENALE para que nunca vayan a cometer el error de ir a este lugar. 

Inicialmente íbamos a ir a Budapest y habíamos alquilado un apartamento que seguro hubiera sido maravilloso. Luego cambiaron las restricciones por el covid y ya no se podía ir a Budapest, por lo que tuvimos que cambiar el vuelo.

Italia era el único lugar al que se podía ir sin tener que hacer cuarentena ni llevar las pruebas PCR que cuestan 150 euros cada una. Estábamos entre Bari y Venezia, al final escogimos el segundo. Terrible error. 

Decidimos alquilar un apartamento dentro de Venezia ya que erróneamente pensamos que cada trayecto para entrar o salir de la isla nos costaría 8 euros; luego nos dimos cuenta de que no era así. Todo lo que vimos era carísimo y de calidades pésimas. Al final nos decantamos por esta propiedad que ven en la foto porque parecía lo más decente.

Al inicio Luca, el host, fue muy simpático y al día siguiente de la reserva me escribió un Alessandro para explicarme el vaporetto que tenía que agarrar para ir hasta la propiedad. El tipo me dijo que en la isla no funcionaba el WiFi por lo que había que agarrar el vaporetto obligatoriamente.

Nosotros, como estamos acostumbrados a caminar y Diego sabe usar bien el mapa aunque no haya WiFi, decidimos ir caminando desde Piazzale Roma (donde te deja el bus que viene del aeropuerto) hasta la propiedad. Eran 56 minutos caminando.

Una cosa importante es que si llegas luego de las 20h debes pagar 20 euros más, si llegas luego de las 22h son 30 euros más y si llegas luego de medianoche son 50 euros más.

Nosotros llegamos a las 19:53h y el tipo que nos hacía el check-in llegó 50 minutos tarde y sin pedir disculpas. Su excusa fue que unos turistas estúpidos se perdieron incluso agarrando el vaporetto. O sea, es obvio que un turista se puede perder y más en Venezia que es como un laberinto. ¡Qué poca empatía y qué falta de respeto!

Este hombre llegó todo sudado y sin mascarilla. Cuando entramos, ni explicó nada y se puso a intentar encender los aires acondicionados. Al principio no encendían y luego se quedaban en ventilador. El tipo me dio los controles, dijo que había que comprar pilas nuevas y se fue.

Le volví a mandar otro WhatsApp a este Alessandro y le escribí por Airbnb al host. 

Les dije, mañana a las 12h que esté aquí el técnico y lo arregle. Además, le dije al host que el apartamento estaba asqueroso y le mandé 20 o 30 fotos a través del mismo chat de Airbnb. Había bolas de pelusa por los rincones, telarañas, pelos en el baño, restos de salsa en la mesa, etc. 

Ustedes piensen que luego del covid, para los alojamientos turísticos hay que cumplir con una limpieza especial que no es solo limpiar sino “higienizar” el lugar. Era evidente que ese apartamento ni lo habían visto antes de nuestra llegada.

Esa tarde el host mandó dos mujeres a limpiar y vino otra vez Alessandro que se pasó una hora jugando con el aire acondicionado para no resolver nada. Las dos mujeres pasaron una mopa sucia “por dónde pasa la reina”. Se volvieron a ir y los mismos problemas quedaron sin resolver. 

Volví a escribir al host para decirle que seguía sin estar resuelto el problema del aire y que las tipas habían dejado la misma suciedad que había antes. La respuesta fue que “¿Por qué no les había dicho dónde tenían que limpiar?” Mal asunto, ni que fuera yo la jefa de limpieza.

Además, le dije que las mujeres de limpieza me habían dicho que el apartamento se había cerrado desde el covid y que no se había limpiado para nuestra llegada

Todo esto Luca lo negó diciendo que quizás las mujeres no se habían sabido expresar (eran extranjeras). Además, aquí ya el tipo me empezó a decir arrogante y hostil porque “ellos me estaban ayudando y yo era demasiado exigente”. Le dije que ellos no me tenían que ayudar, sino que me tenían que resolver un problema que ellos mismos me habían creado ya que yo había pagado un servicio que no estaba recibiendo.

Después de esto, el hombre se puso histérico y me dijo que “como yo había pagado un precio muy barato para Venezia, que se entendía que todos estos problemas iban a estar cubiertos”

Como iba a ser la segunda noche sin aire acondicionado y viendo que me querían ver la cara de imbécil, escribí directamente a Airbnb por todos los medios posibles. Además, le pedí a un amigo que vive en Italia que llamara al customer support, pero con el tema del covid no tenían ni atención telefónica.

Esa tarde me puse a llorar de la rabia y la impotencia que tenía. Lo único que tenía eran ganas de prenderle fuego al apartamento y largarme.

Al día siguiente apareció un “técnico” que no sabía ni dónde estaba el aparato externo del aire acondicionado. Luego vino el papá de Luca, un señor que parece que había tenido un derrame cerebral o algo del estilo porque no podía ni articular las palabras. Resultó que el aparato del aire estaba encima de otro edificio por lo que necesitaban permiso y escalera para subir. Otra excusa más. Se volvieron a ir sin resolver nada. Ya iba a ser la tercera noche.

Afortunadamente apareció un manager de Airbnb y le dije que seguíamos sin aire. 

Justo después me escribió Luca para admitir que no iban a arreglar el aire acondicionado y que nos reembolsaba el 100% del resto de las noches menos los 70 euros de gastos de limpieza. Da hasta risa que todavía se quería quedar con el dinero de la limpieza que nunca se hizo. Increíble.

Hablé con el manager de Airbnb y le dije que yo quería todo mi dinero, incluso las dos noches que pasamos allí porque no hubo aire acondicionado. Además, no iba a pagar por una limpieza que nunca se hizo. 

Yo estaba confiada en que iba a ganar yo. En primer lugar, porque tenía razón, el apartamento estaba sucio y llevábamos tres días sin aire acondicionado. Además de eso, yo en ningún momento utilicé ni una mala palabra y el tipo ya me había llamado arrogante y hostil por el simple hecho de exigir mis derechos. O sea que bastaba leer el chat para ver quién había actuado mal.

Al rato me escribió de nuevo el manager y me dijo que me devolvían todo el dinero y reservamos en el StayCity de Venezia Mestre y la experiencia fue maravillosa, en el post que viene les cuento. 

Otra cosa importante es que la misma agencia I-Home es la que alquila todos los apartamentos de Venezia. Es una mafia. Por lo que es mejor irse a un hotel ya que todos los apartamentos estarán igual de sucios y descuidados.

Además del dinero de la reserva, en Italia hay que pagar una “tassa di soggiorno” que es un monto por cada noche de estadía hasta un máximo de 5 días. Dentro de Venezia son 4 euros por lo que tuvimos que pagar 40 euros a través de un link que me envió Luca. 

Como solo estuvimos dos noches, me tendría que devolver 24 euros. Al momento en el que se canceló la reserva, me dijo que ese dinero se reembolsaba en automático en la misma tarjeta de crédito, cosa que dos semanas después aún no había pasado. Por lo que procedí a denunciarlo por fraude con Airbnb y ante todos los organismos que encontré en Italia.

Luego de que un agente de Airbnb estuvo una semana detrás de él para que devolviera el dinero, el tipo con su cara dura dijo que había decidido quedarse ese dinero para cubrir los gastos que tuvo con la cancelación de mi reserva.

Obviamente el tipo me puso una review como de un metro diciéndome de todo, que era excesivamente pretenciosa y que debía tener muchos problemas en mi vida. Una reseña demasiado larga como para esperarme que la lean ya que ni yo la leí completa. Pero en general era eso, yo era muy exigente por esperarme un apartamento limpio y con aire acondicionado funcionante tal y como se colocaba en la descripción del anuncio.

Al final, fue mejor que pasara esto porque luego nos alojamos en dos lugares excelentes en Venezia Mestre y en Verona, con una hospitalidad maravillosa.

Una vez más, hay que prestarle más atención a una reseña negativa que a 20 buenas. Este alojamiento tiene una reseña mala en booking.com y otra en Airbnb. Dichas reseñas son las que cuentan cómo son realmente el alojamiento y el host. Acá se las dejo junto a mi reseña.

Aprendizaje de esta horrible experiencia

  • Si van a Venezia por nada del mundo se alojen dentro de la misma isla. A una estación de metro (10min) hay un montón de hoteles y complejos de apartamentos turísticos super nuevos con todas las comodidades.
  • Además, dentro de Venezia es todo absurdamente caro. La tasa turística cuesta 4 euros cuando en el resto de Italia cuesta 1,50. En el supermercado un kilo de pasta te cuesta como 4 euros. Los alojamientos son excesivamente caros y para tener algo medio decente te tienes que ir a un hotel de 4 estrellas para arriba. Nosotros habíamos pagado 910 euros por 2 semanas y aquello daba asco.
  • Venezia huele mal y está sucia, por lo que vivir y alojarse allí no es lindo y agradable como ven en las películas. 
  • Hay que fijarse siempre en las reseñas negativas. Me he dado cuenta que muchas veces es mejor hotel que apartamento sobre todo porque tienes a alguien siempre que resuelva los problemas.
  • En cuanto alojamientos, es mejor estar cerca de una estación de bus o de metro que en pleno centro. 

Aquí les dejo el video de mi canal de YouTube:

Aquí el link de la propiedad en Airbnb:

https://www.airbnb.com/rooms/25121845

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