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Nuestra visita a Patara y Kas

Hola a todos,  

Al día siguiente de visitar Pamukkale y aprovechando que también teníamos carro para ese día, nos fuimos a ver Patara. Ésta fue una ciudad marítima y comercial muy próspera junto a la ciudad actual de Gelemis, en la provincia de Antalya. La entrada para las ruinas y la playa costó alrededor de 3 euros por persona.  

Justo al entrar nos encontramos con dos anfiteatros bastante grandes que son las dos cosas más importantes para ver acá.  

Recorrimos todas las ruinas con un calor achicharrante. El complejo es grande, pero el resto de las cosas son básicamente piedras regadas por ahí.  

Luego fuimos a la playa que está al lado. La playa Patara es una de las más bellas y largas del país. No tiene agua turquesa como el resto que vimos ya que tiene arena marrón, pero es impresionante ya que está rodeada de montañas y tiene 18 kilómetros de largo. También tiene unas dunas en las que la gente acostumbra a quedarse para ver el atardecer. 

Esta playa está bajo protección y libre de explotación urbanística por la presencia de las tortugas Caretta Caretta que depositan sus huevos en la zona.  

Caminamos un rato, nos bañamos e hicimos las fotos. Solo hay un restaurante en la esquina al lado de donde está el estacionamiento, por lo que el resto de la playa está libre de tumbonas. Además, como allí la gente no camina mucho, estaban todos concentrados en la entrada del estacionamiento; o sea, que te quedan todos los 18km para caminar sin gente prácticamente.  

Aunque no es la playa con el mejor color de agua, vale la pena ir desde la mañana y pasarse todo el día recorriéndola.  

En la entrada del estacionamiento había un señor que vendía maíz como a 10 céntimos de euro. Compramos dos y me esperaba el maíz de Sudamérica, pero no, era el maíz dulce que veden en Europa por lo que ya no comí más maíz en el resto del viaje de Turquía.  

Emprendimos el camino a Kas que es una pequeña ciudad pesquera nombrada Antiphilos durante la antigüedad griega. También formó parte del imperio Bizantino tras la época romana. Luego de la guerra entre Grecia y Turquía, en el año 1923 la mayoría de la población griega abandonó la localidad. Aún conserva su similitud con Grecia. El auge turístico comenzó en 1990.

El camino en auto fue al lado del mar y la vista era hermosa. Paramos en un mirador a hacer fotos y como siempre, no faltaban los montones de basura.  

Llegamos y lo primero que hicimos fue buscar un sitio para almorzar y encontramos en restaurante con kebabs veganos que estaban buenísimos. En el baño de este restaurante me encontré unos lentes de Rayban que desde ese día se convirtieron en mis preferidos. 

Luego de comer, recorrimos las callecitas de Kas y la parte del bazar es super linda. Luego subimos para ver las tumbas que hay incrustadas en la montaña. No están ni señalizadas ni nada, simplemente vas explorando y metiéndote entre las casas. Aquí a las tres ya estábamos sudando a chorros. Leí que en esas tumbas legendarias es donde guardaban el oro.

Visitamos también un anfiteatro de acceso gratuito y totalmente abierto, justo ese día estaban practicando para una obra de teatro.  

De regreso pasamos por la playa Kaputas y la vimos desde el carro ya que había muchísima gente (era domingo) y se nos hacía tarde para entregar el auto. Esta playa es muy famosa, pero con respecto a lo que ya habíamos visto, tampoco era más especial.  

Desde Kas también hay muchas otras excursiones que hacer y ruinas que ver. No vimos más de esa zona porque al final, cuando el tiempo es limitado, no da chance de verlo todo.  

Regresamos muertos de cansancio y aunque Diego dijo que sentía que al verlo todo tan rápido, era como si no hubiera visitado nada, fue un domingo bien aprovechado.

Aquí les dejo el enlace a mi canal de YouTube

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