Hola a todos
Cappadocia era, junto con Pamukkale, la visita obligada del viaje a Turquía porque son las dos cosas a las que se le hace más publicidad.
Cappadocia es una región semiárida de Turquía conocida por sus formaciones geológicas que son únicas en el mundo. Forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1985. Su nombre en turco es Kapadokya y allí pronuncian su nombre así, con la “k”.
Desde hace miles de años ha habido asentamientos humanos en la región que construyeron sus moradas escarbando en la roca. Por eso los paisajes están llenos de cavernas naturales y artificiales, muchas de las cuales continúan habitadas. La situación geográfica de la región la hizo encrucijada de rutas comerciales durante siglos y también objeto de muchas invasiones. Lo que llevó a sus habitantes a construir refugios subterráneos.
Luego de que Diego ya estaba medianamente recuperado de su trasplante de pelo (este cuento se los echo en otro post), nos organizamos para ir a conocer esa región tan famosa. La gente por lo general lo que hace es ir un día, hacer el paseo de globo y ya.
Decidimos pasar 3 noches para estar cubiertos por si no podíamos hacer el paseo de globo el primer día. Además, al principio vimos que no había nada que hacer, pero luego encontramos un blog maravilloso de un chamo que hizo un montón de rutas de senderismo por la zona y como nosotros amamos caminar perdidos por la naturaleza, decidimos pasar más tiempo.
En Cappadocia hay varios pueblos en los que te puedes quedar y nosotros nos decantamos por Göreme ya que es el más grande, donde hay más hoteles y se alojan la mayoría de los turistas.
Entonces, salimos un jueves a mediodía para regresar un domingo. Jueves y viernes había que trabajar y como a las 17h ya era de noche, lo que hicimos fue aprovechar las mañanas y luego irnos al hotel a trabajar, porque ahí por la noche no había nada que hacer.
En ese momento estaba cerrado booking.com en Turquía y reservamos el hotel por airbnb. A mí me encantaba uno en Uçhisar que era hotel-boutique, pero no queríamos gastar demasiado dinero y reservamos uno de los típicos “cave hotel” en Göreme.
Contratamos transfer desde el aeropuerto porque no había opciones de transporte público.
Llegamos a Göreme, hicimos el check-in y salimos a comprar agua y frutos secos en el supermercado. Cenamos en un restaurante cerca del hotel y me quedé loca de la educación y cortesía del camarero.
El viernes desayunamos y salimos a hacer una ruta de senderismo pasando por el Love Valley, White Valley y Pigeon Valley. Tengo que decir que el paisaje es super especial y raro. Para nosotros era la primera vez que hacíamos un trekking así. Otra cosa genial es que estábamos solos.
Llegamos a Uçhisar que es un pueblo menos turístico. Allí encontramos un restaurante maravilloso con un señor super feliz que nos sirvió la comida cantando y nos puso la estufa para que comiéramos calenticos.
Me gustó muchísimo más este pueblo y hubiera preferido hospedarme allí. Era más tranquilo y al estar en la montaña, tenía mejores vistas. Además, al ser temporada baja y post-covid, estaba casi vacío.
Visitamos el Castillo de Uçhisar que es un espolón de roca en el que se constituyó una antigua ciudadela. Es decir, una roca con las típicas cuevas. La entrada nos costó alrededor de 5 euros por persona y nos pareció caro para lo que realmente era: subir las escaleras para ver unos cuantos huecos en la piedra y las vistas desde la parte de arriba. Sí, es algo especial y con una historia impresionante, pero toda la región de Cappadocia está llena de estás cuevas y sin tener que pagar.
Luego emprendimos el camino de regreso a Göreme y un par de perros nos acompañaron un rato. A diferencia de la zona de Fethiye, aquí las rutas de senderismo están pésimamente señalizadas y esa tarde nos perdimos varias veces; además, íbamos con miedo de que se nos hiciera de noche en el medio de la nada y con acantilados por todos lados.
Además, hay montones de cuevas. Algunas inundadas, algunas sin salida, otras que cuando salías ya te habías perdido de la ruta, etc.
Desde que llegamos a Cappadocia pusieron una especie de lockdown y a partir de las 20h cerraba todo. Ese día almorzamos tarde, pero igual le dije a Diego que antes de las 20h había que ir al restaurante. Él no se creía que en un sitio tan turístico fueran a cerrar todo, por lo que nos fuimos al hotel ya que él tenía varias reuniones de trabajo.
Salimos a las 21h a cenar y eso era la ciudad fantasma. Terminamos cenando almendras y nueces en el hotel.
A la mañana siguiente nos volvieron a buscar a las 6:20h y esta vez si se pudo hacer el vuelo en globo. Luego nos llevaron al hotel, desayunamos y fuimos a hacer una ruta por el Red, Rose y Sword Valley. Ese día también tuvimos unas vistas bellísimas. Era una parte más comercial y vimos a algunas personas, también a algunos grupos con caballos. Daba dolor ver a los pobres caballos bajando por esas montañas con la gente encima.
Ese día tuvimos muchísimas más cuevas que el anterior. Por lo que era puro entrar y salir de cuevas. Además, casi todas tenían escaleras por lo que había que estar subiendo y bajando. Me daba terror porque las escaleras eran de dudosa seguridad y estaban oxidadas.
Por último, este día visitamos el mirador de Göreme. Si subes por el pueblo te cobran 3TL, pero nosotros subimos por la parte de atrás y no pagamos nada. Acá había algunos restaurantes y gente intentando vender las fotos que te tomaban.
Llegamos a Göreme y yo muerta de cansancio. Este día ya los restaurantes solo funcionaban para “take away” y como cerraban a las 20h, compramos y cenamos en el hotel temprano.
El domingo teníamos el vuelo para regresar en la noche a Estambul. Pero con el lockdown que había, el frío que hacía y teniendo que hacer el check-out de la habitación a las 15h, íbamos a tener que estar dos o tres horas por ahí hasta que nos viniera a buscar el transfer. Por lo que decidimos cambiar el vuelo e irnos antes.
Esa mañana nos paramos a las 6am para ver los globos desde la terraza de nuestro hotel. Como desde allí no se veía, fuimos en pijama al Cappadocia Inn que estaba atrás. Nos subimos a una terraza y desde allí hicimos las fotos. Ese día estaba más despejado y seguro desde el globo hubieran salido mejor las fotos, pero hacía 6 grados bajo cero, por lo que el frío arriba tenía que ser mucho peor.
Luego desayunamos y nos fuimos a hacer un trekking corto para estar a las 12 en el hotel y esperar que nos recogieran.
El transfer de ida al aeropuerto fue decepcionante porque nos hizo esperar como una hora y luego iba lleno de gente.
¿Qué aprendí? (Información importante para la gente que piensa ir a Cappadocia)
- Yo pensaba que el cielo estaba lleno de globos todo el día. Como cuando de noche ves las estrellas, pero de día con globos. No es así, los globos salen super temprano, a las 7am si es invierno y a las 4am si es verano y solo están una hora en el aire. Si los quieres ver, te tienes que parar bien temprano y saber la hora exacta en la que salen los globos porque todos los días cambia.
- Los globos pasan cerca y casi los tocas desde la terraza de tu hotel. Todas esas fotos que ven es puro Photoshop. Los globos salen de un descampado lejos de los pueblos en medio de la nada y vuelan por encima de los valles, no por encima de los pueblos.
- Cappadocia sirve para más de un día. La mayoría de la gente lo que hace es pasar como mucho dos noches, hacen el paseo en el globo, pagan algún tour y se van. Depende de qué tipo de turista eres. Hay gente que cuando viaja ni camina y va del hotel a la furgoneta y de la furgoneta al hotel. Pero si te gusta caminar y explorar, en la región de Cappadocia te sobran rutas, cuevas y naturaleza.
- No confíes en el WiFi. Nosotros el primer día íbamos con el Google Maps y enseguida nos quedamos sin cobertura. Menos mal que Diego se guía bien con el mapa, aunque el GPS no tuviera señal. Para los otros dos días lo que hicimos fue descargarnos el mapa con las rutas ya que sabíamos que no iba a haber internet. Esto es importante tenerlo en cuenta por si tienes un accidente ya que ni vas a poder llamar a nadie, ni va a pasar gente por allí que pueda ayudarte.
- Está sobrevalorado. Este lugar está sobrevalorado y es la típica trampa para turistas. Así como en Vietnam y Costa Rica, la publicidad te vende una cosa completamente distinta a la realidad. Cappadocia no cumplió mis expectativas ya que es todo muy turístico, la gente que hace los tours es excesivamente maleducada y está todo muy comercializado. El circuito que te venden para hacer tours parece parque de atracciones: la tienda de alfombras, la casa de té, el mirador con figuras de corazones, la tienda de souvenirs, etc.
- No pagues para visitar cuevas, la región está llena. Basta caminar un poco para encontrarte todas las cuevas que quieras. En las que tienes que pagar entrada, quizás te encuentres alguna cueva pintada, pero por lo que leí, las más importantes tenían años cerradas por reforma.
- La mayoría de los hoteles y sobre todo los típicos “cave hotel” no están correctamente acondicionados ni para el frío ni para el calor. En esta región en verano llegan a los 35 grados Celsius y nosotros en noviembre llegamos a estar a 6 grados bajo cero. En la habitación hacía frío y vimos en las reseñas que la gente se quejaba del calor en los hoteles porque casi ninguno tiene aire acondicionado.
- La basura no falta ni en los lugares más recónditos de la Cappadocia. Los pueblos de esta región están muy sucios, pero lo increíble es que también encuentras basura cuando llevas kilómetros y kilómetros caminando en medio de la nada.
Cappadocia en general nos decepcionó. Diego sí lo recomendaría, pero yo, a pesar de esa geografía tan impresionante y de que es uno de los senderismos más especiales que hemos hecho, no lo recomendaría. Lamentablemente para mí fue más lo malo que lo bueno en la evaluación de la experiencia total.
No nos dio tiempo de visitar las ciudades subterráneas y quizás si valía la pena ver alguna de las dos más importantes.
Aquí les dejo los enlaces a mi canal de YouTube: