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Un simple trámite se convierte en una odisea

Hola a todos, 

Cuando vendí mi apartamento en Valencia me tocaba pagar una suma a hacienda por la supuesta ganancia de la venta. En realidad pagas por varios sitios. 

En España, cuando vendes una vivienda debes pagar el notario, un impuesto local y luego pagarle a hacienda por las supuestas ganancias que has tenido. Dicha ganancia es básicamente la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta. 

En junio de 2018 vendí mi apartamento y para 2019 me tocaba ponerlo en la declaración de la renta. En ese momento opté por colocar que iba a reinvertir en otra vivienda de residencia habitual. 

De esta forma, hacienda te da 2 años para reinvertir ese dinero. Siempre y cuando sea una vivienda de residencia principal. Mi idea era haberme ido de España antes de que se cumplieran esos dos años y haber cerrado las cuentas que allí tenía. 

Lamentablemente los planes que tenía para irnos a vivir a otro sitio se retrasaron y se me pasaron los dos años sin haber cambiado de residencia y sin haber sacado mi dinero de España.

Por lo que en junio de 2020 me tocaba pagar. 

Cabe destacar que de esa supuesta ganancia que tuviste de la venta de tu vivienda te puedes desgravar con algunas cosas si tienes factura, pero son muy pocas. 

En 2019 hice la declaración de la renta con un gestor que para ese momento me pareció aceptable. Pero en junio de 2020 cuando me tocó hacer la modificación de la renta del 2018, el tipo me fue dando largas hasta diciembre porque “estaba muy ocupado”. 

Ya para la tercera semana de diciembre fui directamente a preguntar a una oficina de hacienda ya que veía que se acababa el año y el gestor no aparecía. Me enteré de que había unos intereses de demora por esa ganancia que yo supuestamente iba a invertir, cosa que el gestor nunca me había dicho. Además, por su culpa iba a tener que pagar 6 meses más por no haberme hecho la modificación de la renta como tocaba en junio de 2020. 

Un amigo de Diego nos recomendó un gestor importante de ésos que tienen clientes de mucho dinero. Lo llamamos y nos explicó lo que teníamos que hacer y que podíamos hacerlo solos en la web ya que él cobraba 150 euros y así por lo menos nos ahorrábamos ese dinero. Si no, que nos hicieran la declaración en alguna oficina de hacienda, que para eso pagábamos impuestos. 

No quisieron hacerme la modificación de la renta en la agencia tributaria porque supuestamente si lo hacían ellos allí, “el caso iba directamente a procedimiento sancionatorio” independientemente de que estuviera haciendo todo dentro de plazo y como correspondía. Estaba claro que los funcionarios no querían trabajar y no les daba la gana de hacer algo que les hubiera costado 5 minutos, y que era su trabajo. 

Así que nos metimos en la web para hacer la modificación de la renta del 2018 y estuvimos como dos horas porque en España las webs de los organismos públicos son la cosa menos intuitiva y menos funcional que se pueden encontrar. 

Finalmente lo logramos y en la oficina de la seguridad social me habían dicho que no se podía pagar por internet por lo que había que ir con el efectivo a pagarlo en el banco. Me salió a pagar casi 4500 euros. Sí, todo ese dinero que le tenía que regalar al gobierno español por no hacer nada. Más dinero de lo que cobra una inmobiliaria y sin ayudarme de ninguna manera a vender el apartamento. 

Como justo Diego había vendido su carro y le habían pagado en efectivo, salimos corriendo a imprimir el papel para ir a pagar en el banco. 

Fuimos a tres: Bankia, BBVA y Cajamar. En ninguno quisieron hacer el trámite. La primera excusa era que yo no tenía cuenta con ellos, lo que da igual ya que los impuestos se pueden pagar en cualquier entidad, aunque no tengas cuenta. Luego resulta que no era el día de recibir efectivo. El BBVA directamente “no tenía caja” y luego es que “era mucho dinero”.

España es el único país en el que uno se encuentra con estas excusas porque la gente sencillamente no quiere trabajar. Luego se lamentan si los despiden. 

En Cajamar luego de estar un rato peleando finalmente me dijeron que si me lo podrían recibir, pero que tenían que abrir una ficha con mis datos. Luego salió con que necesitaría documentación tipo nómina y otras cosas. Como cada vez iba cambiando el discurso, nos fuimos. 

En la casa volvimos a la web infernal de hacienda a ver si había forma de pagarlo por internet ya que era lo lógico. Luego de una hora de dar vueltas, encontramos cómo hacerlo y pagamos. 

Luego de 7 años de haber vivido en España, la verdad es que nunca dejó de sorprenderme la incompetencia que me encontraba siempre para hacer cualquier cosa. Algo tan estúpido como pagar un impuesto lograban convertirlo en una película de James Bond. Lo que me resultaba más absurdo es que aún para quitarte el dinero, te hacían la vida imposible. 

Cuando compré el apartamento me acuerdo de que perdí más de 5 horas yendo de aquí para allá a ver si a alguien le daba la gana de cobrarme los 6.000 euros. Luego cuando lo vendí también tuve que perder un montón de tiempo para regalarle 4500 euros al estado español. Pero claro, como no lo hagas a tiempo, te toca sanción y multa. 

Pagar impuesto por comprar, otro para registrar, otro más para hacer el registro de la propiedad, otro impuesto anual. Cada cosa es como mínimo 300 euros. Ustedes piensen que para el español medio “un buen sueldo” son 1000 euros, por lo que tener que pagar 300 euros para cada trámite (como mínimo), es una atrocidad. 

Como si no fuera suficiente, aparte del dinero que te sacan por no hacer nada, tienes el desgaste físico y psicológico de perder horas yendo de un sitio para otro tratando con incompetentes. Cuando te deberían quitar el dinero de las manos con una sonrisa en la cara y un “gracias”.

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