Hola a todos,
Esta es la frase que escuché durante los 7 años que viví en España.
Recuerdo que cuando conocí a mi ex-novio en Venezuela, el tipo se llenaba la boca hablando de lo maravillosísima que era la sanidad en España, que a la gente ni se le ocurría ir al médico privado porque no iban a encontrar allí la calidad de médicos que había en el sistema público.
Llegué a España a hacer un máster y durante ese año iba a tener seguro privado. De todas formas, fui al centro médico que me tocaba para registrarme, por si acaso. El centro médico era una cosa vieja y fea que yo nunca había visto en Venezuela y olía mal.
Con mi seguro privado iba a un hospital que era el mejor de Valencia, pero cuando entré no me pareció nada del otro mundo, era una clínica normal como cualquiera de las de Caracas.
Eso sí, los médicos eran pésimos. Fui varias veces a urgencias porque del estrés y la ansiedad estuve varios meses con una gripe que no se me quitaba y con las defensas por el suelo. Ahí directamente te mandaban a tomar antibióticos sin ni siquiera revisarte, escucharte los pulmones, hacerte un examen de sangre, nada.
Por lo cual, seguí haciendo mis controles médicos en Venezuela porque aquello, incluso con seguro privado, era de una mediocridad abrumadora.
Cuando empecé a trabajar decidí probar con la sanidad pública.
En Venezuela anualmente me hacía examen de sangre, limpieza dental, control médico general, cita dermatológica y también ginecológica con citología incluida.
Cuando llegué a la cita con lo que llaman en España “médico de cabecera” me quedé en shock porque el tipo me dijo “Aquí olvídate de control, de examen de sangre y de limpieza dental; aquí vienes únicamente si estás enferma y si vas al dentista es para que te quite el diente si tienes caries”.
¿Esa era la sanidad maravillosa de la que me habían hablado?
Allí en Valencia le insistí al tipo para que me hiciera los exámenes que me tenía que hacer exagerándolo todo.
Por ejemplo, para la rodilla me hicieron una radiografía y una resonancia. Luego fui a cita con una traumatóloga que me dijo que tenía el cartílago desgastado, me dio una hoja mal fotocopiada con unos ejercicios y adiós. Que, si me seguía doliendo, pidiera que me enviaran a rehabilitación.
Luego me mudé a Almusafes y la mamá de Diego me dijo que pidiera a su médico de cabecera porque era buenísimo. Meses después me enteré de que ella misma había sido víctima de unas cuantas negligencias médicas y aun así lo recomendaba.
Allí pedí que me enviaran a rehabilitación y 6 meses después fue que me llamaron para darme la cita. Me empezaron a poner una terapia sin tener ni remota idea de lo que tenía. Luego de diez días de rehabilitación como me seguía doliendo la rodilla, se les ocurrió que era bueno hacer una resonancia.
Como en España siguen en la prehistoria, el traumatólogo de allí no tenía manera de ver la resonancia que me habían hecho en Valencia. Por lo que había que esperar que me llamaran para una resonancia nueva.
Luego de eso, estuve un año entero para que me dieran un diagnóstico. Es decir, un año yendo al dermatólogo que no tenía ni idea. Luego de recibir la terrible noticia de una enfermedad que nunca me hubiera esperado, la negligencia de la sanidad fue a peor.
Médicos y enfermeras que se rían de tu dolor, falta de empatía y humanidad, inexistente tacto para hacerte los exámenes, médicos que ni te miran a la cara, tiempos de espera increíbles.
Eso no es todo, en el Hospital de la Ribera me hicieron mi primera operación y yo pensaba que no salía viva. Más de 5 horas para entrar a quirófano, algunos del personal con barba de 30cm, uñas sucias, gente con el celular sin guantes, otros comiéndose un sándwich como si estuvieran en la sala de su casa. El servicio post operatorio también horrible.
Luego me tocó ver a otro especialista y fue lo peor y lo más subnormal que me encontré. Con 4 horas de retraso para la consulta y luego quejándose de que no había almorzado y de que no tenía asistente. Además de esto, no tenía ni idea del tratamiento que me tenía que hacer.
Sali de ahí convencida de no volver a ese hospital. Afortunadamente encontré un cirujano venezolano en una clínica que en ese momento funcionaba muy bien; de hecho, entrar allí era como entrar en un país tipo Alemania.
Luego de esto denuncié ante la consellería de sanidad a absolutamente todos los ineptos que me habían visto en el Hospital de la Ribera, por lo que recibí un montón de cartas pidiendo disculpas.
También denuncié al centro donde me hicieron la supuesta rehabilitación de la rodilla porque había pasado un año y todavía no me llamaban para la resonancia. ¿Qué pasó? En una semana me hicieron resonancia, radiografías, tacs y me vio el traumatólogo quién milagrosamente se había movido para conseguir los exámenes que me habían hecho en Valencia. Resultaba entonces que cuando denuncias, sí hacen su trabajo.
A partir de ese momento comencé a denunciarlo absolutamente todo. Gracias a eso, la gente que me atendía parecía estar más despierta y ser más educada. No sé si es que habían puesto una nota en mi expediente porque habré hecho como 50 denuncias.
Además, cuando en España se esperan dos años para una resonancia, a mi me la ponían en un mes. Así es como debería ser siempre, sin necesidad de denunciar.
También aprendí a estar muy despierta para todo porque en España no me iban a ver más la cara de estúpida.
Lo increíble es la grandísima cantidad de negligencias médicas que hay todos los días y de la cantidad de gente que dejan morir.
Gente que luego de tener diarrea durante un año, resulta que tiene cáncer terminal, gente con cáncer en fase uno que va al médico y las rebotan hasta que llegan a urgencias con metástasis, gente que lleva 4 años sangrando por un problema de la vejiga y aún sin fecha para que la operen, mujeres que les hacen mal la reconstrucción de seno y casi se mueren por la infección, violencia y acoso a las mujeres durante el parto. La lista de lo que he visto y escuchado es infinita.
A un tío de Diego lo llevaron a urgencias en Almería y lo operaron de una supuesta apendicitis. Luego de meses quejándose con el médico, decide ir al privado y resulta que tiene dos tumores. Dichos tumores los tenían que haber visto los que lo operaron de la supuesta apendicitis. Cabe destacar también que le pusieron grapas y casi se muere de la infección. Sí, en España aún ponen grapas.
El pobre tío de Diego estuvo casi 2 años de que los médicos estuvieran jugando con él. Casi dos años de operaciones fallidas, de infecciones, de ir a urgencias, de mandarlo a su casa, de que ya no tenía nada, de que luego sí, esperando que lo llamaran para la quimioterapia, estar anémico por sangrados constantes, etc. Dos años sufriendo pura negligencia médica y falta de humanidad. Murió y a nadie se le ocurrió siquiera denunciar al hospital
De hecho, un abogado de Barcelona que sigo en TikTok hizo una serie de videos quejándose de lo negligente que es la sanidad española y contaba que a él le habían hecho 3 o 4 operaciones mal y que le habían diagnosticado erróneamente en innumerables ocasiones. Pero los médicos en España son como una mafia y se cubren las espaldas entre todos.
Cuando vas por la calle, a tomarte un café, a la peluquería, al médico, lo que escuchas son historias de negligencias médicas. Luego están las historias de la gente que tengo alrededor, que son muchísimas.
Pero nadie hace nada, ni remotamente se les pasa por la cabeza denunciar. Esa sanidad la pagan con sus impuestos todos los que viven y trabajan en España. No es gratis, sino todo lo contrario. Pero ellos aceptan que las cosas son así, que te puede tocar el médico malo o capaz te dejen morir.
Entonces ¿Cuál es la realidad del sistema sanitario de España?
No es gratis
La mayoría de gente en España se cree que la sanidad es pública y gratuita. Según la ley es pública, pero aun así puede que el médico no te de la atención que necesitas y te resuelva el problema con un ibuprofeno, por lo cual para mí no es pública. Tampoco es gratis ya que todo el que reside y trabaja en España paga impuestos y por ello, la manutención del sistema sanitario.
No existe la prevención
Como bien me lo dijo el primer médico de cabecera, vas si estás enfermo y no para hacer controles. Si tu eres una persona consciente que se ocupa de su salud y te quieres hacer tus controles anuales, te los tendrás que pagar aparte, o te tendrás que inventar síntomas para que te atiendan.
Por eso es que la media del español está tan destruida físicamente, porque cuando caen en un centro médico, están ya casi para morirse.
Miren mi caso con la rodilla, como está desgastado el cartílago y ya, ellos se lavan las manos; ni me tratan ni paran eso para que no avance. Pero en 50 años seguro caería en urgencias para una operación.
Es evidente que el que diseñó ese sistema no sabe que la prevención sale más barata que tener las urgencias de los hospitales colapsadas.
Pastillas sin saber lo que tienes
Si vas al médico de cabecera porque te duele la cabeza te mandará pastillas para el dolor sin siquiera haberte revisado.
Porque en España los médicos ni te tocan. Cuando iba a mis controles anuales en Venezuela, el médico me pesaba, me medía, me hacía un electrocardiograma, me escuchaba el corazón y los pulmones y me palpaba todos los órganos. En España te mueres sin que un médico te haga una revisión como se debe.
Tiempos de espera
Te mandarán las pastillas para el dolor de cabeza por varios meses, si te sigues quejando te darán unas pastillas más fuertes por otros tantos meses, si te sigues quejando con suerte te hacen un examen de sangre, si te sigues quejando puede que en dos años te manden la solicitud para una resonancia. La cita de la resonancia te la darán en uno o dos años.
0 vocación, 0 humanidad, 0 empatía
Nunca había visto gente tan inhumana y maleducada en mi vida. Que un médico te atienda y ni te mire a la cara es otra experiencia que solo viví en España.
La verdad es que la mayoría de los médicos que conocí en ese país no tenían nada de vocación, era como que estaban haciendo el trabajo con asco porque no les quedaba de otra.
Lavado de cerebro
A pesar de todo lo mencionado, la mayoría de la gente sigue creyendo que tiene la mejor sanidad del mundo. Creo que desde pequeños les repiten lo mismo hasta que se lo creen. Además, en los medios de comunicación están todo el tiempo poniendo lo mismo.
Impunidad
Ésto es lo más triste. Los médicos en España no pagan por su falta de vocación y mucho menos por sus negligencias. En Estados Unidos un médico iría preso o no podría trabajar en el resto de su vida por una negligencia médica.
Por mi experiencia con todas las denuncias que hice ante la conselleria de sanidad les puedo decir que esconden las negligencias médicas muy bien. Las citas médicas y las pruebas si te las pondrán en un tiempo decente, pero para temas de negligencia médica ya tendrías que ir con un abogado. Aun así, los mismos abogados se quejan de que el sistema está hecho para que sea imposible que se compruebe una negligencia médica.
España ni remotamente tiene “la mejor sanidad del mundo mundial”.