Cuando empezamos a ver propiedades en Madeira encontramos un montón de alojamientos bellísimos y a buen precio. De hecho, tener tantos sitios chéveres fue una de las razones para irnos a Madeira y no a Puerto Vallarta como teníamos previsto inicialmente. Pero justo cuando íbamos a reservar, los que teníamos como preferidos, desaparecieron.
Con pocas opciones restantes en airbnb decidimos reservar un apartamento que alquilaba una host llamada María. Tenía muy buenas reseñas y las fotos estaban bien hechas.
Reservamos una semana durante la cual buscaríamos alojamientos para larga estancia ya que inicialmente teníamos previsto pasar 3 o 4 meses en la isla. El alojamiento de María era lindo, pero nosotros queríamos algo frente al mar y con jardín si era posible.
Íbamos a hacer el check-in a las 23h y María no tuvo ningún problema y tampoco cobró extra por eso. La mujer era un encanto y para colmo, nos esperó con 4 pastéis de nata. Nunca nos habían recibido en ningún alojamiento con un detalle del estilo.
Lo primero a destacar es que el Internet era de 100mb y fue el único alojamiento que tenía un buen internet, los demás no pasaban de 30mb. Al principio tuvimos problemas porque la conexión se caía en algunos momentos, pero María vino al día siguiente, llamó a la compañía y nos cambiaron el router.
Además de esto, el apartamento estaba impecable y tenía productos de limpieza. Era luminoso y aunque no tenía vistas al mar, el balcón daba a una plantación de cambures. La cocina estaba super bien equipada y había cosas básicas como aceite, café y sal.
Esa semana íbamos a visitar los alojamientos que ya habíamos preseleccionado por airbnb y por flatio (una web de alquileres de Madeira).
El primer día solo visitamos un apartamento porque fue el único que respondió de todos los que habíamos contactado y lo descartamos porque era muy pequeño y la velocidad del internet no era buena.
Habíamos quedado para ver otro en el centro de Funchal y a la tipa se le olvidó ir y luego puso la excusa de que nosotros no le habíamos confirmado, por lo que descartamos el alojamiento y la agencia en general por ser tan incompetentes.
También hubo una mujer de una agencia que le escribimos por la web especificando que nos contactara únicamente por WhatsApp. Ella nunca lo entendió y le reventó el teléfono a Diego a llamadas y cuando atendí, hablaba en portugués, aunque yo le estaba hablando en inglés. También quedó descartada.
Esto nos pasó con varios alojamientos en Madeira ya que a pesar de que yo escribía en inglés, ellos respondían en portugués como si nada. Yo puedo escribir en portugués y buscarme en un traductor lo que no sepa escribir, pero como los interesados y los que trabajan en el turismo son ellos, al igual que yo puedo poner el traductor, ellos también pueden hacerlo.
Visitamos un apartamento en la zona de Caniço que tenía dos terrazas y estaba nuevo. Tenía 200mb de internet y costaba 750 euros al mes. Lo que nos parecía buen precio para la localización y las vistas que tenía.
Este apartamento era de un holandés que había invertido allí sin siquiera ir a conocer la isla antes. Al principio nos pareció medio tonto. Nosotros le dijimos que queríamos estar alrededor de 4 meses, pero que iríamos pagando por mes ya que no queríamos atarnos a tener que estar 4 meses ahí.
Cuando le confirmamos que queríamos alquilar con él ya que en general la oferta de buenos alojamientos es bastante escasa o los que alquilan son medio inútiles. El tipo nos dijo que se quedaba con nosotros ya que las otras personas que habían visitado “no le daban good feeling”.
Ahí la cosa se puso rara ya que el hombre quería que le pagáramos el primer mes junto con el depósito de seguridad tres días antes de hacer el check in en su propiedad. No conforme con eso, entraríamos el 21 que era cuando él tenía su viaje de vuelta a Holanda, pero las llaves del apartamento nos la daba el 20 y tenía que tener el dinero en su cuenta ese día.
Como ven, todas comodidades para él y problemas para nosotros porque en el apartamento de María teníamos el check out el 20 por lo que tendríamos que ver dónde pasar esa noche extra a pesar de haber pagado ya y tener las llaves del nuevo apartamento.
Le pregunté varias veces sobre la limpieza ya que lo lógico es que tengas un servicio que vaya y deje la casa limpia e higienizada antes de la entrada. Nunca respondió al respecto, por lo que entendimos que nos iba a dejar el apartamento sucio. Otro punto por destacar es que pretendía alquilarnos el apartamento los 4 meses e irse de nuevo a su país, por lo que no quedaba nadie en Madeira para asistirnos si pasaba algo como que se rompiera una tubería, por ejemplo.
Como pueden apreciar, el que parecía tonto era más listo que todos. Obviamente yo le respondí que así no era la cosa, que las llaves se dan al momento del check in y no el día antes, que el depósito de seguridad se da al momento del check in cuando nosotros verifiquemos el estado del apartamento y que el pago del primer mes se hace en mano al momento del check in. Resulta que así al chico “no le daba un buen feeling” alquilarnos el apartamento. Lógicamente, antes de que a él no le diera buen feeling, ya yo había decidido no alquilarle nada.
El último alojamiento que visitamos se llama Quintas das Vinhas y queda en Estreito da Calheta (cerca de Ponta do Sol) Este es uno de los alojamientos preferidos de los nómadas digitales y cuesta alrededor de mil euros al mes. Alquilamos carro para visitarlo porque era imposible llegar con el escaso transporte público.
El sitio es precioso, pero también lo descartamos por lo siguiente: necesitas el carro obligatoriamente para lo más básico como ir al supermercado, la playa quedaba a una hora caminando en una bajada casi vertical que luego te tienes que subir para volver, la cocina era mínima y no estaba bien equipada para estancias largas, la cabaña era fría y solo tenía una estufa pequeña que no era suficiente para calentarlo todo, no había artículos de limpieza por lo que tenías que pagar 50 euros cada vez que necesitaras que te limpiaran la cabaña, no tenía lavadora por lo que también tenías que pagar extra por eso. Esto significaba una logística adicional que me daba bastante fastidio.
Entonces, llegamos a mitad de la primera semana viendo que no había alojamientos como los que buscábamos y que Madeira no era ni remotamente lo que nos habíamos imaginado; por lo que decidimos alquilar una semana más para recorrer la isla y ya, irnos de allí.
Afortunadamente María nos pudo ampliar la estadía otra semana ya que le habían cancelado una reserva por el tema del covid.
Al inicio de la segunda semana vino con una cajita con dos queijadas de regalo. Nos trajo sábanas y toallas nuevas. De hecho, ella iba a cambiar las sábanas y le dije que no se preocupara, que las cambiaba yo. También trajo un paquete de papel higiénico. Esto no lo hace absolutamente nadie y si lo hacen, te lo cobran a 50 euros. Es un detalle que no le cuesta nada al host, pero casi todos los alojamientos lo cobran y bien caro.
Se quedó un rato con nosotros y nos contó un poco de su vida. Que había bajado de peso por problemas del corazón y que hace años la habían operado de la cabeza. También nos contó que la habían despedido de su empresa cuando empezó el covid y que ahora vivía de ese airbnb.
Si ya estaba contenta con el alojamiento, con eso ya quedé super enamorada de María. A partir de allí todo era “Por qué no pueden ser todos como María”, “María es lo mejor que nos pasó en Madeira”, “Ojalá todos los alojamientos tuvieran anfitriones como María”.
Pero eso no es todo, la última noche hubo una mega tormenta en la isla que hasta la luz se nos fue por varias horas. María me escribió para agradecerme la reseña que le había dejado y que si no salía el vuelo por el mal tiempo, que nos dejaba quedarnos la noche gratis en su apartamento. ¡Qué ser humano más bueno y adorable!
Como en ese momento Diego estaba en el Slack de la comunidad de nómadas digitales en Madeira, recomendamos allí también su alojamiento.
El apartamento de María es como debería ser cualquier alojamiento turístico. No pido lujos, solo pido lo justo. Bien localizado al lado de la estación de autobús y con supermercado a 5 minutos caminando. Estaba impecablemente limpio, bien cuidado, bien equipado y con buen internet. Pero para mí fue la hospitalidad de María lo que resaltó y superó mis expectativas.
Les dejo el enlace del alojamiento:
Aquí les dejo el enlace para que vean el video de mi canal de YouTube: