Lo bueno y lo malo de ser nómada digital

Hola a todos, 

Saben que amo viajar y desde que trabajo, mis vacaciones han sido siempre al 100% para eso. No soy de la gente que agarra días libres para estar en la casa y hacer diligencias; me parece botar ese limitado y preciado tiempo a la basura. 

Diego empezó a trabajar en remoto justo unos meses después que yo y a partir de ahí ideamos un plan para recorrer el mundo trabajando remotamente y a la vez, ir viendo en qué países se podría invertir en alguna propiedad en la que pudiéramos vivir todo el año (idealmente sin frío) y que a la vez pudiéramos adecuar para alquiler turístico. 

A finales de julio de 2020 Diego ya estaba full time con la nueva empresa en remoto, pero aún había muchas restricciones del covid. Así que los lugares a los que se podía ir eran muy pocos. También estaba el detalle de que teníamos que esperar que a Diego le quitaran la ortodoncia para poder irnos definitivamente de España. 

Empezamos la prueba en Italia donde pasamos 2 semanas. La idea que teníamos era de estadías largas, pero lo de Italia nos sirvió para probar que si se puede viajar y trabajar al mismo tiempo. Lo que pasa es que terminamos agotados porque pasar medio día recorriendo y luego 8 horas trabajando, cansa bastante. Además, hay que sumarle el trabajo de organizar fotos, arreglar videos y cuadrar las visitas. 

Luego empezamos a hacerlo por estadías más largas por donde nos dejaba el covid y hoy les voy a contar lo bueno y lo malo de ser nómada digital desde mi experiencia. 

Lo bueno

• Conocer muchos sitios en relativamente poco tiempo

De normal trabajando fija en un sitio, yo me podía organizar las vacaciones para ver 3 o 4 países al año. En total, tenía un mes y poco que aprovechaba al máximo. Como nómada digital no tienes límite porque te puedes ir cuando quieras a donde quieras. 

• Más tiempo para conocer con calma

Para mí, lo bueno de ser nómada digital es darle calidad a los viajes en vez de estar acumulando sellos en el pasaporte. En vez de dedicarle dos semanas a cada sitio y ver todo corriendo, puedes pasar 4 o 6 meses para explorar mejor el destino y tener una mejor experiencia.

Particularmente, después de cada viaje necesitaba un mes para descansar porque luego de estar varias semanas caminando 10 o 12 horas al día, uno termina agotado. Porque mis vacaciones son todo menos para descansar. 

Por eso, mi intención como nómada digital no es visitar más sitios sino pasar más tiempo y conocer cada país más a detalle. 

• Hacer vida de día a día en los sitios que visitas

Trabajar remotamente también te permite vivir en los sitios. 

Imagínense, se van 6 meses a México y pasan la semana como si estuvieran viviendo allí. Trabajando 8 horas al día y yendo a sus clases de baile, haciendo deporte, quizás haciendo algún curso. Luego los fines de semanas se usan para conocer y hacer esa parte de turismo. 

Lo malo

• Romantizar el trabajo remoto

Me parece lo más importante. Ahora que se puso de moda ser nómada digital, encuentras fotos y videos en las redes sociales que son la cosa más irreal del mundo. 

La foto más típica es la de alguien sentado en el césped en un parque o en la arena en la playa con su laptop. ¡NO! Tu no puedes estar 8 horas en esa posición martirizándote la columna y el cuello; mucho menos con tremenda pepa de sol ya que ni siquiera vas a poder ver la pantalla de tu computadora. Vas a seguir necesitando un escritorio y silla medianamente decentes. 

Otra atrocidad es ver los videos de los alojamientos en los que se quedan los supuestos nómadas digitales. Apartamentos o casas que no cuestan menos de 3000 euros al mes. ¿Quién se puede permitir pagar esos precios? Muy poca gente porque en el mundo en el que vivimos, si cobras 1000USD al mes ya le tienes que dar gracias al universo y con ese dinero tienes pocas opciones.

Entonces hay que tener los pies sobre la tierra y sentido común. Todo es dinero en esta vida y la mayoría de la gente no es la protagonista de esos videos maravillosos que vemos en TikTok. 

• Es imposible encontrar el alojamiento de tus sueños. 

Ningún alojamiento va a ser como la casa de uno, eso hay que tenerlo clarísimo. Para mí, lo peor es el tema de la limpieza porque necesito que todo esté impecable y nadie tiene mis estándares en ese aspecto; además, un empleado de limpieza va a hacer lo mínimo para que se vea limpio por encima. Por lo tanto, hay que asumir que uno tiene que llegar y pasarse unas horas limpiando para poder tener el sitio medianamente decente. 

Luego está el internet. Como no estás de vacaciones y vas a trabajar, debes asegurarte de que el internet funcione. Pregunta exactamente la velocidad que tienen contratada porque todo el mundo va a decir que su internet es excelente.

Otra cosa que falla siempre es el equipamiento de la cocina. Los alojamientos turísticos y en general los sitios que se alquilan amueblados no van a tener todo lo que necesitas. Son viviendas que usa la gente que está de vacaciones y que raramente come en la casa. Todos tienen lo básico, pero no lo necesario si vives allí. 

Por lo que hay que asumir que uno va a tener que comprar algunas cosas y es dinero perdido porque luego te vas de allí. En Portugal, por ejemplo, en un alojamiento le pedí a la host algunas cosas y dijo que no tenía, por lo que tuve que ir a comprar un bowl grande, una hielera y un vaso para la túrmix.

Otro problema que tenemos siempre es «La zona para trabajar«porque aunque filtres los alojamientos para que solo te salgan los que tienen zona de trabajar, luego resulta que lo únco que tienen es la mesa del comedor que lógicamente no es nada cómoda para trabajar.

Por último, nosotros nos pusimos un budget de 1000 dólares mensuales para alojamiento. Por ese precio no te encuentras mansiones de película y a mí me parece mucho dinero; luego tuvimos que subir el presupuesto a 1500 dólares. Esperaba encontrar mejores opciones por ese precio. Además, hay sitios que siguen siendo una porquería a pesar de ser caros.

Hay gente menos exigente que se puede quedar en hostels o en colivings y paga menos. Aún así, nosotros también investigamos los colivings y son caros.

• Problemas para conseguir los productos que usas

Esto es algo que a mí me fastidia bastante al momento de viajar. Uso determinados productos de skincare que a veces es difícil encontrar en algunos países. 

Por ejemplo, en Armação de Pêra se me acabó la crema del cuerpo del LIDL y me tuve que comprar una nivea. Estuve todo ese mes con la piel que parecía un cocodrilo. En Portugal tampoco había todos los productos de ISDIN que yo quería.

También está la cuestión de que quizás la dirección en la que te quedas está incompleta y el transportista no te encuentre para entregarte el paquete.

• Más gastos

Si viajas más, gastas más. Lo lógico. 

Además, hay que tener en cuenta que los alquileres turísticos son más caros que un alquiler de larga duración y por ahí también vas a gastar más. A eso súmale vuelos y desplazamientos. 

• Hace falta tener una base

Luego de recorrer como nómadas digitales, nos hizo falta tener un hogar o una base con nuestras cosas, nuestra limpieza, nuestra cocina, etc. Hay gente que no lo necesita, pero nosotros sí. Un lugar al que uno pueda volver cuando se canse de recorrer.

• Pagar impuestos

Este es un gran problema ya que el sistema aún no está preparado para los nómadas digitales. De normal la gente paga los taxes en el país del que tiene la nacionalidad y se evita complicaciones. 

Pero como en España te roban más de la mitad del sueldo si eres autónomo, seguimos buscando un sitio decente para pagar impuestos. En otro post les contaré al respecto porque ha sido una investigación extensa y frustrante.

• Ruido

A nosotros casi cualquier sitio nos resultaba una mejoría en este aspecto porque en el apartamento Diego los vecinos de arriba eran subnormales y todos los días estaba el bebé llorando, o estaban martilleando, o arrastrando los muebles. 

Pero hay que tener en cuenta que quizás no tengas las condiciones más favorables para trabajar. Por ejemplo, en Armação de pêra teníamos casi todos los días al jardinero cortando el césped y se hacía muy pesado. 

• Quizás no puedas hacer todas las actividades que quieras

Debes saber adaptarte y probar cosas nuevas. No vas a tener tu clase de pilates en todos los lugares a los que vayas y en muchos no habrá ni gimnasio. Por lo que en ese aspecto estarás un poco limitado, pero tendrás la oportunidad de ir haciendo cosas nuevas y salir de tu zona de confort.

Yo tengo mi rutina de ejercicios con peso corporal y además, tengo videos de entrenamientos para los que solo necesito una colchoneta de yoga.

LO QUE YO TE RECOMIENDO 

• Reducir al máximo tu ropa

De pequeña era fan de comprar muchísima ropa y tenía una cantidad absurda. Luego maduré y me pasé al otro lado, ahora tengo la cantidad mínima indispensable. En primer lugar, porque odio el consumismo y porque al final uno no usa tanto. En segundo lugar, porque la vida es más fácil mientras menos cosas tienes: ahorras más, necesitas menos espacio, tienes menos que limpiar y lavar, y lo más importante: tienes menos que meter en las maletas. 

Si solo puedes llevar 23 kg de equipaje y 10 kg en mano, esa es la ropa que deberías tener en tu vida si eres nómada digital. Nosotros ahora llevamos una maleta grande con ropa de verano, una con ropa de invierno y otra con cosas de baño, deporte y zapatos; luego, en las mochilas de mano llevamos computadoras, cámaras y dos peluches.

• Comodidad ante todo

Cuando era pequeña, viajaba con los outfits organizados y con todos los accesorios a juegos. A un punto regalé todos mis zarcillos, pulseras, cadenas, etc. Me llevaba hasta los bolsos a juego. También tenía muchísimos pares de cholas para cuando iba a la playa. 

Ahora uso siempre los mismos zarcillos y no tengo collares ni cadenas. Para viajar solo llevo una mochila y un par de cholas para dentro de la casa y otras para la playa. 

Además, mis outfits son al 100% ropa deportiva y básica casual. Comodidad es calidad de vida. 

De 40 pares de zapatos que tenía pasé a 6 que son todos de deporte: running o Trail running, porque es lo único con lo que se puede aguantar caminar muchos kilómetros al día.

• No gastes dinero en maletas

Cuando empecé a viajar sola era fan de mis maletas samsonite porque en esa época había que tener maletas que no pudieran robar. Aún las tengo y son de muy buena calidad, pero muy caras. 

Hoy en día es bastante improbable que te roben una maleta y creo que hay que comprarse lo más barato que haya; cuando se dañe, la botas y compras otra barata. Además, mientras más fea la maleta, menos va a parecer que tienes algo que valga la pena robar. 

Me parece útil también comprar un forro, así se evita un poco que se dañe la maleta con tanto golpe. 

Además, si viajas como nosotros, es mejor optar por las mochilas. Esto depende del tipo de viajes que hagas y de tu condición física porque no está fácil llevar de 10 a 15kg en la espalda por varias horas. Nosotros viajamos con mochilas a partir del viaje de Vietnam. 

• Relájate con la limpieza

Soy obsesiva de la limpieza y el orden. Mi ropa, por ejemplo, va ordenada por color, temporada y tipo. En mi casa pongo la aspiradora robot a limpiar el suelo todos los días, por lo que no van a encontrar una partícula de polvo. 

Como nómada digital aparte de asumir que voy a encontrar los sitios sucios, aprendí a relajarme un poco con la limpieza porque no es mi casa y no voy a estar mucho tiempo allí. Si los cristales no están impecables como a mi me gustan, así se van a quedar porque no se los voy a limpiar de gratis para irme en uno o dos meses. La ropa se guarda de la forma más rápida y las cosas en la cocina las dejo como caigan. 

Además, aprovechamos que en casi todos los sitios hay lavavajillas y no me molesto en lavar ni un plato. 

En conclusión, para ser nómada digital debes seguir con los pies sobre la tierra y tener claro que no todo va a ser perfecto ni como lo ves en redes sociales. Aun así, es genial poder trabajar desde cualquier lugar del mundo. Además, puedes moverte durante unos años, volver a tu base o quedarte en un sitio para descansar y luego seguir moviéndote. 

Siendo remoto tienes más control de tu tiempo y más posibilidades en la vida si te gusta viajar. Además, te lo gestionas para que el viaje se adapte a tu tiempo, a tu ritmo y a tu capacidad monetaria. 

Lo mejor es que tienes todo el tiempo del mundo y no estás limitado a esperar que te den vacaciones para poder irte a algún sitio.