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El apartamento de Quito, por fin algo normal

Hola a todos,

Reservamos este apartamento a través de booking.com ya que tenía cancelación gratuita y así podíamos aprovechar para hablar con la anfitriona y en caso de que no se adaptara a nuestras necesidades, poder cancelar la reserva sin problemas.

Hicimos las preguntas de siempre con respecto a velocidad del internet, equipamiento de la cocina, zonas de trabajo.

Nos quedamos impresionados de que la anfitriona nos dijo que nos ponía dos escritorios y dos sillas de oficina. De hecho, por WhatsApp nos envió las fotos de los escritorios y las sillas que había visto, para que eligiéramos nosotros las que más nos gustaban.

Al hacer la reserva a través de booking.com, teníamos la posibilidad de pagar en efectivo al llegar, esto nos daba mucha tranquilidad ya que, si llegas y no te gusta el alojamiento o no es cierto lo que habías visto en la página web, te vas sin perder todo tu dinero como pasa con Airbnb.

La anfitriona también nos puso en contacto con una agencia que nos gestionó el transfer desde el aeropuerto a buen precio.

Nos recibió Vero, quien vivía en el mismo edificio, ella era la encargada de gestionar el alojamiento ya que la propietaria vive en España. Desde el primer momento nos quedamos encantados porque era la primera vez desde noviembre de 2021 que nos encontrábamos con un alojamiento normal.

Estaba limpio, el sofá y las sillas tenían forro (lo que me parece básico para un alojamiento turístico por higiene), buena velocidad de internet, dos zonas de trabajo normales, cocina perfectamente equipada para largas estancias, botella de agua grande con dispensador (ya que en Latinoamérica no se puede beber agua del grifo), amenities (jabón, fruta, café, té, azúcar, sal, etc.), suficientes toallas de buena calidad, buen colchón, suficientes mantas.

El control remoto de la televisión estaba un poco roto y al día siguiente nos trajeron uno nuevo.

En Quito, aunque hace frío no usan calefacción. Como para nosotros hacía mucho frío sobre todo para ducharnos, le pedimos a la anfitriona si por favor nos podía colocar algo de calefacción y en dos días, ya teníamos una estufa nueva. Lo malo es que era muy pequeña y no calentaba nada.

Con los alojamientos de Airbnb casi siempre es un problema porque muchas veces el dueño del alojamiento ni siquiera vive en la misma ciudad, pero aquí el servicio y la hospitalidad fueron inmejorables ya que Vero vivía en el mismo edificio y si teníamos cualquier inconveniente, en 5 minutos estaba resuelto.

Algo que nos dio muchísima calidad de vida es que era tranquilo y prácticamente no había ruido. Esto fue un gran cambio luego de Playa del Carmen, Colombia y Perú. Además, las ventanas eran de buena calidad y aislaban relativamente bien.

En cuanto a ubicación, está en la zona del Mariscal que es una de las mejores de Quito. Teníamos un restaurante vegano y el supermercado Super Maxi a 5 minutos caminando. Además, estábamos relativamente cerca de lugares de interés como el centro, museos y parques.

Aunque inicialmente teníamos planeado pasar 3 meses en Quito, solo pasamos un mes ya que decidimos volver antes a Europa; pero la estadía allí fue agradable y la mejor de todo el recorrido por Latinoamérica.

Como nómadas digitales nos hemos dado cuenta de que es muy difícil y casi imposible encontrar estándares básicos en los alojamientos turísticos; aunque pagues mucho dinero, encuentras suciedad, mala hospitalidad, cocina mal equipada, malas calidades, precariedad y ni pensar en pedir zonas de trabajo.

En este alojamiento estuvimos tan bien porque era evidente el sentido común de la anfitriona y las ganas de prestar un buen servicio.

Cuando nos volvíamos a España, Vero nos dio un sobre para que lo enviáramos a María Elena, la dueña del apartamento. María Elena estuvo escribiendo a diario durante varios días para que enviáramos el sobre urgente. Como se imaginarán, nosotros teníamos mil cosas que hacer más importantes, sobre todo porque teníamos 7 meses fuera. Luego de mandar el sobre, me pidió los datos para pagarnos el envío. Los 5 euros nunca llegaron. Así, la anfitriona que teníamos en tan alta estima, quedó mal por unos miserables 5 euros.

Link del alojamiento:

https://www.booking.com/hotel/ec/confortable-moderno-y-hermoso-departamento.es.html

Enlace a mi cana de YouTube para ver el video de la propiedad:

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