Hola a todos,
Azores es uno de los destinos que se ha hecho super famoso en los últimos meses en las redes sociales. Como todo lo que se veía publicitado era naturaleza, decidí visitar São Miguel. Pasaríamos 5 noches y 4 días enteros.
Decidimos alquilar un carro ya que el transporte público en la isla es casi inexistente. En Porto habíamos tramitado un código de empresa con Avis con el que nos hacían un precio fijo más económico independientemente de la temporada.
Cuando llegamos al aeropuerto, vimos que las reservas de Avis eran gestionadas por una empresa que se llama Ilha Verde y era la única empresa de alquiler de carros que tenía gente haciendo cola.
Hicimos más de una hora de cola y luego estuvimos más de una hora para que nos dieran el carro.
Reservando con el código tenemos mejores condiciones en cuanto al depósito de seguridad. En vez de dejar 3000 euros de depósito que es lo que piden con cualquier reserva normal sin seguro, solo debíamos dar el monto de la reserva más 120 euros que corresponde al tanque lleno de gasolina. O sea que teníamos que dejar casi 365 euros de depósito de seguridad. La chica no entendió bien lo que explicaba en nuestras condiciones y solo nos cargó 120 euros en la tarjeta.
El carro era nuevo y estaba limpio. Cuando lo devolvimos, nos regresaron el depósito de forma inmediata.
Organizamos las visitas de la siguiente manera:
SABADO 20
- Furnas
- Furnas Lagoa
- Parque da Grena
- Vila Franca (Nossa Senhora da Paz)
- Praia Agua d’Alto
- Praia do Fogo
DOMINGO 21
- Lagoa do Fogo
- Miradouro Santa Iria
- Praia do Areal de Santa Bárbara
- Salto do Cabrito
LUNES 22
- Lagoa das Sete Cidades
- Miradouro da Vista do Rei
- Lagoa de Santiago
- Ponta da Ferraria
- Lagoa do Canário
- Praia dos Mosteiros
MARTES 23
- Nordeste de la isla
- Salto do Prego
- Ribeira dos Caldeirões
- Poço Azul
- Faro de Arnel
- Ponta do Sossego
MIERCOLES 24
• Ponta Delgada
Cada día empezábamos con una ruta de senderismo porque era lo que más nos interesaba hacer en las Azores. Salíamos siempre a las 7AM para poder estar empezando las rutas antes de las 8AM.
El primer día fuimos a Furnas para hacer una ruta de 10Km alrededor de la laguna. Al principio hicimos una subida casi vertical por carretera, pero el resto del recorrido fue plano. Me sentía como si estuviera en la serie de Virgin River porque aquel lugar no podía ser más hermoso. Estuvimos solos casi todo el recorrido.
Casi al final, ya a mediodía, llegamos a unas calderas que es donde empieza el Parque da Grena. Ahí había un poco de gente, en su mayoría locales.
Recorrimos también el pueblo de Furnas, que es un espectáculo: casas preciosas, nada de edificios y todo perfectamente cuidado y limpio. Además, en mayo estaba todo lleno de flores.
Una de las mayores atracciones de São Miguel es Vila Franca para ir a hacer snorkelling. Lo descartamos porque no teníamos ganas de hacer tours y porque en mayo, el agua aún está muy fría.
Nos hubiera gustado ir nadando o con kayak hacia la isla (porque está muy cerca) y luego hacer snorkelling. Para eso hubiéramos necesitados llevar más equipamiento y más tiempo. Porque solo eso nos hubiera llevado el día entero.
Si quieren hacer snorkelling allí, háganlo en temporada baja, aunque tengan que usar neopreno.
Fuimos al Mirador de Nossa Senhora da Paz para tomar las fotos de la isla y luego llegamos a la parte que está justo enfrente.
Las últimas paradas del día fueron Praia do Fogo e Praia Agua D’Alto. Me gustó más la primera porque tiene la montaña detrás.
El segundo día empezamos por la Lagoa do Fogo. Cuando llegamos estaba el estacionamiento vacío y todo cubierto de neblina. Aquí teníamos pensado hacer una ruta no oficial que encontramos en wikiloc que iba bordeando la laguna y luego volvíamos por otro sitio. La ruta oficial va y vuelve por el mismo sitio.
La vegetación es completamente diferente a lo que habíamos visto en Furnas. Me sentía en una película de Avatar. La ruta no era muy cómoda porque había que estar subiendo, bajando, saltando, metiendo los pies en barro, etc.
Llegamos a la playa que es el final de la ruta oficial y vimos que unas gaviotas se pusieron agresivas con unos alemanes que estaban más adelante.
Seguimos avanzando y llegamos a otra playa que también era de película, pero estaba todo lleno de gaviotas. Como era temporada de anidar, se pusieron agresivas a volar a nuestro alrededor. A un punto, agarramos palos para defendernos porque varias veces intentaron llegar a nuestras cabezas.
Ustedes imagínense la situación. Cada uno con un palo cubriéndose la cabeza, Diego con el celular intentando encontrar por dónde seguía la ruta y por momentos grabando cómo nos atacaban las gaviotas.
El supuesto camino por el que debíamos seguir estaba inundado, por lo que decidimos regresar por el mismo sitio.
A mediodía cuando nosotros terminábamos la ruta, era que comenzaba a llegar la gente.
Como la ruta se nos había quedado corta, decidimos ir a hacer otro senderismo por el Salto do Cabrito. La cascada no tiene nada de especial, pero el lugar también era hermoso.
Entre las dos rutas hicimos alrededor de 15Km.
Luego fuimos al Miradouro de Santa Iría y a la Praia do Areal de Santa Bárbara. Ambos también espectaculares. En esta playa estaba toda la orilla llena de medusas caravela-portuguesa.
Como las Sete Cidades es lo más famoso de las Azores, decidimos dejarlo para un día de semana. Así que el lunes empezamos la ruta en la Lagoa Azul.
Esta zona es muy grande y hay varias rutas de senderismo. Combinamos tres rutas para un total de 26Km. Al final, hicimos 30Km.
Otro lugar espectacular lleno de lagunas de diferentes tamaños. Aquí también cambia la vegetación con respecto a lo que habíamos visto los dos días anteriores. De verdad, el lugar era increíble, daban ganas de estar sacando fotos cada dos minutos.
Aquí a partir de mediodía ya podías ver los puntos más turísticos con bastante gente, sobre todo los miradores.
También hay que hacer buena parte de la ruta por carretera de asfalto.
Terminamos los 30Km agotados pero felices.
Después de aquí me hubiera ido al hotel a descansar, pero había que cumplir con el programa. Fuera de esta ruta, nos quedaba la Ponta da Ferraria y la Praia dos Mosterios.
La Praia dos Mosterios fue la que tenía menos oleaje de todas las que vimos. Además, hay unas formaciones rocosas que recuerdan a las playas de Algarve.
Iba con muchas expectativas a Pontra da Ferraria porque supuestamente había piscinas naturales de agua caliente. En realidad, hay una sola piscina natural que está más caliente que el mar. Cuando visitamos parecía que el agua no estaba muy caliente porque solo había una persona bañándose y el resto mirando.
El siguiente día fuimos a conocer la parte nordeste de la isla. Empezamos con un senderismo hacia el Salto do Prego. Aquí también el paisaje era totalmente diferente. Estaba todo a cubierto de árboles y la temperatura era muy agradable.
Había muchas gallinas por todas partes.
Esta ruta también era muy bonita, aunque se nos quedó corta.
El parque Ribeira dos Caldeirões es un lugar para que las familias vayan a hacer barbacoa y pasar el día. Aunque es un lugar lindo, no lo recomiendo para quien va a hacer turismo.
Intentamos hacer una ruta de senderismo por allí pero no había señalización y estaba sin mantenimiento por lo que había árboles caídos por todas partes.
La Ponta do Sossego es otro mirador hermoso y además con muchísimo espacio para quien va a pasar el día. Este lugar estaba lleno de gatos.
Para llegar al Faro de Arnel hay que bajar caminando porque la calle se pone casi vertical y no recomiendan llegar hasta el faro con el carro. No se puede entrar al faro, solo tomas las fotos de las vistas.
Por último, este día fuimos al Poço Azul. La ruta principal estaba cerrada y nosotros fuimos por allí porque no había ninguna otra señalización. Bajamos por un camino de escaleras casi verticales y árboles caídos, hasta que finalmente encontramos el camino correcto. El Poço Azul era lindo, pero tampoco me pareció nada especial.
El último día nuestro vuelo salía a las 14h por lo que visitamos Ponta Delgada esa mañana. La ciudad se ve en una hora y no hay nada interesante. De hecho, si lo comparo con el resto de la isla, Ponta Delgada es fea y sucia.
Si comparamos islas, es más colorida Funchal que Ponta Delgada.
Sentimos que perdimos la mañana porque hubiera sido mejor hacer alguna ruta de senderismo corta.
En general, quedé enamorada de la isla. Aunque la experiencia en el hotel fue nefasta, los paisajes espectaculares de São Miguel compensaron por esa mala experiencia.
La isla es una dicha para la vista, aunque Ponta Delgada es fea y no recomiendo ni pasar por ahí.
Todo lo que vimos era precioso y teníamos la sensación de que cada ruta de senderismo era más linda que la anterior. Cada lugar tenía una vegetación totalmente diferente.
Nos recomendaron ver una página web que se llama Spot azores; allí hay imágenes de cámaras colocadas en diferentes puntos de la isla que permiten ver cómo va a estar el clima en el sitio al que vas. Lo verificamos dos días y no funcionaba, así que nos sirvió de poco.
Una cosa que me gustó es que São Miguel es lo contrario de Madeira. Mientras que en Madeira tanto playas como rutas de senderismo estaban cubiertos de cemento, en São Miguel todo estaba hecho de forma natural.
Me dio la impresión de que el poder adquisitivo en la isla debe ser alto porque todos los pueblos eran preciosos y con casas de buen nivel. No se veía ni remotamente la miseria y decadencia que se encuentra en Porto.
Luego me contó mi fisioterapeuta que hay una zona que se llama Rabo de Peixe que es la zona pobre de São Miguel. Allí están las personas que viven de las ayudas sociales, la droga y la prostitución.
Todas las calles estaban en perfecto estado y a diferencia de Madeira, no hay túneles; solo vimos uno.
De toda la isla, solo hay edificios en Ponta Delgada.
La mayoría de las casas son blancas y los bordes de las ventanas y puertas tienen siempre el detalle de roca volcánica.
Conducir allí es un poco estresante porque, aunque en la isla no hay mucho tráfico, la gente estaciona el carro donde le da la gana. Da igual que sea una carretera y que bloqueen el tránsito normal, la gente deja el carro enfrente de su casa, aunque puedan potencialmente causar un grave accidente.
Antes de mediodía prácticamente no hay nadie en ningún lugar, por lo que es ideal para visitar si como a mí, no te gusta encontrar gente.
Como São Miguel nos gustó tanto, en un futuro visitaremos Terceira.
Se va notando el aumento del turismo en que ya se va encontrando basura incluso en las rutas de senderismo. Tengo la sensación de que visité en el momento correcto porque cuando las Azores se hagan más populares el turismo lo va a destruir todo.
En cuanto a São Miguel como un lugar para vivir, diría que no. El transporte público es prácticamente inexistente, los supermercados están pésimamente abastecidos y no hay ni Lidl ni ALDI ni Mercadona que, para mí, son los mejores. Si ya comprar por internet en Porto es arcaico, no me quiero imaginar cómo es en São Miguel.
Además, si la sanidad pública ya es precaria en el sur de Portugal, imagínense como será en las islas.
Para mí como vegana también es un rotundo no porque no hay productos veganos en el supermercado y porque solo hay un par de restaurantes en Ponta Delgada.
Gastos del viaje para 2 personas:
Vuelo: 295,82 euros
Hotel: 299,24 euros (Aquí ya hemos restado el importe del reembolso de una noche)
Alquiler carro: 244,56 euros
Gasolina: 34,51 euros
Comida: 70,7 euros
Ubers de ida y vuelta al aeropuerto de Porto: 26,3 euros
TOTAL: 971,13 EUROS
Me pareció todo caro, tanto el hotel como el alquiler del carro. En comida no gastamos mucho porque no fuimos ni a un restaurante. Almorzábamos fruta y frutos secos y preparábamos el desayuno y la cena en la habitación.
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