En un post anterior les hice una reseña en la que les contaba la experiencia general en Porto. Aquí se los dejo:
A 10 meses de estar viviendo en Porto, pareciera que las cosas malas le estuvieran ganando a las buenas.
Diego dice que “el sueño portugués no nos duró ni un año”.
Empecemos por esta realidad: en Portugal no se gestionan las reseñas negativas; la empresa las «reporta» y son eliminadas en automático. Si no las pueden eliminar, te acosan y te amenazan con denuncia. Por lo que, en Portugal no puedes confiar en las evaluaciones de Google.
La intimidación y el acoso son la primera opción de las empresas cuando osas quejarte de un mal servicio.
En julio estuvimos buscando carro usado haciendo lo posible para no ser estafados. Aun así, la empresa Rocha Automóveis no entregó el carro tal y como estaba estipulado en el contrato. Insistieron en que nos lleváramos el carro así y cuando nos negamos a llevarnos un carro defectuoso, se negaron a devolver los mil euros de la reserva. Sobre esto les contaré en otro post, pero lo que quiero destacar es que no conformes con habernos robado mil euros, nos amenazaron con robarnos más dinero a través de sus abogados «por el costo de la reparaciones» (reparaciones que nunca hicieron).
Sigamos con la situación de nuestra casa, de las que les he hablado en tantos posts. Hasta aquí sabemos que la Cámara Municipal de Porto no hace absolutamente nada contra los antiguos propietarios de mi casa quienes hicieron obras ilegales, construyeron una parte de la casa ilegalmente y durante años defraudaron con los impuestos ya que nunca declararon los metros reales que tiene la casa.
En cualquier país normal, esos criminales ya estarían fritos a base de multas.
La excusa de la Cámara Municipal es que ellos únicamente pueden hacer algo si un vecino denuncia y agarran a la gente infraganti haciendo las obras ilegales.
Denuncié una de las tantísimas obras ilegales por probar, y no pasó nada. Terminaron de reformar un edificio entero de 4 pisos sin que la Cámara Municipal se dignara a hacer acto de presencia.
Cuando estuve visitando casas en verano de 2023, ya con la experiencia que tenía, me di cuenta de que todas las casas que visité estaban en situación ilegal. Casas totalmente renovadas sin licencia de construcción que “estaban exentas de todo” o se seguían amparando en la ley que dice “que las casas anteriores a 1951 no necesitan licença de utilização”.
Era de lo más gracioso que cuando preguntabas si la casa tenía todo en regla, te respondían “La casa es anterior al 51 y la reforma no modificó nada, solo hicimos un sótano nuevo; pero bueno, todas las casas de esta zona tienen sótano”.
Traducción: la casa se reformó en su totalidad sin licencia de la Cámara Municipal y para colmo, hicieron un sótano de forma ilegal. Pero como todo el mundo hace lo mismo, no pasa nada.
Cada agente inmobiliario tiene un juego de palabras muy simpático para decirte sin decirte que la casa está en situación ilegal. Además, como las reformas se hacen en negro y nadie emite factura porque nadie quiere pagar impuestos, las obras que se han hecho no tienen ningún tipo de garantía.
Como ahora cualquiera se puede sacar una licencia de agencia inmobiliaria, imagínense el circo que es la gestión y la venta de un inmueble.
Ya vieron lo que me pasó con Maxvillage. De tres agentes inmobiliarios, ninguno tenía ni idea de los papeles que había que pedir para verificar que la casa estuviera bien. Peor no nos podrían haber asesorado.
La ilegalidad, los chanchullos, las estafas, y la trampa, son la normalidad en Porto.
Es que si los descubren no pasa absolutamente nada.
Por eso la gente se mueve en la ilegalidad, porque tienen todas las de ganar. Se ahorran el licenciamiento en la Cámara Municipal y los gastos que esto conlleva, se ahorran el arquitecto que debe hacer el proyecto, ahorran en impuestos de propiedad y ahorran en IVA.
Piensen que, si quieres hacer una reforma en tu casa correctamente, tienes que pagar alrededor de 6.000 euros al arquitecto para que haga el proyecto para la Cámara Municipal; además, debes pagar para hacer el registro y pagar nuevamente cuando te lo aprueban.
Se entiende perfectamente por qué la gente hace todo ilegalmente.
El año pasado cuando le contaba a la gente que me habían estafado, que la casa estaba ilegal y que no podría venderla en el futuro, todos me decían lo mismo: “vas a vender la casa sin problemas porque aquí todos son corruptos”.
Uno de los peritos de ADENE me dijo que no me preocupara, que el siguiente solicitador también haría el contrato sin problemas porque su colega lo había hecho cuando me lo vendió a mí y que no se iban a echar tierra entre ellos.
También me dijo que la culpa de que la gente hiciera todo ilegalmente era de la Cámara Municipal y de la burocracia que había. Hoy, cuando llevo 10 meses viviendo en Porto, le doy la razón.
La gente solo hace obras legalmente en el centro de Porto porque es la única zona en la que la Policía Municipal hace vigilancia.
Ya les había mencionado que también la gente hace las obras en las sombras y sin facturar nada. Así nadie paga IVA ni impuestos.
La gente directamente no quiere trabajar si te tiene que hacer la factura.
Me pasó muchas veces que me recomendaban a alguien y cuando preguntaba si hacían factura, no me volvían a responder.
Esta es la fórmula perfecta para la estafa: el trabajador no te hace factura y te lo deja todo mal hecho, tú vas a quejarte con el organismo competente que es el IMPIC y resulta que ellos no pueden hacer nada porque no tienes factura.
¿Quién penaliza a esta gente? Nadie.
Las inmobiliarias también intentan convencerte de que pagues la comisión en negro y no pidas factura porque así te ahorras el 23%.
El shock máximo fue al consultar con otros abogados y ellos mismos se hacían los locos para no emitir la factura y no tener que declarar ese dinero.
Si así están las cosas con los abogados, ¿Qué queda para el resto de la gente?
Ahora que hablamos de abogados, solicitadores, notarios y demás personal del ámbito de las leyes; me he encontrado con que la gran mayoría son unos auténticos mafiosos. Si se te ocurre quejarte y dejar una reseña negativa, enseguida van a acosarte e intimidarte y quizás hasta te denuncien porque a ellos no les cuesta dinero denunciarte.
Luego está el tema de que la gente da el precio sin IVA cuando eso en España es ilegal, no sé cómo está la legislación en ese aspecto en Portugal.
En los 10 meses que tengo en Porto, me he dado cuenta de que son expertos en borrar las reseñas negativas y como no, en amenazarte si no logran borrar la reseña. Salvo pocas excepciones, los que prestan servicios son cavernícolas que no tienen ni remota idea de lo que significa dar una buena atención al cliente. Se hacen los simpáticos, no resuelven los problemas y luego borran la reseña, así de sencillo.
Por otra parte, en Porto hay muchos desadaptados sociales de esos que tiran basura en el suelo, que no recogen el excremento de sus perros y que, como conductores, hacen lo que les da la gana.
Las calles de Porto son un auténtico circo.
Todo el mundo estaciona sobre la acera y enfrente de la puerta de su casa independientemente de que corten el tráfico o no. Yo creo que ni siquiera entienden que están haciendo algo mal.
En Porto, en teoría, la Policía Municipal es la que se encarga de colocar la multa a quién estaciona mal. En mayo comencé a hacer reclamaciones en la Cámara Municipal de Porto y a mandar emails directamente a la Policía Municipal.
Aunque mandé decenas de fotos y videos con los que hubiera sido más que suficiente para poner una multa, resulta que la Policía Municipal solo puede multar si encuentra al momento el carro mal estacionado.
Supuestamente estaban haciendo seguimiento en la zona y era mentira, porque el carro o la furgoneta del mismo tipo estaba allí estacionada sobre la acera frente a mi casa las 24 horas del día.
En un momento llamé cada vez que el tipo estacionaba allí ; decían que ya mandaban la patrulla y era mentira, nunca pasaba nadie.
Cuando te quejas, responden que “no tienen los medios”.
Pero luego vas al centro de Porto y resulta que en una misma esquina hay 4 patrullas y más de 8 agentes de la Policía Municipal conversando amenamente.
Es decir, fuera del centro turístico de Porto, los conductores hacen lo que les da la gana y no hay ninguna autoridad que se haga cargo.
Un domingo, el mismo subnormal que estaciona sobre la acera tenía la música a todo volumen. Llamé a mediodía al PSP y se aparecieron una hora más tarde cuando ya no había música.
Volvía a llamar a las 21h porque había vuelto a colocar la música y aparecieron a las 23:30h. Aun tuvieron la osadía de llamar al timbre y despertarme.
Tomaron mis datos y me dijeron que «ya habían hablado con él” y era mentira, porque cuando llamé solo tomaron mis datos. ¿Cómo habían hablado con alguien si no sabían ni con quién tenían que hablar?
Que la misma policía mienta, es muy grave.
Entonces, si tu vecino pone música alta todo el día y no estás en el centro de Porto, olvídate de que haya alguien que vele por tu tranquilidad y tu descanso.
Otra muestra del desastre que es esta ciudad es que las empresas ponen publicidad donde les da la gana. Ya denuncié ante la Cámara Municipal a una empresa que tenía un cartel colocado en mi calle.
Cuando se me rompió el portón los llamé porque pensaba que era alguien que vivía allí y había colocado el cartel en el muro de su casa. El señor ni siquiera tenía la empresa en Porto y por algo “tan pequeño” no le convenía venir a Porto. ¿Por qué estaba el cartel colocado en mi calle?
Tengo que decir que aquí la Cámara Municipal si actuó rápidamente, porque unos días después, ya habían quitado el cartel.
La cosa es que esta empresa tiene todo el distrito de Porto lleno de sus carteles sin pagar publicidad. ¿Cómo es posible que nadie lo haya multado?
En junio volví a denunciar otro cartel que me encontré por la zona de Valbom. (En la foto de abajo pueden ver también un carro estacionado sobre la acera con total normalidad).
Además del tráfico caótico que tiene Porto en horas punta, mucha gente maneja como loca y ya ni hablar de los motorizados que no respetan a nadie.
Los motorizados son un gran problema que no me esperaba encontrar en un “país del primer mundo”. Parece increíble, pero hay un montón de pandillas de gente subnormal que van con las motos que más ruido hacen dando vueltas por Porto. En serio, es algo patético, además de extremadamente molesto.
Ustedes háganse la imagen mental de un grupo de gorditos bajitos vestidos de cuero negro como queriendo ser malotes, crujiendo motos por las calles de Porto. El ruido de las benditas motos se escucha a kilómetros de distancia.
Lo más grave es que los que van en moto no respetan ni parecen conocer las normas de tráfico, por lo que suponen un grave peligro para el resto de los conductores. A nosostros ya nos ha pasado varias veces que hemos estado a punto de tener un accidente porque un motorizado se atraviesa o cruza por donde le da la gana.
Como ya les conté en el post anterior hay cosas que amo como la amabilidad de la mayoría de la gente y la sanidad pública me parece excelente. Pero luego están las cosas que les acabo de contar que me hacen darme cuenta de que Porto, en muchísimos aspectos es puro tercermundismo, corrupción y desorden.
Vivir en Portugal nos significa un ahorro importante en impuestos, pero el dinero ahorrado no compensa el desgaste mental y la ansiedad constante en la que he vivido. Cuando inicialmente Porto me parecía muy idílico, luego de haber sido estafada en múltiples ocasiones, amenazada, e intimidada varias veces por dejar una reseña negativa y sin ningún organismo público que me defienda, me doy cuenta de que este no es el país para mí.
Aunque mi casa sigue siendo un upgrade en calidad de vida, lo que he vivido en Porto me ha servido para decidir que ya no voy a invertir más dinero en este país (antes teníamos pensado comprar un apartamento para alquilar) y para seguir en la búsqueda un buen país para vivir.
Creo que a veces nadamos contra la corriente y la verdad nuestra oaz mental es importante, esta gente no va a cambiar, seguirán así y vendrán sus hijo y harán lo mismo.
Ojalá que todo esto valga la pena mi querida erika.
Hola mi amor! Sí, aquí lo de actuar ilegalmente y ser tramposos parece ser algo que se va transmitiendo de generación en generación. Y bueno, el universo manda sus señales y te dice dónde no es.