Hola a todos,
En este post les voy a contar un evento desafortunado que ocurrió en mi casa de Porto durante el intercambio de casas.
Heidi, la americana que estaba en mi casa de Porto, había llegado el 2 de noviembre.
El 4 de noviembre habíamos ido a hacer senderismo por el White Mountain National Park y a un punto nos habíamos quedado sin internet.
Habíamos estado hablando con ella por WhatsApp mientras íbamos hacia el parque nacional y nos había contado que estaba por el centro haciendo turismo.
Cuando estamos de regreso, apenas el celular agarra cobertura, empiezan a llegar mensajes de mi vecino en el grupo de WhatsApp que yo había creado para emergencias.
Los vecinos lo habían llamado porque había una mujer que se había quedado encerrada fuera de la casa porque había dejado la llave y el teléfono dentro.
Mi vecino no estaba en Porto, por lo que no podía ayudarla.
En ese momento mi cabeza casi explota porque no podía entender ni dónde estaba ni cómo era posible que se le hubieran quedado las llaves y el celular dentro de la casa.
Cuando estaba escribiéndole a una amiga, que era otro contacto de emergencia, Heidi escribió en el grupo para decir que ya estaba dentro y que los bomberos habían tenido que abrir la puerta.
En ese momento casi me da u infarto porque me imaginaba que habrían roto la cerradura, la puerta y como las casas en Porto son de Pladur, seguramente también habrían arrancado pedazos de pared.
Enseguida llama Heidi por videoconferencia y me pone a hablar con uno de los bomberos que le había abierto la puerta quién me preguntó si esa era mi casa y si yo la autorizaba a quedarse allí. Le pregunté si había roto la puerta y me confirmó que la puerta no había sufrido ningún daño.
La historia no tiene desperdicio. Ella estaba en la casa, ya era de noche, y salió a echarle spray impermeabilizante a sus zapatos. Cuando regresa a la puerta de entrada, se da cuenta de que se tendría que haber llevado las llaves.
Al ser una puerta exterior, lógicamente no se abre desde fuera.
Tampoco se acordaba del nombre del vecino que era el primer contacto de emergencia por estar en la casa de al lado.
Así, desde el jardín comenzó a preguntar a la gente que pasaba si hablaban inglés porque necesitaba ayuda.
Yo ya le había dicho que en Porto todo el mundo habla inglés, menos la gente de mi vecindario ya que son casi todos locales de avanzada edad.
Preguntó a varios ancianos que dijeron que no hablaban inglés y siguieron su camino. Finalmente, el vecino que tiene un garaje vino con su esposa y luego trajeron a su hijo pequeño que hablaba un poco de inglés.
Ella decía que había un vecino de quién no se recordaba el nombre que tenía un bebé y que tenía la llave de la casa.
Los vecinos entendieron que ella tenía un bebé y que se había quedado encerrado dentro de la casa.
Los vecinos colocaron una escalera para subir por el jardín y le pasaron un teléfono para que ella hablara con los bomberos y cuando le preguntaron sobre el bebé, ella dijo que no había ningún bebé dentro de la casa.
Finalmente llegaron los bomberos a mi casa, 8 agentes, una escena de película.
Dos bomberos subieron por mi jardín rompiendo parte de la valla de plástico y parte de la planta.
Abrieron la puerta con una tarjeta de plástico y se quedaron en shock al no ver ningún bebé. Interrogaron a Heidi y ella explicó que había sido un malentendido y que no había ningún bebé.
Por los videos de la cámara de seguridad y por el nivel de inglés de los dos agentes que la interrogaron, creo que nunca entendieron lo que explicó Heidi y “el bebé” será siempre un misterio.
Cuando le conté toda la historia a mi amiga, mi segundo contacto de emergencia, se quedó horrorizada porque cómo era posible que, con solo 3 días en la casa, ya había montado semejante espectáculo.
Heidi nos pidió que revisáramos las grabaciones de las cámaras de seguridad ya que ella había estado pidiendo ayuda con la esperanza de que la pudiéramos ver. Lloramos de risa entre la historia contada por Heidi y los videos de la cámara de seguridad. También se nos partió el corazón cuando la vimos rogando por nuestra ayuda frente a la cámara de seguridad.
Al día siguiente Heidi nos mandó fotos y videos de cómo había quedado la valla, ofreciéndose a reemplazarla, y le dijimos que ya lo haríamos nosotros al volver.
Esta experiencia nos sirvió para colocar la alerta bien grande en la guía de la casa y hacer mucho hincapié en esto por si hay gente despistada en intercambios futuros.
Aquí les dejo una recopilación de los videos de la Cámara de Seguridad: