Hola a todos,
En este post les voy a contar cómo fue el viaje de Porto a Narrabeen.
El 3 de marzo de 2024 nos despertamos a las 5 de la mañana para terminar de dar los toques finales a la casa y dejar todo bien ordenado.
Salimos al aeropuerto y tomamos el primer vuelo a Ámsterdam.
Inicialmente teníamos 2 horas para hacer la conexión, pero adelantaron el vuelo y solo teníamos 1h20. Además, el vuelo salió un poco retrasado por lo que aún teníamos menos tiempo.
Por lo que apenas el avión tocó tierra, saltamos de los asientos, nos pusimos las mochilas y salimos corriendo lo más rápido que pudimos. Solo hicimos control de pasaportes y fue rápido.
Llegamos a la puerta de embarque con tiempo de sobra para ir al baño. Eso sí, bañados en sudor por la carrera que habíamos hecho.
Cuando verificamos los vuelos, solo era posible hacer un upgrade en el vuelo de Ámsterdam a Hong Kong, ya que el que iba de Hong Kong a Sydney era operado por otra compañía y no daba la opción.
Pagamos 50 euros por persona para estar un poco más adelante, casi justo detrás de economy premium, y por tener unos asientos más amplios. En realidad, fue dinero que botamos a la basura porque los asientos eran exactamente iguales que los que estaban al final del avión.
Como siempre, pedimos comida vegana y es increíble cómo las calidades de la comida (y de los servicios en general) son cada vez peores. Aparte de lo que era la comida principal, no había ningún snack que fuera vegano, por lo que no pudimos comer casi nada durante el vuelo.
Cuando fuimos al baño a lavarnos los dientes y a hacer el skincare, nos encontramos a un ucraniano con el que estuvimos un rato hablando y por lo menos pasamos tiempo.
Pudimos dormir bastante en el vuelo y no se hizo tan largo.
La oferta de películas y series era pésima.
Llegamos a Hong Kong y como habíamos visto que tenían duchas gratis, nos habíamos llevado toallas y ropa para cambiarnos. Las duchas estaban limpias, aunque yo me tuve que bañar con agua fría.
En este aeropuerto teníamos 8 horas de espera porque apenas llegamos a Hong Kong, recibimos una notificación de que el vuelo se había retrasado; por lo que tuvimos tiempo suficiente para ducharnos, comer y descansar.
Teníamos el número de vuelo en la reserva era de KLM, pero como el vuelo que iba a Sydney estaba operado por Qantas, tenía un número diferente.
Luego, nuestro vuelo coincidía con uno que salía 10 minutos después. Allí nos confundimos y estuvimos esperando en la puerta que no era. Cuando empezaron a embarcar nos dimos cuenta de que nuestro vuelo era en otra puerta y ya estaban embarcando, por lo que tuvimos que salir corriendo, pensando en que íbamos a perder el vuelo.
Afortunadamente la otra puerta no estaba lejos y llegamos a tiempo para embarcar. Casi nos da un infarto.
El vuelo a Sydney fue de lo más idílico porque iba medio vacío y todo el mundo iba durmiendo en horizontal. En el vuelo no hubo nada de ruido y no se escuchó a nadie hablando, ni bebés llorando, ni nada.
De hecho, cuando fuimos al baño, estaban todos vacíos porque la gente estaba durmiendo.
La oferta de entretenimiento en este avión también fue pésima y yo terminé viendo Twilight y P.S I love you.
La comida fue mejor que la de KLM.
El control de pasaporte en Sydney fue rápido y las maletas también salieron en tiempo récord.
Inicialmente le habíamos preguntado a la pareja de Australia si necesitábamos algo para ingresar nuestras medicinas y suplementos al país y nos dijeron que había que colocarlo en la planilla que nos dan en el avión.
En realidad, nadie te pregunta nada sobre las pastillas que puedas llevar.
En la planilla solo colocamos que ingresábamos frutas y nueces; por lo que, al salir del aeropuerto, nos pasaron por otra parte y nos preguntaron qué llevábamos y les dijimos que dos manzanas que habíamos agarrado del avión y una bolsa de nueces. No nos revisaron el equipaje, con nuestra palabra fue suficiente.
Pedimos un Uber para ir a nuestra casa de Narrabeen que costó alrededor de 67 euros.
El tráfico de Sydney es infernal y nos quedamos horrorizados.
Como ya saben, muchos de nuestros viajes son para ver cómo se vive en el lugar para un posible futuro cambio de residencia, y luego de esa casi hora y media de tráfico, nos quedó claro que Sydney quedaba descartado como un lugar para emigrar.
Así termina el viaje más largo de nuestras vidas para llegar a Narrabeen, donde pasaríamos 3 meses en nuestro segundo intercambio de casas.
Estuvimos dos días viajando y llega un punto en el que no sabes si es de día o de noche, o si te toca desayunar o almorzar. Aunque pasamos el viaje bien, cuando llegamos a la casa nos cayó todo el cansancio de golpe y estuvimos más de una semana con problemas para dormir.