Hola a todos,
En el post de hoy les cuento sobre esta clínica de Porto que me tiene encantada.
Cuando llegué a esta ciudad inicialmente iba a la Clínica Luso Espanhola para mis tratamientos estéticos y debido a la incompetencia del servicio de dentista y de las recepcionistas, me fui.
De hecho, terminé yendo a juicio para que me devolvieran el miserable importe de 55 euros. Luego de ver las reseñas negativas en Google Maps y lo mediocre que es la página web, me di cuenta de que fue la decisión más acertada.
Como en ese momento en TikTok aparecía mucho el láser Fotona, busqué clínicas que lo tuvieran y contacté unas cuantas.
La mejor respuesta fue de la Clínica Best Medical Concept.
Hice cita para mi sesión de Botox y allí aprovecharía para hacer preguntas.
En primer lugar, el Dr. Pedro Santos me dijo que no me recomendaba hacer el Laser Fotona en la cara porque empeoraría mi melasma.
Allí me enteré de que tenía melasma.
Me mandó un tratamiento y recomendó hacer ultrasonido ya que era mejor tratamiento anti-edad que el láser Fotona. La sesión de ultrasonido fue dolorosa, aunque ni remotamente comparable con la tortura que fue la sesión de ultraformer en la Clínica Luso Espanhola.
Este doctor sí me gustaba porque era muy cuidadoso y delicado al momento de hacer los tratamientos.
Algo que también es muy importante es que aquí el médico estético tenía una enfermera que le asistía. En cambio, en la clínica anterior estaba el médico solo haciéndolo todo bruscamente y si acaso, lo ayudaban las recepcionistas.
Me encantaba que el Dr. Pedro tenía un enfoque conservador de la medicina estética y nunca me propuso hacer ningún relleno, solo me decía su recomendación cuando yo le preguntaba algo respecto a mi cara.
De hecho, cuando le pregunté sobre el surco nasogeniano me dijo que él lo veía bien, pero que al final todo dependía de cómo yo me sintiera y me viera. Que, si decidía ponerme ácido hialurónico, tenía que ser muy poco para que se viera bien.
A diferencia del Instituto Médico Ricart, que se enfocaba 100% en rellenos, aquí el enfoque estaba en el rejuvenecimiento con bioestimuladores y ultrasonido.
Cuando pregunté sobre la pérdida de volumen y flacidez de las mejillas de Diego, el médico propuso primero agotar los tratamientos para intentar mejorar la producción de colágeno y como último recurso, pensaríamos en colocar un poco de ácido hialurónico.
Tengo que destacar además en esta clínica el trato impecable y exquisito por parte del personal de recepción y de las enfermeras. No puedo estar más contenta.
Una vez les dije que por favor confirmaran las citas por WhatsApp así no perdían tiempo llamando hasta que yo pudiera atender el teléfono. Solo tuve que decirlo una vez.
Cuando tenía que ir media hora antes para que me pusieran la crema anestésica, no se pueden imaginar la atención maravillosa que me daban mientras esperaba.
En verano de 2024 el Dr. Pedro nos comunicó que vendría otro doctor a sustituirlo ya que él se iba a Vila do Conde. Me dio mucha ansiedad la posibilidad de que no me gustara el nuevo doctor.
Como ya había hablado con el Dr. Pedro para hacerme láser en una cicatriz, decidí hacer cita con el nuevo doctor y allí le haría preguntas a ver qué feeling me daba.
El Dr. Diogo Semedo me confirmó que podría seguir haciendo mi tratamiento para el melasma y me mandó otras dos cremas para sumar al tratamiento que ya estaba haciendo. Estuvo una hora explicando sin ninguna prisa todo lo que yo necesitaba saber.
Para la cara de Diego, nos propuso hacer 3 sesiones con bioestimuladores y luego veríamos si necesitaba algo más. Además, le dijo a Diego que tenía rosácea y dermatitis, cosa que ningún otro dermatólogo había sido capaz de decirle hasta el momento.
En mi caso, haríamos el láser para la cicatriz cada mes hasta que obtuviéramos mejoría. Era un proceso muy largo.
Luego me puse ácido hialurónico en las ojeras y me hice microneedling con despigmentante alrededor de la boca ya que esa era la zona que tenía peor debido al melasma.
Sentía mis párpados un poco caídos y le pregunté qué podíamos hacer antes de llegar a una blefaroplastia. Me propuso hacer ultrasonido con HIFU hasta que el área de los ojos quedara como yo quería.
En dos o tres consultas con el nuevo doctor ya me tenía encantaba.
También hice consulta en esta clínica para seguir haciendo el seguimiento a mis varices y la doctora me pareció muy buena. Creo que de todas las personas que me habían inyectado las varices, ella era la que mejor técnica tenía.
Otro aspecto que me parece importantísimo, sobre todo cuando en Portugal reina el desastre y el fraude fiscal, es que en esta clínica la facturación es impecable. En la Clínica Luso Espanhola todo lo facturaban como «procedimiento médico» sin ningún tipo de detalle, lo que me resultaba muy turbio. En cambio, en esta clínica cada procedimiento está bien detallado en la factura y con la cantidad de material que se haya utilizado. De hecho, una vez se equivocaron en colocar el bioestimulador y en la siguiente consulta, nos hicieron firmar una nota de crédito para poder emitir una nueva factura con el bioestimulador correcto.
En definitiva, desde que llegué a esta clínica todo ha sido perfecto. Desde la competencia del personal de recepción, la limpieza de las instalaciones, la humanidad y empatía de los doctores. Además, el enfoque conservador de la medicina estética que es indispensable para mí.
Siendo venezolana estoy acostumbrada a la cercanía y a la humanidad de los médicos venezolanos, algo que nunca encontré en los médicos españoles y que sí lo he encontrado en esta clínica. Además, después de tantas malas experiencias desde que he llegado a Portugal, no se imaginan la paz mental de saber que por lo menos aquí no voy a tener ningún problema.