Hola a todos,
Si leen mi blog regularmente, saben lo difícil que es encontrar un alojamiento que esté limpio y tenga las condiciones mínimas.
La experiencia con el ANC Resort solo cambia por el hecho de que fue la primera vez que un WC que tenía la cinta de higienizado/desinfectado, al abrirlo, todavía tenía restos de excremento.
Cuando estábamos planeando el viaje a las Azores, queríamos una habitación que tuviera cocina. Como saldríamos del hotel alrededor de las 7AM, lo mejor era preparar nosotros el desayuno, y como no había restaurantes veganos (solo un par en Ponta Delgada), también nos prepararíamos la cena al volver.
Encontramos este hotel resort en booking.com y como tenía tan buenas valoraciones, decidimos reservar.
Llegamos el 19 de mayo a las 22h al hotel y nos recibió el recepcionista André.
Fue amable, pero nos hizo perder demasiado tiempo intentando que pagáramos el desayuno ya que “alguna opción vegana habría” y que probáramos el restaurante de sushi cuando ya le habíamos repetido que éramos veganos.
Ya en recepción, se notaba que aquel hotel no era en realidad un 4 estrellas.
Cuando abrimos la puerta de la habitación, lo primero que nos llegó fue un olor a cigarro muy fuerte.
Inmediatamente fuimos a recepción y André subió para comprobar que realmente olía a cigarro.
Como el hotel estaba lleno y cambiarnos de habitación no era una opción, tendría que hablar con su manager para ver qué se podía hacer. Al rato subió y nos dijo que nos reembolsarían el importe de esa primera noche y que, si decidíamos quedarnos, al día siguiente harían una “limpieza exhaustiva” para retirar cualquier resto de olor que pudiera haber.
En dicha limpieza exhaustiva lógicamente también cambiarían sabanas y cortinas.
Le dijimos al recepcionista que no teníamos otro lugar a donde ir y menos a las 23h. Además, buscarnos otro hotel, probablemente hubiera significado perder un día de vacaciones.
El recepcionista se fue y así quedó la cosa.
Cuando vamos a usar el baño, retiramos la cinta del WC que “certifica” que está desinfectado y subimos la tapa, nos encontramos con que el WC tenía restos de excremento de los antiguos huéspedes.
Ahí ya quedó claro que ese hotel no tenía salvación.
Como la habitación apestaba a cigarro, tuvimos que dormir con la ventana abierta para poder respirar y no pasar la noche estornudando y tosiendo.
Cuando fuimos a apagar el aire acondicionado, nos dimos cuenta de que no se apagaba.
Nuevamente tuvimos que llamar a recepción, ya a medianoche y el recepcionista, que era otro diferente, no fue capaz de apagarlo.
Así que, además de pasar frío por tenerlo todo abierto, el olor a cigarro y la habitación sucia, también tuvimos que dormir con el ruido del aire acondicionado.
No solo me tenían que haber devuelto el importe de la noche, sino que me tenían que haber pagado por pasar la noche en aquellas condiciones.
Al día siguiente salimos del hotel a las 7AM y volvimos a las 17h con la esperanza de encontrar la habitación rechinante de limpia.
Entramos y no habían cambiado las sábanas y mucho menos las cortinas. Era evidente porque las almohadas tenían los mismos pelos pegados que cuando nos levantamos en la mañana y las cortinas seguían estando sucias y apestosas a cigarro.
Además, una ramita de las uvas que nos habíamos comido la noche anterior que estaba en la basura, ahora estaba en el suelo en medio de la habitación.
Parece que, en vez de limpiar, habían ensuciado más y apropósito.
De nuevo, tuvimos que llamar al recepcionista André para que viera que no habían hecho la prometida “limpieza exhaustiva”
La excusa era que como la ventana estaba abierta, el viento había traído la ramita de uvas. Para colmo, se estaban burlando de nosotros.
André volvió con dos mujeres de limpieza que tenían un aspecto terrible, parecían sacadas de una película de Tim Burton. Además, tenían cara de estar muy molestas. Como supuestamente en ese momento iban a hacer la limpieza exhaustiva y eso lleva horas, nos fuimos a recepción a esperar. Para mi sorpresa, en 20 minutos ya estaba André avisándome que la habitación estaba lista.
Lo único que habían hecho era cambiar las sábanas, nada más. Pregunté por qué no habían cambiado las cortinas, y me dijo que “no tenían cortinas de recambio”.
Aquel supuesto hotel resort de 4 estrellas, no tenía cortinas de recambio.
Nos dejaron dos chocolates a modo de disculpas que tiramos a la basura porque no eran veganos. Yo no quería chocolates, yo quería el servicio que había pagado.
En cuanto al aire acondicionado, habían logrado apagarlo, pero como tampoco tenían técnicos durante el fin de semana, habría que esperar al lunes. Aquí también, es un shock que un hotel resort de 4 estrellas no tenga personal técnico durante el fin de semana.
Como André estaba tan preocupado por saber si había alguna otra cosa que no funcionara en la habitación para dar un buen servicio, le comenté que una de las luces no funcionaba. Quedamos en que también la arreglaría el técnico al día siguiente que era lunes.
Pasó el lunes, pasó el martes y llegó el miércoles que era el día del check out. Nunca arreglaron el aire acondicionado, ni la luz y mucho menos limpiaron la habitación como correspondía.
Además de todo lo que les he contado y del pésimo servicio prestado, las calidades del hotel no se corresponden con la categoría de 4 estrellas.
Además, el hotel ya está sumamente desgastado cuando no llevará mucho tiempo en funcionamiento.
Apenas volvimos a Porto, dejé las reseñas del alojamiento con las fotos que había hecho. La reseña de Google fue borrada inmediatamente, por eso es que tiene tan buena puntación, porque reportan todas las reseñas negativas.
Les resumo lo bueno y lo malo
Malo
- Habitación con olor a cigarro
- Sucio. Incluso con restos de excremento en el WC
- Aire acondicionado nunca funcionó
- El lavavajillas tampoco funcionaba bien y había que lavarlo todo a mano
- Limpieza diaria inexistente
- De la ducha se salía el agua y se inundaba todo el baño
- Amenities de pésima calidad
- Almohadas de pésima calidad
- Paredes con humedad
Bueno
- Wifi
- Equipamiento de cocina
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