Menú Cerrar

La sanidad pública en Portugal

Hola a todos,

En el post en el que les contaba sobre la experiencia general en Portugal, les comenté un poco cómo había sido mi experiencia con la sanidad pública sobre todo con respecto a España.

Cabe destacar que mi perspectiva es como persona que tiene pasaporte europeo, porque si no perteneces a ningún país de la Unión Europea, el proceso para acceder a la sanidad pública es un poco diferente.

Viniendo de España, donde la sanidad pública es un absoluto desastre, nos planteamos contratar un seguro médico privado para estar cubiertos hasta que pudiéramos probar la sanidad pública de Porto.

Me puse en contacto con un corredor de seguros que me dio varias opciones. De todas ellas, solo había una en la que pagábamos 50 euros al mes cada uno (que es lo que normalmente se paga en España); de resto, todas las pólizas iban de 80 euros para arriba al mes.

Lo malo era que ninguna cubría la parte dental y todas tenían copago que partía de los 15 euros.

Cuando una consulta en Porto de media estaba en 40 euros y nosotros hacemos alrededor de 3 a 4 controles anuales, no nos compensaba estar pagando un seguro médico cuando igualmente había que pagar 15 euros mínimo por consulta.

Otra cosa muy importante es que ningún seguro cubría la parte oncológica, por lo que, si te daba algún tipo de cáncer, era como si no tuvieras seguro.

Hicimos la solicitud del más barato, solo por tener algún tipo de cobertura y a las dos semanas nos llamaron para hacer preguntas de la historia médica. A partir de allí, a Diego le pidieron un montón de documentación sobre la operación de la aorta que le habían hecho en España hace 15 años.

Como en ese momento no teníamos tiempo para estar buscando documentos y si faltaba algo no iba a haber forma de ir a buscarlo a España, decidimos dejarlo así.

Para tener acceso a la sanidad pública, el procedimiento es un poco más complicado que en España. Luego de que te dan el NISS que es el número de seguridad social, debes pedir el número de utente en el centro médico. Una vez que tienes el número de utente, tienes que ir preguntando en cada centro médico para ver dónde tienen cupo porque la mayoría de los médicos de familia están colapsados.

Yo había pedido que me admitieran en un centro médico y luego me asignaron una médica de familia en otro. Como nos gustó tanto la doctora, nos quedamos allí.

En nuestro caso, la asignación del médico de familia fue inmediata, aunque hay gente que espera meses.

Nos enamoramos de la médica de familia. Alice es la cosa más simpática y alegre que se puedan imaginar.

Desde la primera consulta nos pidió exámenes de sangre y orina para tener la información básica en el sistema ya que éramos nuevos. Esto es algo impensable en España.

Cuando vio los resultados, nos felicitó y nos chocó la mano a los dos. De verdad, no se imaginan el subidón de energía y optimismo que da esa doctora.

Una cosa importante es que te puedes comunicar con el centro médico por email y el personal de recepción gestiona los emails eficientemente.

En Portugal, la sanidad pública tiene convenio con casi todas las clínicas privadas por lo que te puedes hacer los exámenes en cualquier sitio casi de forma inmediata. 

Además de que puedes elegir el centro médico, puedes elegir el hospital que más te guste. Yo elegí el Hospital São João y aunque cuando iba siempre estaba llenísimo de gente, todo funcionaba bien.

Llevé todo el historial médico y le dije sobre los controles que me hacía anualmente y me mandó a hacer todos los exámenes posibles. Los que han vivido en España, saben que cuesta la vida para que un médico se digne a mandarte cualquier examen.

Además, nos pidieron documentación sobre nuestras vacunas. Como Yo no tenía manera de acreditar las vacunas que me había puesto en Venezuela, me recomendaron que me pusiera todas las vacunas de nuevo.

En España nunca ningún médico se interesó en saber sobre mis vacunas.

Enseguida me dieron cita con el especialista para hacer mi control anual.

La doctora que me atendió fue increíblemente amable.

Me mandó a hacer eco mamario, mamografía y consulta de seguimiento.

Cuando me dijeron que hacía las pruebas a las 9AM y la consulta con la doctora a las 10AM para ver los resultados, me quedé extrañada y les pregunté si los resultados iban a estar listos en una hora y me dijeron que claro, como si fuera obvio.

Me hizo mucha gracia porque pusieron una cara como si yo viniera de vivir en la selva.

El día que fui a hacer los exámenes y la consulta de seguimiento, en una hora ya lo había hecho todo y estaba fuera del hospital. Yo no me lo podía creer.

En España se hubieran tardado un año en darme la cita con el especialista, luego se hubieran tardado otros 6 meses o mas en hacerme la ecografía y la mamografía, y me hubieran hecho cada una en un día diferente. Luego de otros tantos meses, me hubieran dado la cita con la doctora para ver los resultados. Todo con el típico retraso de más de una hora.

Además, me hubieran tratado mal; porque en España si vas al médico, te tratan como si fueras un criminal.

Como Diego fue operado de la aorta hace 15 años, anualmente hace un examen de control para ver si todo está bien.

La cita con el cardiólogo se la dieron en 3 meses. Nuestra médica de familia se lamentaba porque el cardiólogo iba con mucho retraso. Nosotros estábamos maravillados porque en España hubieran tardado más de un año. Cuando le tocó la cita, en el mismo momento le hicieron todos los exámenes posibles.

Como anualmente yo también me hacía una resonancia magnética de la rodilla, casi de forma inmediata me llamaron para darme la cita con el traumatólogo.

Cuando me llamaron me preguntaron si podía ir al día siguiente y les dije si por favor era posible cambiar el día y me respondieron “Claro que es posible”, nuevamente como si yo viniera de vivir en la selva.

En España no te llaman para ver cuando puedes ir a la cita, te mandan una carta que puede que no llegue nunca. Si no puedes ir a la cita que te asignaron, no hay manera de cambiar la fecha, por lo que vuelves a entrar en la lista de espera y quizás te toque esperar otro año.

Luego de ir con el traumatólogo, me dijo que me llamarían para la resonancia y luego de nuevo a consulta con él.

Justo me colocaron la cita de la resonancia cuando me iba a las Azores. Cuando volví, mandé un email a mi médica de familia para ver si por favor podía pedir el cambio de fecha y en 5 minutos ya tenía la cita asignada para la semana siguiente.

El día de la resonancia, el doctor estaba viendo los resultados en ese mismo momento y pidió que me hicieran otra resonancia con contraste en el mismo momento. Esperamos 2 minutos a que el doctor diera la aprobación a los exámenes por si pedía algo más antes de irme.

También pedí que me mandaran a fisioterapia porque llevo 3 años con fascitis plantar y me llamaron enseguida. Me hicieron 15 días de fisioterapia con consultas cada 10 días para hacer seguimiento, y luego lo extendieron a 8 semanas porque no tenía mejoría. En España se tardaron un año en llamarme a fisioterapia, el tratamiento fue una risa de diez días y al final, como dije que seguía igual, es que me dieron cita con el médico jefe de fisioterapia (quién tampoco tenía ni idea).

Puedo decir, que luego de 3 años, la sanidad pública de Portugal me curó la fascitis plantar.

Como en algún momento estaba muy viral lo de las vacunas para el VIH, le pregunté a mi médica de familia si valía la pena ponerse la vacuna. Primero nos mandó a hacer exámenes de sangre para descartar que tuviéramos VIH, sífilis o hepatitis. Además, como en el centro de salud ella misma hace citologías con prueba de VIH, me dio la cita y me dijo que, si eso también daba negativo, no hacía falta que nos pusiéramos la vacuna.

En España solo puedes ir a urgencias si estás mal o pedir la consulta con una ginecóloga que te puede tardar un año. Es decir, es como si no existiera la especialidad.

Además, eso de que te hagan una citología con prueba de VIH en tu centro médico, en España no existe.

Cuando en España los doctores están amargados, tratan mal a los pacientes y aun así se llenan la boca diciendo que “tienen la mejor sanidad del mundo mundial”, siento que en Porto los médicos tienen una visión más realista.

Cuando le pregunté sobre el dentista me dijo que lamentablemente ése era un gran problema que tenía la sanidad pública en Portugal ya que solo estaban cubiertos los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos en situación precaria. En España no tiene dentista nadie.

En cuanto a dentista que es lo único que no cubre la sanidad pública, la limpieza dental que hacemos anualmente puede ir de 50 a 80 euros dependiendo de la clínica.

En general, mi experiencia con la sanidad pública ha sido excelente y más viniendo del desastre que es España. En Portugal se enfocan en la prevención y las consultas se gestionan de manera eficiente ya que te hacen todos los exámenes en la misma consulta. Las citas con los especialistas son asignadas rápidamente y tienen la delicadeza de preguntar la disponibilidad del paciente. Además, de casi 10 consultas a las que fuimos, solo una iba con retraso.

Todos los médicos y personal sanitario que me ha atendido han sido increíblemente amables, empáticos y muy humanos.

Aun así, está lejos de ser perfecta. Basta solo ver un poco en las redes sociales para conocer el verdadero estado de la sanidad pública en este país y la situación empeora si estás fuera de lo que son las ciudades más importantes.

A esto hay que sumarle la huelga que, desde inicios de 2023 afectaba a muchos ámbitos del país.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *