Hola a todos,
Luego de mudarnos a Porto habíamos pasado por muchas ideas distintas.
Habíamos pensado en luego de tener nuestra casa, comprar un loft para hacer alquiler turístico. Esa idea se arruinó cuando en Portugal dejaron de dar licencias para alojamiento turístico debido a la crisis de la vivienda.
Luego pensamos en comprar una casa en Turquía que fuera nuestra segunda vivienda para pasar el invierno y alquilarla en verano. La situación en Turquía nos hacía dudar e implicaría gastos mayores si teníamos que ir a hacer trámites y arreglos, además de que desconocíamos el idioma.
En uno de nuestros tantos picos de stress y ansiedad por la situación de la casa, pensamos en comprar un terreno para colocar una casa prefabricada que fuera 100% a nuestro gusto.
Después, venderíamos la casa que era nuestra actual residencia y que tantos dolores de cabeza nos había dado.
Así, comenzamos a ver terrenos con Zome Matosinhos.
Me coloqué como presupuesto para el terreno no más de 50.000 euros. Debido a lo que habíamos investigado, entre la casa y el terreno, quizás por menos de 200.000 euros podíamos tener la casa de nuestros sueños.
Para comprar un terreno sin nada, hay que ir hacia las afueras de Porto, por lo que, dependiendo de la ubicación del terreno, iba a ser imprescindible comprar un carro, lo que sería un gasto adicional. Aun así, tenía que ser accesible con transporte público.
Teniendo nuestra casa en una ubicación relativamente privilegiada, comprar un terreno, significaría perder en ese aspecto.
El terreno tenía que ser urbano o urbanizable, tener vías amplias para que entraran los camiones, y que no tuviera proyecto aprobado para que la empresa de casas prefabricadas pudiera tramitar la licencia.
Según lo que nos habían informado, el tiempo para tener la licencia de construcción era de 6/8 meses y el tiempo para construir la casa era de 6/8 meses más. La mejor opción era la casa modular que es de gama media.
Luego, comenzamos a descubrir que la mayoría de los terrenos tenían proyectos aprobados para hacer casas adosadas, por lo que era imposible colocar una casa prefabricada de una sola planta.
Además, al ponernos en contacto con las empresas de casas prefabricadas, vimos que al final, no eran tan baratas como pensábamos, porque a los precios que colocan en las páginas webs, luego se van sumando infinidad de extras.
Tomemos en cuenta también que tener la casa prefabricada lista para vivir, seguramente nos costaría más de un año.
Visitamos un terreno a 62.000 euros que nos gustó, pero la agente de SpotHome ni siquiera se presentó a la visita y luego no bajaron el precio ni mil euros. Como ya empezaba mal la cosa, decidimos descartarlo.
Así, pensamos en visitar también casas que ya estuvieran hechas por si hubiera algo que fuera exactamente lo que estábamos buscando.
Entonces, teníamos ambas posibilidades: la del terreno con casa prefabricada y la de la casa lista para entrar a vivir.
Luego de investigar en idealista, decidimos visitar estas casas:
Esta casa se veía espectacular y estaba en Rio Tinto, que es una zona que me encanta. Lo malo es que era de Remax y por el anuncio, me daba la impresión de que estaba en situación ilegal. Ya estaba vendida cuando contactamos.
Esta casa era gigante y estaba bien de precio para el tamaño y la ubicación. Lo único que ponía en duda eran las calidades. Ya estaba reservada cuando los contacté.
Esta casa tenía muchos meses en venta y no querían saber nada de inmobiliarias, por lo que tendríamos que visitar por nuestra cuenta. No me atraía demasiado porque tenía las ventanas en el techo y no en las paredes. La dejé como última opción para visitar por mi cuenta si no encontrábamos nada mejor.
Esta casa la descarté porque estaba “en proceso de legalización”; es decir, que estaba en la misma situación que la mía.
Esta casa estaba por Matosinhos. La casa por dentro estaba super linda, pero no me convencía 100% la zona.
Cuando visitamos, era terrorífica. Habían reformado a medias algunas cosas y todo estaba horrible. No había nada de la casa que se salvara. Quedó descartada porque no estaba para entrar a vivir y porque necesitaba mínimo 100.000 euros para reformarlo todo.
Visitamos el 16 de junio. La zona estaba bien, pero las habitaciones y los baños eran muy pequeños, más pequeños que los de nuestra casa actual. Además, estaban haciendo la reforma sin licencia, por lo que la casa estaba en situación irregular.
Esta casa parecía espectacular en las fotos. La visitamos el 16 de junio y la reforma y la pintura estaban muy bien hechas.
Aunque la zona exterior era maravillosa, la casa estaba frente a una carretera y de las vías del tren por lo que el ruido era doble con respecto a lo que teníamos en nuestra casa. Además, los baños eran extremadamente pequeños y no había espacio ni para colgar las toallas.
Además, había ciertas cosas raras. Primero, la reforma de la casa tenía un año de garantía en vez de tener 5 años y no nos daban facturas de la reforma porque la había hecho el dueño sin declarar nada.
Cuando preguntamos si la casa tenía todo en orden nos dijo que la casa era “anterior a 1951 y que no necesitaba licença de utilização”. Que la reforma no había modificado la estructura de la casa, solo le habían hecho un sótano pero que todas las casas de la zona tenían sótano. Es decir, que la casa estaba ilegal y se vendía en las mismas condiciones irregulares en las que me habían vendido la mía. Además, la piscina también estaba colocada de forma ilegal porque las piscinas también necesitan licencia de la Cámara Municipal.
Hasta aquí, ya había visitado 3 casas en las que se habían hecho obras ilegalmente y que por supuesto, estaban en situación irregular.
Aquí entendí que la grandísima mayoría de las casas en Porto están en la misma situación que la mía.
La visitamos el 17 de junio. Cuando vi la ubicación por Google, ya me quedé con la duda porque estaba justo en frente de una carretera.
En primer lugar, el baño social era el único que tenía bidet y el lavamanos era microscópico, incluso más pequeño que el que tenía el baño de mi casa al principio.
Las habitaciones eran muy pequeñas y la habitación principal daba a la calle y tenía mucho ruido. La zona exterior estaba muy bien y los acabados eran de excelente calidad, pero como solo tenía una reja como división, todo el mundo te veía, incluso desde la calle.
La ubicación de esta casa era de lo más ideal. Quedaba en Valbom a pocos minutos caminando de nuestra casa.
En la foto se veía que el área exterior estaba por arreglar y yo me imaginaba que ya estaría arreglada.
La casa se había quedado a medias porque los dueños se estaban divorciando.
Lo bueno es que la casa tenía la posibilidad de construir una vivienda de una habitación al final del terreno.
Lo malo es que el baño social era extremadamente pequeño y no se podía reformar para colocarle una ducha. Ese baño y la casa en general olía mal.
La escalera que llevaba a las habitaciones era poco práctica y casi vertical.
En el piso de arriba había dos habitaciones normales y un cuarto para el escritorio que era absurdo por lo extremadamente pequeño que era.
En el área exterior era necesario pintar el portón, subir los muros ya que desde la calle te veía todo el mundo, terminar de arreglar el jardín y ver qué hacer con la casa que estaba al final de terreno para renovar.
La casa costaba 295.000 euros y probablemente necesitaba 200.000 euros más para completarla.
Aun así, Diego dijo que esa casa no la compraba ni barata.
Aunque estaba un poco lejos de Porto, a 25 minutos caminando teníamos la estación de metro y el Lidl; a 25 minutos en bicicleta teníamos la playa.
La zona era preciosa y super tranquila, aunque se escuchaba muy fuerte cuando pasaban los aviones.
Íbamos con muchas expectativas e ilusiones, pero la casa nos rompió el corazón.
Lo primero es que la casa olía horrible y a medida que avanzábamos, parece que cada vez olía peor.
Uno de los baños necesitaba ser completamente reformado y el otro estaba regular.
Dos de las habitaciones no tenían ventana, lo que era absurdo siendo una casa de 3 frentes.
Había muchas paredes que se estaban desconchando por la humedad y otras que tenían grietas.
La cocina no era lo que me esperaba.
Luego había un baño horrible con una especie de almacén de herramientas detrás.
La terraza tenía una vista hermosa, pero estaba muy descuidada y todas las baldosas del suelo estaban despegadas.
Así, luego de haber visto decenas de casas en idealista y de haber visitado unas cuantas, no nos gustó ninguna.
Si me iba a gastar 300.000 euros, tenía que ser una casa que fuera perfecta y se adaptara 100% a lo que yo quería.
Seguimos con ambas opciones en mente de seguir buscando terrenos y casas, pero ya teniendo en cuenta que encontrar algo mejor a la casa que ya teníamos, no iba a ser tan fácil.
Lo bueno es que luego de estar decepcionada y asqueada de mi casa, después de las visitas, empecé a valorarla de nuevo. Nos dimos cuenta de que teníamos una muy buena casa.
Además, nos dimos cuenta de que la situación ilegal de nuestra casa no era un caso aislado ni extraño, ya que todas las casas que había visto por idealista estaban en la misma situación.
En el futuro les haré una parte 2 para que sepan cómo termina esta historia.