Hola a todos,
Luego de la desastrosa experiencia en el Hotel Colivers, hicimos una reserva de dos días en el Hotel Roosevelt para luego decidir donde reservaríamos para el resto de la estadía en Ciudad de México. Una de las cosas que más nos fastidió es que tuvimos que cambiar de nuevo el planning y usar un día que era de turismo, para estar buscando hotel.
En esta fecha la cosa se complica por la celebración del Día de Muertos y justo este año coincidió con la Fórmula 1. Por lo que varios hoteles que nos habíamos anotado para ver, en la mañana ya no tenían habitaciones.
Fuimos al Hotel Bristol y la chica de la recepción nos trató genial. Nos enseñaron la habitación y nos dijeron que no había ningún problema en guardar el equipaje.
Justo al lado al lado encontramos el mercado de Cuauhtemoc donde a partir de ese día, desayunamos y almorzamos siempre.
El día que hicimos el check in pedimos cambio de habitación porque en la parte de atrás estaban construyendo un edificio y había muchísimo ruido. Nos pasaron a otra que daba a la parte de adelante.
Luego tuvimos el problema del WiFi. Funcionaba malísimo y me dijeron que podían cambiarme de nuevo para estar más cerca de la antena. No tenía ganas de cambiarme por tercera vez, sobre todo porque ya habíamos sacado y organizado toda la ropa.
Tendría que haber cambiado la habitación porque estuve amargada todos los días por la falta de internet. No es que iba lento, es que no funcionaba en lo absoluto. Cuando regresamos de Holbox, pedimos directamente una habitación con la misma calidad y que estuviera lo más cerca posible de la antena. Ahí sí que funcionaba perfecto el internet.
Otra cosa que no me gusta es que todo el hotel tiene alfombra; y me da mucho asco ya que por más que pases la aspiradora, es lo más antihigiénico que hay. Además, casi siempre están manchadas.
El Hotel Bristol pretende ser de una categoría que ya no tiene. Hace 50 años cuando era nuevo, seguro era de lo mejor en Ciudad de México, pero ahora es un hotel viejo y desgastado que no tiene más de 3 estrellas.
Además de todo, cuando te bañas no drena bien y se empoza toda la bañera. Menos mal que limpian a diario porque con una vez que te duchas, la bañera se queda asquerosa.
En definitiva, lo mejor de este alojamiento es la localización y la atención del personal de recepción. Además, tener un mercado al lado para comer riquísimo y barato. Quizás si hubiera funcionado el WiFi desde el primer día no les hubiera dejado tan mala reseña. El colchón y las almohadas son cómodos pero necesitan reformar el hotel urgentemente.