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Holbox está sobrevalorado. Parte 2

Hola a todos, 

El segundo día fuimos hacia Punta Cocos que es donde supuestamente se puede ver la bioluminiscencia en la noche. Caminamos por la carretera y casi nos matan los mosquitos en el camino. Por allí los charcos eran más grandes y el agua llegaba incluso más arriba de las rodillas.

Los mosquitos no dieron tregua en ningún momento y yo iba con un trapo espantándolos. Porque daba igual que nos hubiéramos echado repelente. De hecho, picaban a través de la ropa. 

Después de casi dos horas pasando charcos de agua estancada asquerosa, llegamos a Punta Cocos. Era mucho mejor que la playa que está cerca del pueblo porque no hay ni restaurantes, ni beach clubs, ni música.

Nos metimos al agua porque es el único sitio donde se puede estar sin que te ataquen bichos. En todos lados te acribillan los mosquitos negros y si te acuestas en la arena te empiezan a picar otros mosquitos blancos más pequeños. Probé a acostarme en el agua y se me metieron una especie de cucarachitas en el pelo que me picaron toda la cabeza. Increíble.

Dentro del mar, los pescados también te tropiezan. Hay unos marrones que se te quedaban viendo y no se asustan.

Recorrimos toda esa zona y queríamos cruzar a la otra punta, que es la que queda frente a la Isla de la Pasión, pero un chico nos dijo que podía haber cocodrilos y que mejor no nos arriesgáramos. Diego iba a mitad de camino cruzando y yo empecé a gritarle para que volviera. Lástima, porque la otra parte se veía idílica.

Alrededor de las 14h emprendimos el camino de regreso al hotel, esta vez por la playa. Mucho mejor porque no había tantos mosquitos y mejor caminar por la playa que por los charcos putrefactos. Lo único es que tienes que ir esquivando todos los hoteles que no respetan la línea de playa. Al final, terminas metiéndote por todas las propiedades.

Esa tarde la pasamos en la misma playa cerca del hotel. Intenté acostarme en la arena a leer, pero los mosquitos te lo hacen imposible. Lo único que queda es meterte en el agua y que te cubra hasta el cuello. Diego fue todas las tardes a nadar, sin ver nada porque el agua está totalmente turbia, y regresaba fastidiado porque decía que durante todo el recorrido había cosas que le rozaban los pies. 

Esa tarde, nos cubrimos de repelente y emprendimos el camino de nuevo hacia Punta Cocos. La idea era llegar, ver el atardecer y esperar a que se hiciera de noche. Creo que no recorrimos ni un kilómetro. Nosotros intentábamos seguir y la gente corría como podía en la dirección opuesta. Llegó un punto en que dijimos “a la mierda la bioluminiscencia” y ya la veremos en otro sitio. Regresamos corriendo al hotel.

Pasamos 3 días enteros en Holbox, lo organizamos así porque yo pensé que era todo más lindo y que había más cosas que hacer. 

El tercer día fuimos de nuevo hacia Punta Cocos y nos quedamos un poco antes en una parte que estaba bien. Yo quería intentar llegar a la punta que queda frente a la Isla de la Pasión por carretera, ya que ayer no habíamos podido cruzar por agua, pero desistí apenas me picó el primer mosquito.

Esa tarde intentábamos reposar en la arena y una mujer se levantó histérica de la toalla, le dijo a su marido que “le picaba todo” y se fue corriendo al hotel. La entendí tanto. 

Me quedé un rato sentada en el agua y se pusieron como 10 pescados a darme vueltas y pasaban siempre tropezando, era super curioso. 

El día que nos tocaba irnos, como teníamos el vuelo tarde, fuimos temprano a la playa para aprovechar la mañana. Justo ese día que nos íbamos, el agua estaba un poco más cristalina. 

Me fui feliz de Holbox y para no volver nunca más.

La isla difiere mucho de lo que es en realidad e incluso “la parte más aceptable” es fea. Además, a algún genio se le ocurrió poner pedazos de cemento para hacer una especie de malecones y que cada restaurante u hotel se cortara su playa como quisiera, lo que visualmente es un shock y no muy “eco-friendly”.

Incluso el “Velero Beach Club” que es lo que te venden como lo mejor de lo mejor, no tiene ningún encanto porque te acuestas en las tumbonas a ver pedazos de cemento y la playa en sí, es de lo más feo de Holbox. 

En definitiva, creo que han destruido la isla con estas construcciones que acaparan toda la playa. Deberías poder recorrer kilómetros y kilómetros caminando por la arena y resulta imposible, porque te encuentras basura de los hoteles, paredes atravesadas en el agua, escombros de las construcciones y tienes que estar entrando y saliendo de los hoteles para ir de un lado a otro de la isla.

Además, hay mucha suciedad. Aquí la gente tira la basura y sobre todo las colillas de los cigarros donde quiere. En la parte del centro no lo notas porque constantemente están los trabajadores pasando el rastrillo por la orilla. Además, no está prohibido llevarse cosas de la playa y vi gente llevándose bolsas de conchitas y caracoles. 

Para mí esta isla fue decepcionante, más allá de los mosquitos apocalípticos, por sus precios que no se corresponden con la calidad, el irrespeto a la línea de playa, lo caóticas que son las construcciones, las cantidades de escombros en la orilla de la playa, la suciedad, que todo huele a desagüe etc. 

Aun así, intentamos disfrutar de la isla y me quedé super contenta con el hotel. Primera vez en mucho tiempo que pongo una reseña de 5 estrellas.

Aquí les dejo el enlace a otro blog que encontré y me parece muy realista en cuanto a Holbox:

http://www.nomad-as.com/2017/06/isla-de-holbox-caminar-descalzo-sale.html

Mi galería «Impacto Visual»:

Les dejo el enlace a mi canal de Youtube

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