Hola a todos,
En agosto de 2023 me di cuenta de que uno de mis incisivos centrales estaba un poco más arriba, un milímetro más o menos. Luego de hacer un seguimiento de mis fotos desde mediados de 2019 que fue cuando em quitaron la segunda ortodoncia, encontré que ya tenía el diente así desde inicios de 2022 y no me había dado cuenta.
Foto luego de la ortodoncia:
Foto de febrero de 2022
Como tenía consulta con mi periodoncista por control de la recesión de encías, le comenté lo que me pasaba y le enseñé que el diente con el retenedor puesto se veía más corto. El periodoncista me dijo que a él le parecía desgaste del diente y que él no haría nada porque era prácticamente imperceptible.
Justo en agosto también me cambié una resina del otro incisivo central.
Cuando era pequeña, tenía alrededor de once años, me dieron un raquetazo en los dientes en una clase de tenis. El incisivo central izquierdo se partió un poco y al incisivo central derecho se le murió el nervio, por lo que hubo que hacerle endodoncia. Una experiencia traumática.
Luego de que me cambiaron la resina, aunque era un pedacito de menos de un milímetro, el retenedor de arriba me empezó a apretar.
Como en Porto parecía que no había nadie capaz de hacer un retenedor y menos por un precio normal, decidí ir a Valencia con mi ortodoncista para que además me viera el diente que se me había subido. Ella vio la ortopantomografía de febrero de 2023 y me dijo que le parecía que el diente tenía anquilosis y por eso se había subido.
Esta era una noticia horrible porque un diente anquilosado ya no se va a poder mover nunca, funciona como un implante. Además, podría terminar perdiéndolo en algunos años.
Tenía que hacer otras radiografías para confirmar si era anquilosis y si era eso, la única opción era reconstruir el diente con composite estratificado.
El mejor de España es Javier Cremades que está en Madrid. Mi ortodoncista quedó en llamarlo para ver si el conocía a alguien que fuera tan bueno como él en Porto.
Me recomendó entonces a Carlos Falcão. Le escribí por Instagram ya que vi que hablaba español y le comenté mi caso.
Hice la cita para el día 10 de octubre.
Me hicieron una nueva ortopantomografía y me dijo que no le parecía que el diente tuviera anquilosis. Me hizo otra radiografía solo del diente y un TAC de la boca y descartó completamente que tuviera anquilosis.
Esto era una buena noticia y significaba que podía volver a mover el diente de forma natural con ortodoncia si lo prefería. De todas formas, aunque me hiciera ortodoncia, el diente necesitaba un poco de reconstrucción en la parte de abajo porque le faltaba volumen.
El único problema que él veía de hacer la reconstrucción era que el borde de la encía siempre iba a estar más arriba que el del incisivo central izquierdo. Eso para mí no era un problema muy grave porque cuando sonrío no muestro el borde de las encías.
Me dijo que también era cierto que un diente con endodoncia era mejor dejarlo tranquilo, por lo que quizás era mejor no volver a moverlo.
Si me hacía la reconstrucción, ellos mismos me hacían el retenedor.
Me hizo el presupuesto: 250 euros por la reconstrucción y 30 euros por el retenedor.
Diego y yo no nos podíamos creer el precio del retenedor luego de las atrocidades de precios que habíamos visto en Porto.
Esto, contra 3000 euros que costaría ponerme ortodoncia de nuevo y quizás un año de tratamiento.
Mi ortodoncista me dijo que no sabía si me merecía la pena volver a colocar ortodoncia y que el diente podía volver a moverse en un futuro.
Decidí avanzar con la reconstrucción porque era la solución más rápida y que no dañaba el diente (como sí hubiera sido una carilla); además, si en un futuro quisiera volver a ponerme ortodoncia, podría hacerlo sin problemas.
El 18 de octubre tenía la cita para la reconstrucción y el día 31 de octubre volvería para hacer un pulido al diente que era esencial para que la reconstrucción durara más tiempo.
Fue difícil llegar a lo que yo sintiera que estaba bien viéndome al espejo. Dependiendo de como me pusiera o de qué ángulo me viera, lo veía más corto o largo. Como mi sonrisa y mi maxilar no son rectos, era difícil para mí, saber la altura perfecta. Además, como el diente reconstruido se había quedado tan perfecto, también lo veía raro con respecto al otro. Sobre todo, porque mis incisivos centrales tienen formas diferentes, uno más recto y otro más triangular.
Pero en general estaba contenta con el resultado.
Aun así, tuve que volver porque el retenedor me apretaba mucho y el Dr. me preguntó cómo me sentía. Le dije que lo único que me incomodaba visualmente es que el diente reconstruido quedaba recto abajo y todos mis dientes eran redondeados en la parte de abajo y le pregunté si era posible modificarlo. Hicimos nueva cita.
Lo dejó un poco más redondeado en la parte de abajo y me gustó más ese resultado. Aunque aun lo hubiera perfeccionado en una de las esquinas. Como ya tenía el retenedor hecho y me iba un mes de viaje, decidí no modificar más el diente.
Como ya vieron en otro post, hacer un retenedor en Porto parecía ser misión imposible. Luego de la reconstrucción del diente me hicieron el retenedor y me quedaba bastante apretado, el doctor me dijo que había quedado muy rígido y que me harían otro. Me tomaron el molde para el segundo retenedor y cuando fui a buscarlo, había quedado fatal ya que los incisivos no entraban completos y había quedado una muebla suelta sin retención.
Repetimos el molde dos veces más porque el primero salió mal. Yo tenía la ansiedad al máximo porque estaba a punto de irme de viaje y no sabia si iban a ser capaces de hacerme el retenedor. Estaba aterrada porque si el tercer intento salía mal, no sabía qué iba a hacer para encontrar un lugar donde me hicieran el retenedor bien.
Fui a buscar el tercer retenedor y estaba perfecto, me quité 20 años de encima de pura tensión y estrés.
Cuando volví del viaje a Durham, fui a que me retocaran el diente por tercera vez porque aún estaba muy corto. Me volvieron a hacer el molde para el nuevo retenedor y cuando lo fui a buscar al día siguiente, nuevamente estaba mal. Los incisivos ni siquiera me entraban en el retenedor y la asistente dental salió a decirme que estaba perfecto así. Yo no me lo podía creer.
Como tenía cita el martes siguiente con la ortodoncista, les dije que ya me tomara el molde la doctora a ver si por fin quedaba el retenedor bien. Me pasé una semana poniéndome el retenedor viejo que aun me quedaba mejor que el nuevo que me habían hecho.
Estaba que no podía de la ansiedad y decidí ir a mi ortodoncista de Valencia y así aprovechaba de hacerme ambos retenedores y la limpieza dental. Cancelé la cita con la ortodoncista del Porto medical Institute by Falcão y allí iría simplemente al control de la reconstrucción y nada más.
Como probablemente me pondría ortodoncia en el futuro para bajar el diente de forma natural, prefería hacerlo con mi ortodoncista de Valencia quién es extremadamente profesional y donde sí serían capaces de hacerme un retenedor bien.
Importante tener en cuenta al hacer una reconstrucción con composite estratificado:
- No daña el diente y siempre se puede volver a cómo estaba el diente antes de la reconstrucción. Por eso yo lo recomiendo antes que colocar carillas.
- Tienes que hacer un seguimiento e ir a consulta cada 6 meses.
- La reconstrucción dura entre 5 y 10 años dependiendo del cuidado que el paciente tenga.
- Más allá de que se pueda romper, que era a lo que el doctor le daba menos importancia, lo que podría pasar es que el pedazo reconstruido se manche si la persona fuma o consume bebidas como refrescos y vino tinto.
- El doctor me dijo que se puede hacer vida normal e incluso morder cosas duras con los dientes de adelante.
Precios:
Cita de evaluación: 80 euros
Reconstrucción: 250 euros
Retenedor: 30 euros