Hola a todos,
Desde que vivíamos en Almussafes teníamos ganas de probar los intercambios de casas. Diego tenía un compañero de Iberdrola que llevaba años haciéndolo y estaba encantado.
Nosotros pensamos que lo haríamos en cuanto cambiáramos de residencia porque nos imaginábamos que a nadie le interesaría visitar Almussafes.
También teníamos la idea de que necesitábamos tener una casa y no un apartamento para hacer intercambios, pero no es así, puedes estar en la plataforma independientemente del tipo de vivienda que tengas.
Luego de estar viajando como nómadas digitales desde mediados de 2020, yo estaba asqueada y harta de encontrar alojamientos turísticos sucios, sin equipamiento, con múltiples problemas y en los que te dejaban una reseña negativa si osabas pedir una manta porque tenías frío.
Al ir a la casa de alguien, aunque no estuviera impecablemente limpio como a mi me gusta, iba a estar bastante más limpio que la mayoría de los hoteles y Airbnb. Además de que no iba a tener ningún problema en limpiar lo que hiciera falta y dejarlo a mi gusto.
Además, ibas a encontrar una cocina bien equipada, un internet funcionante, mínimo una mesa de comedor para poder trabajar, etc.
Más allá del dinero que ahorras en el alojamiento, para mí era más importante poder ir a un hogar en el que no iba a estar pasando las miserias y necesidades que había pasado en los Airbnb habiendo pagado.
Así, ya en Porto con la casa completamente arreglada y funcional, nos registramos en home exchange.
Nos fuimos guiando por el perfil de otras personas con más experiencia y creamos un perfil muy completo y detallado que nos evitara pérdidas de tiempo.
Queríamos intercambios recíprocos de más de 15 días y no aceptábamos fumadores, ni mascotas, ni niños.
Además, colocamos que el máximo de huéspedes era 2 y que se quedarían en la habitación de abajo. Más adelante, fuimos flexibles respecto a las habitaciones que compartíamos.
Nosotros teníamos dos zonas de trabajo en nuestra casa (escritorio + silla) y necesitábamos tener dos zonas de trabajo cómodas en la casa a la que fuéramos.
Colocamos en el perfil que no nos interesaban intercambios en España porque teníamos demasiadas solicitudes de España y no teníamos ningún interés en regresar.
Además, aunque hablo francés coloqué en el perfil que solo hablábamos inglés, español, italiano y portugués.
Como yo tengo que hablar francés si voy a Francia, lo lógico es que, si un francés me contacta, lo haga en portugués o en inglés.
Mi casa me parecía bastante normal y nada especial, por eso nos quedamos muy sorprendidos de la inmensa cantidad de contactos que recibimos y de la cantidad de notificaciones de cuando se guardaban nuestra casa como favoritos.
Aunque nosotros odiábamos la casa por los múltiples problemas que habíamos tenido en Porto, sentimos que fue una decisión acertada haber comprado esa casa porque tenía muy buena ubicación, no tenía vecinos y además la había dejado impecable y muy cómoda.
Nuestro primer intercambio fue con Hopi, quién nos guió para cerrar nuestro primer intercambio con ella.
De este intercambio les contaré en el próximo post.
Luego cerramos un intercambio por 3 meses en Australia.
Nos sentíamos muy afortunados de tener esa casa y ni siquiera habíamos tenido tiempo de explorar y empezar a contactar personas.
En estos dos intercambios que habíamos cerrado nos gustó mucho el lado humano y la empatía y disposición de las personas con las que estábamos gestionando el intercambio.
Algo impensable en Airbnb, donde pagas y no tienes ninguna posibilidad de pedir ni exigir nada, ni siquiera limpieza.
Generalmente se intercambia todo: los carros, las bicicletas, los paddleboards.
Lo que nosotros hemos hecho es buscar vuelos una vez que está claro cuando queremos hacer el intercambio. Luego nos comunicamos los vuelos con fechas y horarios y una vez que cuadran los vuelos, compramos los billetes, nos los mandamos y luego cerramos el intercambio.
De cada lado de la plataforma cada uno va haciendo un trabajo para asegurar que la otra persona va a tener todo lo que necesita al llegar:
- Mandar una guía en la que se detalla el uso y funcionamiento de la casa (cómo funciona la calefacción, el reciclaje, cómo se usa la lavadora, etc.).
- Indicar qué no compartes e indicar donde dejas tus cosas personales.
- Instrucciones para el acceso a la casa
- Dejar la casa limpia
- Dejar el carro limpio
- Dejar una pequeña compra de supermercado para que la persona que llega tenga qué comer al menos el primer día.
- Dar recomendaciones de turismo y lugares para comer dependiendo que los gustos de la otra persona.
- Dejar contactos de emergencia
- Estar disponible en la medida de lo posible para ayudar a esa persona cuando tenga preguntas o necesite información.
Es decir, tienes que hacer una inversión importante de tiempo para asegurar que las personas que llegan van a estar bien, al igual que la otra persona lo hace por ti.
Con esos dos intercambios estábamos felices y si lo gestionábamos bien, podíamos pasarnos más de la mitad del año viajando y vivir realmente como locales en esos lugares.
Aquí les dejo el email que manda home exchange cuando queda una semana para que empiece el intercambio: