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Intercambio Porto / Durham. Volver a mi casa para encontrarla sucia y con varios daños

Hola a todos,

En este post les voy a contar los problemas que tuvo Heidi, y cómo encontré mi casa asquerosa y con múltiples daños luego de su estadía. La suciedad era tal que incluso el WC estaba salpicado de excremento y sangre.

Desde el inicio nosotros habíamos colocado en la descripción del anuncio que compartíamos únicamente la habitación de abajo. Luego de mandarle el video de la propiedad, ella parece haberse molestado porque “nunca se había encontrado que hubiera espacios restringidos en las casas a las que iba”.

Luego de ver múltiples perfiles de Home Exchange, nos dimos cuenta de que en realidad la mayoría de la gente tiene espacios restringidos en su casa en el que deja sus pertenencias bajo llave.

Luego de explicarle que las calidades eran exactamente las mismas, lo entendió y no hubo más problemas.

Pero meses después cerramos un intercambio para 3 meses en Australia y la pareja que vendría a nuestra casa nos pidió si por favor podíamos compartir ambas habitaciones ya que ellos trabajaban en diversas zonas horarias y dependiendo del horario de cada uno, a veces debían dormir separados.

Decidimos hacer la excepción también con Heidi. Grave error.

Para recibir a Heidi, yo dejé mi casa impecablemente limpia, dejé una compra de supermercado para un par de días e incluso lentejas preparadas en el congelador, y le dejamos el carro limpio con el tanque lleno de gasolina.

Como salíamos de madrugada, dormimos en el sofá para poder dejarle la cama con las sábanas limpias

Además, dejamos una guía especificando cómo usar y cuidar de la casa. Sobre todo, poniendo atención en las cosas de la casa que en mi opinión necesitan cierto cuidado adicional.

Mi vecino Filipe y una amiga quedaron como contactos para emergencias.

A nuestra llegada a Boston, como el vuelo de Heidi llegaba en la tarde, nos esperó y nos conocimos. Nos pareció de lo más adorable y buena gente.

Ella llegaba a Porto muy temprano y nos colocamos la alarma para despertarnos durante la madrugada y estar pendientes de que pudiera entrar. Nosotros habíamos dejado las llaves en un key lock.

Vimos por la cámara que había podido entrar y enseguida nos escribió para preguntar cómo podía sacar la llave de la cerradura. Nos quedamos en shock por la pregunta y le dijimos que tenía que girar la llave de vuelta a su posición inicial y sacarla.

Me recordó a Aydin, el turco que me había hecho la primera reserva de Airbnb.

Luego me preguntó si su casa estaba tan impecable como yo había dejado la mía. Le mentí y le dije que sí.

Ella llegó el 2 de septiembre y el 4 de septiembre tuvieron que venir los bomberos a abrir la puerta de mi casa ya que ella se había quedado encerrada fuera sin llaves y sin celular.

Esa historia la tienen en este post:

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A partir de allí Yo empecé a tener miedo de cómo iba a encontrar mi casa.

Un día me dijo que la persiana parecía estar atascada. Cabe destacar que en la guía de la casa está especificado que hay que subirla y bajarla con mucho cuidado porque las paredes son de pladur.

Esta mujer subió la persiana con tal fuerza que metió la bolita de plástico que se coloca como tope en la cuerda dentro de la polea. Es decir, que con su torpeza casi daña la persiana.

Al final logró sacar la bolita y en teoría a partir de ese momento tuvo más cuidado.

A dos semanas de haber vuelto a mi casa, las persianas que ella usó no han vuelto a funcionar con normalidad. Además, de subirlas y bajarlas con tal fuerza, cuando llegamos a la casa, los tornillos estaban medio salidos de la pared.

Otro día nos escribió que se había llevado un vaso al cuarto, lo había dejado en la mesita de noche y por la mañana cuando se levantó, lo rompió.

Yo estaba ya con un ataque de ansiedad de lo extremadamente torpe que era esta mujer.

Cuando volví a mi casa, 20 días después, todavía había vidrios por el suelo. O sea, que ni siquiera fue capaz de recoger los pedazos del vaso que rompió.

En la guía de la casa tengo colocado que no hay que tocar el calentador de agua porque está conectado a un smart plug y se enciende en automático a las 3am.

Otro día, pregunta qué hace si se acaba el agua caliente porque no quería ducharse con agua fría. Yo nuevamente me quedé en shock porque no entendía como una persona sola era capaz de gastarse 100 litros de agua caliente ya que ni siquiera tenemos bañera.

En primer lugar, ella no había seguido las instrucciones para poner la lavadora como se le había indicado con agua fría.

Cuando le digo que, de todas formas, con una ducha y una lavadora con agua caliente no iba a gastar toda la capacidad del calentador, me dijo que también estaba lavando los platos a mano con agua caliente.

¿A quién se le ocurre lavar los platos a mano en invierno teniendo un lavavajillas?

“Es que como ella ponía muchas veces el lavavajillas en su casa, sus vacaciones eran para lavar los platos a mano”.

Le dije que usar el lavavajillas era más ecológico y además generaba su propia agua caliente, que no tenía ningún sentido estar lavando platos a mano.

Aun así, una ducha, una lavadora y lavar dos platos con agua caliente, tampoco iban a gastar 100 litros de agua.

El consumo de electricidad del calentador de agua ese día es algo que nunca se había visto en mi casa.

En general, ella sola consumió en 25 días la electricidad que nosotros dos consumimos en 3 meses.

En la guía también estaba bien especificado que hay un límite de electricidad y que no se pueden enchufar muchos electrodomésticos a la vez, porque se corta la electricidad y hay que hacer un procedimiento bastante fastidioso fuera de la casa para poder reiniciarlo.

Como todo lo que pudo hacer mal, lo hizo mal, también se le cortó la electricidad.

En mi casa hay un robot aspirador de Xiaomi que tengo conectado a una aplicación en mi celular.

En la guía de la casa dejé explicado cómo usarlo (apretar un botón) y cómo limpiarlo.

Otra de las cosas que me causaba pánico de cómo iba a encontrar mi casa, era que esta mujer no se había dignado a darle al botón para que el robot limpiara el suelo. No lo usó ni una vez en 25 días.

Algo que me llamaba mucho la atención es que ella estaba constantemente haciendo comentarios sobre si entraban a robar la casa, cuando ya le habíamos dicho que Portugal es un país extremadamente seguro.

Lo que más llama la atención es que una persona que viene de un país donde hay tiroteos a diestra y siniestra, tenga miedo de que se le metan a robar a la casa en un país donde prácticamente no hay crimen. A 2023 Portugal es el séptimo país más seguro del mundo.

El regreso era un sábado. Ella salía el sábado de madrugada y nosotros por la tarde.

Lógicamente, el viernes antes de salir nosotros estábamos arreglando todo para dejarle la casa perfecta.

Cuando le pregunto si necesitaba algo especial para entregarle la casa, me pregunta dónde deja las llaves. A lo que le respondo que tiene que dejarlas en el key lock, al igual que cuando llegó.

Allí me pregunta: “Debo girar los números?”

Y yo: “Obviamente, al igual que hiciste cuando sacaste las llaves”

Ahí nuevamente mi ansiedad se fue a los cielos.

Si había sido tan estúpida de dejar la clave visible en un key lock, eso significaba que no había a quién dejarle las llaves cuando se fuera porque ese key lock ya no se iba a poder usar.

Lo más gracioso es que ella el último día en vez de estar en mi casa limpiando y dejándolo todo exactamente como lo encontró, estaba paseando por Porto y haciéndose selfies.

Cuando finalmente llegó a casa a las tantas de la noche, me dijo que sí había girado los números del key lock.

O sea, ella salía el sábado de madrugada y el viernes estuvo todo el día de paseo, como si no hubiera tenido 25 días para pasear, y llegó en la noche a la casa a acostarse a dormir.

Como si estuviera en un Airbnb o en un hotel.

Llegué a mi casa a las 7:30 am y ustedes no se imaginan el asco que daba.

En la habitación de abajo estaba el tendedero por lo que ella solo tenía que bajar a tender la ropa. Aun así, el suelo y las escaleras estaban cubiertos en mugre.

Mi toalla de la zona genital que uso cuando me lavo en el bibet estaba tirada en el suelo al lado del aparato deshumidificador. Al preguntarle, la explicación es que ella es tan inútil que cuando sacaba el compartimiento del agua para vaciarlo, chorreaba todo el suelo.

Aunque en la cocina había infinidad de paños y trapos para limpiar, ella no encontró nada mejor para limpiar el agua del suelo mugriento que mis toallas.

No saben cuánto me arrepentí de haberle permitido quedarse en nuestra habitación.

Lo primero es que ella había dicho que no hacía falta que yo hiciera su cama porque ella tenía trastorno obsesivo compulsivo para hacer su cama en una manera especial.

Yo me esperaba que mi cama por lo menos estuviera bien hecha. Pero no, parece que mi cama la había hecho un niño de 6 años.

Lo peor es que ni siquiera cambió la funda de la manta nórdica después de haberla usado durante 25 días.

O sea, yo dormí en el sofá la noche anterior para poder dejarle la cama perfecta y ella ni siquiera me dejó la cama limpia.

El suelo también estaba cubierto de mugre y debajo de la cama había una capa gris de medio centímetro de grosor de una mezcla de pelo y mugre.

Había pelo de esta mujer incluso en los lugares más recónditos de la casa. Dos o tres semanas después de haberse ido, todavía se encontraban sus pelos.

El baño fue lo peor. Había partido 3 azulejos del baño no sé cómo. Yo ya había dejado un azulejo con una grieta prácticamente imperceptible y le había avisado para que tuviera cuidado. El cuidado que tuvo fue romper tres más.

La ducha estaba asquerosa e incluso tenía moho cuando mi ducha en casi un año y medio de vivir en la casa nunca había tenido moho (tuvimos que reemplazar la silicona de la ducha).

Esto quiere decir que no había puesto el deshumidificador en el baño como debía.

El moho se quita simplemente rociando un poco de lejía, Heidi no fue capaz ni siquiera de eso.

Diego se metió a la ducha a hacer limpieza con químicos pesados que nunca usamos de normal y yo me puse a limpiar el bidet y el WC.

Cuando levanté la tapa del WC, estaba toda salpicada de excremento y de sangre. Casi vomito.

A día de hoy no puedo entender cómo una persona adulta puede tener una poceta más sucia que la de un baño público.

El área de la cocina y la sala también daba asco.

Esta mujer tampoco se había tomado la molestia de lavar la funda del sofá y las fundas de los cojines. El sofá tenía bolas de mugre y pelo por varias partes, y demás residuos de quién sabe qué.

Tuvimos que limpiar la cocina a fondo y volver a lavarlo todo.

Incluso los botones de los dispensadores de jabón estaban negros de tocarlos con las manos sucias.

Todas las cosas estaban fuera de su sitio, las pocas cosas que había usado, las había dejado donde le había dado la gana.

En varias partes de la casa había golpes en las paredes por lo que se habían caído trocitos de pintura. En consecuencia, tuve que volver a pintar esas zonas.

El jardín también estaba sucio, aunque esto no me importaba tanto. Había utilizado una tumbona para tomar el sol que lógicamente estaba limpia antes de que ella la usara. Yo la encontré cubierta de excremento de pájaros.

En total fueron 10 horas de limpieza de dos personas para poder dejar la casa medianamente decente.

Volver a tener mi casa como estaba antes de su estadía, me costó un mes.

Cuando usamos el carro, vimos que también lo había dejado sucio y que se había gastado medio tanque de gasolina que no se tomó la molestia de reponer.

Reparaciones que tuve que hacer en mi casa luego de la estadía de Heidi:

  • Reparar la valla del jardín (40 euros). Más el desplazamiento al Leroy Merlin y las 3 horas de trabajo.
  • Comprar el vaso que partió (2 euros).
  • Pintar todos los daños de la pared (40 euros).
  • 3 azulejos del suelo rotos. Tuvimos que colocar sticker Tile (alrededor de 300 euros).
  • Las persianas del cuarto nunca volvieron a funcionar como antes.
  • La persiana del comedor estaba medio caída. De lo extremadamente fuerte que la subía y la bajaba, los tornillos de la persiana estaban medio salidos de la pared. la única solución fue reemplazarlo todo (100 euros).
  • Metió la cafetera italiana en el lavavajillas por lo que se dañó. Ella misma ordenó una por Amazon (60 euros).
  • Reemplazar la silicona de la ducha (30 euros).

Gastos extras que me generó su estadía además de los daños causados a la propiedad:

  • Gastó en 25 días el triple de electricidad que nosotros en un mes. Aproximadamente 50 euros más de consumo de electricidad.
  • Medio tanque de gasolina (40 euros)
  • 10 horas de limpieza de dos personas para poder dejar la casa medianamente decente
  • La cantidad de lavadoras que tuve que poner para lavar las cosas que ella tendría que haber dejado lavadas
  • 14 euros de peajes

3 o 4 días antes de su partida, Heidi me dijo que había una araña que le daba miedo y se puso a contar una historia que ni le entendí. Le dije que simplemente dejara la araña en paz que ya la sacaría yo de la casa a mi regreso.

Cuando volví, me encontré la araña muerta debajo de un vaso. Esta mujer es tan ignorante que no sabe que un ser viviente se va a morir si lo privas de luz, oxígeno y alimento.

Nosotros llegamos un domingo a la casa y el lunes siguiente mi vecino nos vio por la calle y salió corriendo a entregarnos la llave que yo le había dejado por emergencias.

Por lo que la infinita torpeza de Heidi también me costó no poder contar con Filipe como contacto de emergencia para futuros intercambios.

Inicialmente la experiencia no había sido mala porque, aunque la casa de ella estaba sucia, lo que me interesaba era encontrarme mi casa tal y como la había dejado. Pero tener que estar todos los días lidiando con una persona adulta que es peor que un niño o que una mascota, fue bastante desgastante y ya regresar a encontrarme mi casa destruida, fue traumático.

Heidi por supuesto nos dejó una reseña excelente porque ella se encontró su casa mejor que como la había dejado. Yo le dejé una buena reseña porque no quería que la primera reseña que yo dejara fuera mala, pero no mencioné nada ni del estado de su casa ni de cómo dejó la mía.

El aprendizaje para futuros intercambios es que tengo que hacer lo imposible para garantizar que las personas que vienen a mi casa no sean cochinas, torpes e irresponsables como Heidi. Además, nunca más haríamos excepciones. A raíz de esta experiencia iba a hacer una video llamada antes de aceptar un intercambio, modifiqué la guía de la casa dejando todo más detallado y exigente, e iba a ser mucho más selectiva.

Pensaba que, al intercambiar casas, me iba a encontrar gente que iba a cuidar mi casa tanto como yo la de ellos, pero no es así.

https://www.youtube.com/watch?v=Q-CNC2JCSew&t=1893s

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