Hola a todos,
Como les conté en el post de Jaime Roriz, otro abogado nos había dicho que, para poder ir a juicio, primero debíamos legalizar la casa y pagar todo lo que hubiera que pagar ya que era la única forma de contabilizar los daños patrimoniales.
El abogado me pasó el contacto de Zé Carlos Costa de Ubenco Green y le mandé un email contándole nuestra situación.
Carlos de Ubenco Green respondió al email diciéndome que había hecho una cita en la Cámara Municipal el 10 de julio para que le explicaran qué era exactamente lo que había que hacer.
Como ya les había comentado en otros posts, la Cámara Municipal me había dicho que una parte de la casa se había construido ilegalmente y que existía la posibilidad de que me mandaran a demoler esa parte que había sido construida ilegalmente.
El arquitecto me llamó ese mismo 10 de julio y dijo que había encontrado un registro cartográfico de 1942 en el que aparecía la estructura completa de la casa por lo que lo que debíamos hacer era una legalización como obras de bajo impacto y demostrar que no hubo modificación de la estructura. (Como al final descubrimos que este tipo es un mentiroso y nos robó 1230 euros, seguramente esto también es mentira)
Me dijo que la ley respecto a las legalizaciones había cambiado hace unas semanas y que ahora el proceso iba a ser más favorable para nosotros.
Inicialmente haría un proyecto arquitectónico y un levantamiento topográfico (1230 euros) y que tuviéramos en cuenta que podían pedir más documentación en el futuro para aprobar la legalización.
Al final, cuando aprobaran la legalización, tendríamos que pagar entre 600 y 800 euros para que la Cámara Municipal emitiera la Licença de Utilização.
El 19 de julio vino el arquitecto a hacer todas las mediciones y fotografías y el primero de agosto me mandó el proyecto arquitectónico.
El 23 de agosto de 2023 vino nuevamente el arquitecto con el topógrafo para hacer el levantamiento topográfico.
Como pueden ver, tardó más de un mes en venir con el topógrafo. Supuestamente, el topógrafo tenía mucho trabajo.
El 14 de septiembre de 2023 el arquitecto me manda toda la documentación por email y pide el pago de la segunda parte del presupuesto, 615 euros.
Hicimos el pago y quedamos a la espera de que confirmara que había entregado la documentación en la Cámara Municipal. Me mandó un link para pedir la certidão actualizada y se ofreció a pedirla él si nosotros no podíamos. Le dije que la pidiera él y que luego me dijera cuánto era para pagárselo.
Pasó un mes y no supimos más nada del arquitecto. Tenía el teléfono apagado y nadie respondía a los emails.
En este caso no pensé que me hubiera estafado porque había venido dos veces a la casa, había hecho el trabajo y la documentación. Si hubiera querido robarnos, se hubiera desaparecido después del primer pago.
Incluso contacté con el abogado que me lo recomendó y éste a la vez habló con su colega, que era amiga del arquitecto. Ambos intentaron encontrarlo, no había manera.
El arquitecto apareció un mes después y dijo que había tenido un problema familiar y luego había estado enfermo.
Al principio se había hecho el ofendido porque yo le había dejado una reseña negativa como último recurso para ver si alguien aparecía. Luego pidió disculpas y mandó un email contando que le había dado una bacteria respiratoria 6 veces y que después tuvo que ir a Luxemburgo porque su única hermana había dado a luz y casi se muere el bebé. Aun así, no deja de ser un incompetente por ni siquiera haber mandado un email para avisar a sus supuestos empleados.
Esto denota que el arquitecto no estaba ni remotamente capacitado para tener su propia empresa.
Como no llegó a enviar los documentos, quedaba pendiente que él pidiera la nueva certidão de la casa y yo debía crear un perfil en la Cámara Municipal para que él enviara toda la documentación.
El 6 de noviembre de 2023, el arquitecto me dice que ha intentado enviar los documentos durante días para la legalización de la casa y que el sistema da error.
A 15 de diciembre todavía estábamos con la historia.
Recibí una respuesta a la reclamación que había hecho en la que la Cámara Municipal y me decía que el problema se resolvió el mismo día.
Volví a escribirle al arquitecto y dijo que ahora tenía que modificar un documento y me quedé esperando.
La última vez que respondió me dijo que estaba en el hospital para que a su mamá le hicieran un tratamiento médico y a partir de allí, volvió a desaparecer.
Verifiqué la conversación de WhatsApp para ver cuánto tiempo tenía esperando a que el arquitecto hiciera su trabajo. Estaba esperando desde antes del 10 de julio y ya el 14 de julio el tipo estaba pidiendo disculpas porque había estado enfermo.
Este hombre cuando no estaba enfermo tenía alguna tragedia familiar. Lo que puede pasar, pero si eres el dueño de una empresa, tienes que delegar para que tus empleados se hagan cargo de los trabajos pendientes.
El 5 de enero de 2024 alguien se dignó a responder en Facebook y dijeron “que el arquitecto había tenido un accidente y se encontraba hospitalizado”.
Ya eran demasiadas desgracias para una sola persona.
El 11 de enero el arquitecto mandó un mensaje general por WhatsApp en el que decía que estaba enfermo a final de año, luego le dio Gripe A y finalmente se cayó y se partió la cabeza, por lo que estuvo hospitalizado varias semanas.
Supuestamente el 15 de enero volvía al trabajo. A 27 de enero todavía no se había dignado a entregar la documentación.
Estaba claro entonces que este tipo me había robado los 1230 euros por lo que ahora tendría que denunciarlo por estafa pidiendo que me devolviera el dinero y que me pagara una indemnización por el tiempo que me había hecho perder.
Sinceramente no tenía ganas de entrar en otro proceso judicial y por eso había esperado tanto tiempo, pero no me quedaba de otra.
Estando en Australia, decidí redactar otro email en el que le pedía al arquitecto la devolución de los 1230 euros ya que en casi 10 meses no había sido capaz de entregar la documentación.
Conseguimos una aplicación para programar los emails y que le llegara un email diario de parte de Diego y uno de mi parte.
Finalmente, Zé Carlos Costa apareció el 13 de marzo de 2024 con un email larguísimo en el que volvía a contar sus desgracias y que supuestamente a él también lo habían estafado sus colegas.
Como los emails le seguían llegando y nosotros aun no le habíamos respondido al mensaje del 13 de marzo, este hombre se tomó la molestia de seguir mandando emails todos los días e incluso escribió que “había hablado con mi abogado y que no había ninguna acción sobre la casa”.
Es decir, el arquitecto Zé Carlos Costa había tenido tiempo de escribir 5 emails, de escribir en WhatsApp de ir a preguntarle cosas a quien él cree que es mi abogado (lo que es ilegal) y aun así, no ha tenido tiempo de hacer el trabajo para el que se le había pagado hace 10 meses.
Le respondí con un email bien largo en el que resumidamente decía que menos cuento y más ponerse a trabajar y que aun no se había dignado a decirme el plazo en el que iba a entregar la documentación.
Después de mi email, volvió a desaparecer por lo que volvimos a hacer la programación para que le llegara todo los días el mismo email.
Luego de recibir varios emails, mandó otro email kilométrico, que seguramente le llevó horas redactar, diciendo que la culpa era de nosotros por lo haberle entregado la «certidão actualizada». El 14 de septiembre de 2023 él mismo se había ofrecido a pedirla y le di je que sí y que luego me dijera cuánto era para pagársela.
De hecho, como pudieron leer arriba él supuestamente ya había intentado enviar dicha documentación por lo que ya debía tener la certidão actualizada. Entonces, de alguna forma estaba mintiendo.
Como los emails le seguían llegando, también se tomó la molestia de amenazarnos con una denuncia por «acoso e intimidación» por parte de «su equipo jurídico».
El incompetente de Zé Carlos Costa tiene tiempo de mandar emails contando historias, diciendo que sus colegas lo estafaron, de ir a hablar con el que cree que es mi abogado para preguntarle cosas, de mandar los emails más largos que he visto en mi vida, de amenazar, de supuestamente hablar con su equipo jurídico para denunciarnos, y aun así, después de todo este tiempo, no fue capaz de mandar la documentación a la Cámara Municipal, lo que le costaría 5 minutos de tiempo.
Le envié un último email en el que le pedía que me dijera de una vez si iba a necesitar alguna otra documentación junto con la certidão para evitar más pérdidas de tiempo en el futuro con sus múltiples enfermedades, alucinaciones y pérdidas de memoria. No recibí respuesta.
Mi abogada procedió a enviarle la carta para pedir formalmente la devolución del importe total del dinero pagado.