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Intercambio Porto/Narrabeen. Volver a mi casa para descubrir que los adultos también se hacen pipí en la cama

Hola a todos,

En el post de hoy les cuento cómo encontré mi casa luego del intercambio de un mes que fue una tortura psicológica gracias a la actitud errática e irrespetuosa de Mar y Val.

Como ya les he venido contando, aun cuando habíamos cerrado el intercambio con más de 6 meses de antelación, fue justo un mes antes de nuestra partida que Mar dijo que había invitado a sus amigos de Italia a nuestra casa.

Luego de que pasaran 2 días seguidos quejándose sin parar y de que quedara clarísimo que iban a ser problemáticos, les prohibimos que nadie más entrara a la casa ya que nosotros habíamos cerrado el intercambio solo para 2 personas.

Cuando decidimos cancelarles el intercambio, ya estábamos aterrorizados de lo que podrían estar haciendo en nuestra casa.

En primer lugar, teníamos el problema con los enchufes inteligentes ya que estos dos seres habían desenchufado todos los aparatos de sus enchufes inteligentes. Esto es algo que podíamos ver en la aplicación.

Luego estábamos viendo que no estaban usando el robot aspirador correctamente. De normal, en cada espacio el aspirador trabaja durante una hora, y ahora estábamos viendo en la aplicación Xiaomi que el robot aspirador trabajaba alrededor de 10 minutos diarios. Temíamos que lo hubieran dañado.

Cuando les preguntamos qué estaba pasando con los enchufes inteligentes, inventaron la excusa de que se habían quedado sin agua caliente varios días. Como estaban en Roma en ese momento, y ya estábamos aterrorizados por lo que pudieran estar haciendo en nuestra casa, le pedí a mi amiga Nena que por favor fuera a la casa a ver cómo estaba todo.

Teníamos miedo de que estos dos individuos hubieran incluso dejado las estufas encendidas durante la semana en la que no iban a estar.

Cuando Nena entró a la casa, lo primero que me dijo es que el jardín estaba asqueroso y que ni siquiera habían barrido las hojas.

Afortunadamente las estufas estaban desconectadas y allí nos quitamos 10 kilos de ansiedad de encima.

Lo malo es que vimos que la casa estaba hecha un completo desastre. Todo desordenado, los aparatos fuera de su sitio, ropa tirada por el suelo, sucio, etc.

Vimos también que realmente estaban durmiendo en camas separadas y usando ambos baños. Hasta ese momento, nosotros pensábamos que la excusa de usar ambas camas era porque ellos desde el principio tenían pensado traer a sus amigos a nuestra casa.

Ahí nuevamente pensamos en que había algo muy raro con estas dos personas porque no es normal tener una pareja y dormir siempre separados y usar cada uno un baño, sobre todo porque ellos en su apartamento de Narrabeen solo tienen un baño y la habitación pequeña tampoco daba para mucho.

También era curioso que Mar, teniendo un armario vacío en la habitación de abajo, prefería tener su ropa tirada por el suelo. Era como si ni siquiera quería tener la ropa en el mismo armario que su pareja.

Aun así, estaba medio tranquila porque sabía que era imposible que dejaran la casa peor de lo que la dejó Heidi (la americana del primer intercambio).

Aquí les dejo en detalle cómo nos encontramos la casa:

  • Lo primero que notamos es que habían dejado la contraseña del lock box expuesta cuando en la guía de la casa estaba perfectamente explicado que había que dejarlo cerrado para que la gente no lo vea.
  • El jardín estaba hecho un asco ya que no se habían tomado la molestia ni de barrer en todo el mes.
  • Una planta de afuera se había secado por falta de riego
  • Por alguna razón habían dejado todo desenchufado, incluso el microondas. Y cuando se les había repetido hasta la saciedad que no desenchufaran los aparatos.
  • Todos los utensilios de la cocina estaban cambiados de lugar.
  • La bandeja en la que van los cubiertos estaba sucia de café.
  • La casa apestaba a suavizante. Tuve que volver a lavar todo varias veces para intentar quitar el olor tan fuerte a suavizante.
  • El robot aspirador estaba nuevamente fuera de su base de carga. No sé qué problema tenía esta gente que dejaba siempre el robot aspirador despegado de su base. Al usarlo, nos dimos cuenta de que estaba funcionando mal y tuvimos que gastar 300 euros en comprar uno nuevo.
  • Aun cuando en la guía de la casa estaba bien especificado que no se pueden pegar los muebles a la pared ya que al ser de pladur se marcan muy fácil, todas las mesas estaban pegadas a la pared.
  • Tuve que volver a pintar varias paredes ya que las habían salpicado de café.
  • Las paredes de mi habitación estaban manchadas como de haberlas tocado con las manos sucias.
  • Por el suelo en la habitación de arriba había pegostes negros, lo que era extraño porque parecía que sí habían limpiado.
  • Dejaron un moco pegado en la ducha de abajo.
  • La habitación de abajo estaba muy sucia y ahí pensamos en que como estos dos individuos lo hacían todo separadamente, quizás a Val le tocó limpiar su habitación y lo hizo mal.
  • El WC de abajo tenía salpicaduras de excremento (aunque no fue tan horrible como lo de Heidi)
  • La cama estaba deformada ya que la había estirado demasiado y se había salido de la estructura.
  • Uno de los colchones tenía una marca de orine, por lo que entendimos que Val tendría algún problema de la próstata y sumado al problema de alcohol, traía como consecuencia que se hiciera pipí encima.

Por eso es que el colchón de ellos en Narrabeen estaba lleno de manchas amarillas.

También caímos en que quizás por eso es que a Mar le daba asco dormir con su pareja.

Esto fue algo que nos dejó en shock ya que no aceptamos niños ni mascotas precisamente para evitar ese tipo de situaciones y resulta que los adultos también se hacen pipí en la cama.

Lo peor es no haber tenido la decencia de lavar la cover del colchón.

Dado este problema de incontinencia de Val, lavamos también las fundas de las sillas de oficina y del sofá por si acaso.

En general, nos encontramos la casa muchísimo peor luego de la estadía de Heidi. Aun así, estaba sucia y desordenada, además de los detalles de la cama orinada y del moco pegado en la ducha.

El aprendizaje luego de cómo Heidi nos dejó la casa nos sirvió mucho porque nuestras cosas estaban guardadas e impecables.

Como ya les comenté en posts anteriores, nunca más íbamos a hacer la excepción de dar acceso a ambas habitaciones. Pero es que ahora prácticamente descartamos volver a hacer intercambio de casas.

Si la gente adulta es capaz de romperte cosas en la casa, salpicar las paredes de café, orinarse en la cama, pegar mocos en las paredes y dejarte el WC salpicado de excremento, nos quedaban pocas esperanzas.

De hecho, nos dimos cuenta de que esos perfiles que tienen muchos intercambios en los que no les han colocado la evaluación, es seguramente porque la situación no terminó bien.

De hecho, Heidi tenía muchísimos intercambios por los cuales no le habían puesto la evaluación y seguramente es porque les había dejado la casa asquerosa como me la dejó a mí.

Otro cambio que hicimos en la guía de la casa es que, si hacíamos intercambios en un futuro, íbamos a cobrar 150 euros en la limpieza.

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