Hola a todos,
Cuando el incompetente de Paulo Correia terminó la reforma del baño, de vez en cuando encontraba una mancha debajo de la tubería del lavamanos, como si se hubiera filtrado agua.
Con todos los innumerables problemas que habíamos tenido desde que compramos la casa y con la propia reforma del baño, esta era la menor de nuestras preocupaciones; además, no había indicios de que fuera algo realmente grave.
Después del intercambio de casa con los dos psicópatas que vinieron de Australia, tanto el desagüe de la ducha, como el de nuestro lavamanos estaban atascados con tanto pelo.
Cuando Diego estaba limpiando el desagüe del lavamanos, el tubo se salió de la pared ya que sólo estaba sujeto con un poco de silicona.
Revisamos el lavamanos del otro baño y vimos que la instalación no era la misma y por eso se salía el agua, porque lo había colocado mal.
En ese momento pensamos en buscar un plomero para asegurarnos de que el problema estaba realmente resuelto.
Pero ya se sabe que en Porto las estafas están a la orden del día.
Escribí a un plomero que me habían recomendado, nunca me contestó.
Escribí a otro que me habían recomendado en un grupo de WhatsApp, pero nunca me contestó.
Busqué en Fixando y el único que apareció no me dio ninguna confianza porque no me explicó qué había que hacer ni cuánto me costaría.
Escribí al que me había arreglado el problema del bidet para pedirle que me dijera cuánto me cobraría. Como no tenía ganas de que me robaran 400 euros como la vez anterior y sabiendo que probablemente sólo era necesario cambiar el tubo, le expliqué todo con fotos y le pedí el precio.
Todo esto se lo transmití por WhatsApp esperando que me contestara por el chat de WhatsApp. Ese día intentó llamarme como 20 veces, una locura.
Incluso cuando le escribí que por favor me contestara por mensaje ya que no podía contestar al teléfono, el hombre intentó llamarme 5 veces seguidas.
Cuando por fin me devolvió el mensaje, me dijo que la tubería estaba atascada y no mencionó el precio.
La tubería no estaba atascada y después de preguntarle el precio un par de veces más, me dijo cuándo podría venir a casa, pero de nuevo no mencionó el precio.
Estaba claro que el tipo iba a venir otra vez a cobrarme lo que le diera la gana.
Además, parecía que este señor no sabía leer ni escribir y había tenido que pedirle a alguien que le respondiera al mensaje.
Desistí de buscar plomeros porque la tarea se estaba volviendo agotadora.
Entonces hablé con mi vecino y me dijo que por fin había encontrado a alguien que trabajaba bien y le estaba haciendo varias cosas en su casa y que me avisaría cuando viniera a Porto.
Pasó una semana y el hombre no aparecía, así que Diego se puso manos a la obra para ver si podía repararlo.
Rompió la pared que rodeaba la tubería para entender cómo se había hecho la instalación.
Fuimos a Leroy Merlin a comprar un tubo nuevo y un codo que era lo que pensábamos que faltaba.
Hablamos con el técnico de Leroy Merlin y nos dijo que no hacía falta ni codo ni tubo nuevo y que el problema no era que el tubo estuviera cortado.
Nos dijo que el tubo debía encajar y que el agua no debía salir.
Viendo los tubos nos dimos cuenta de que el problema era simplemente que al tubo que estaba en la pared le faltaba la goma y por eso no encajaba.
El retrasado de Paulo Correia había quitado de alguna manera la goma del tubo y por eso no encajaba bien.
Volvimos a casa, colocamos la goma donde debía ir e instalamos la nueva tubería. Parecía que ya no goteaba.
Pusimos una servilleta debajo y vigilamos durante una semana, parecía que el problema estaba resuelto.
Nos gastamos unos 3 euros en comparación con los 300 o 400 euros que me hubieran cobrado por arreglarlo.
Eso sí, es un problema que no deberíamos haber tenido si alguien competente hubiera hecho el trabajo y aparte del precio del material y el viaje a Leroy Merlin, las semanas que pasamos usando el lavamanos de abajo y el desgaste psicológico de tener un problema que no deberíamos tener, es algo que no se paga con dinero.