Hola a todos,
En el post de hoy les cuento cómo ha sido el proceso judicial luego de que a Diego lo mordiera un perro cuando regresábamos de una ruta de senderismo.
El 18 de marzo de 2023 fuimos a hacer una ruta de senderismo por Serras do Porto.
Cuando terminábamos la ruta pasamos frente a una casa de la que salieron alrededor de 10 perros ladrando y uno de ellos mordió a Diego.
Diego gritó al sentir el mordisco y yo intenté espantar a los perros con el paraguas porque seguían allí ladrando.
Le reviso la pierna a Diego y tenía la herida que ya comenzaba a sangrar. Procedí a hacer un video narrando la situación porque lo usaría luego como prueba para poner la denuncia.
A los 10 minutos fue que salió el propietario de los perros para preguntar si nos habían mordido. Volvió a entrar supuestamente para buscar alcohol y como tardaba tanto, nos fuimos.
Cuando estábamos en la carretera esperando al Uber, el señor volvió con el alcohol como para dárnoslo y ya está. Al ver que yo estaba grabando y luego de decirle que era muy grave lo que había pasado, se ofreció a llevarnos al centro médico.
En el centro médico la situación fue muy surreal.
La doctora preguntó si los perros estaban vacunados y el señor dijo que sí y se ofreció a traer la documentación, a lo que la doctora le respondió: “No tranquilo, aquí confiamos en la gente”.
Yo me esperaba que en el mismo centro médico llamaran a la policía como hubieran hecho en España o en cualquier país de primer mundo, pero eso no pasó. Por lo que tuvimos que ir en los días siguientes a poner la denuncia en la PSP.
Además de colocar la denuncia en la PSP presencialmente, yo procedí a mandar emails con la denuncia a todas las direcciones de correo electrónico que tenía de la PSP y de la GNR.
El día 8 de enero de 2024 fuimos a la GNR de Fanzeres a declarar, Diego como denunciante y yo como testigo.
Lo curioso es que luego de que Diego declarara, le dio un pent drive al policía donde además había videos; el policía le respondió que de momento no eran necesarios los videos.
Cuando yo pasé a prestar declaraciones, me di cuenta de que el propietario de los perros había dicho que había sido su perra Kika la que había mordido a Diego y que esa perra es la que iba a ser llevada a cuarentena para ver si tenía toda la documentación en regla.
Yo le dije al policía que el propietario no estaba cuando mordieron a Diego y que nosotros estábamos de espalda, por lo que nadie sabía cuál de esos 10 perros había mordido a Diego y que todos los perros que este señor tenía en su propiedad debían ser investigados.
El policía nos dijo que nos llegaría una carta para pedir la indemnización y que eventualmente seríamos llamados para el juicio.
Para nuestra sorpresa, en agosto nos llega una resolución del Ministerio Público en la que dice que se suspende el proceso ya que le dan 6 meses al propietario de los perros para que pague la ridícula cifra de 350 euros a una asociación y que, si cumplía, el proceso sería cerrado.
En conclusión, el Ministerio Público se lavaba las manos, no se penalizaba al señor y mucho menos se exigía la indemnización de la víctima.
Ante tal resolución de país tercer mundista, procedí a hacer las reclamaciones pertinentes.
Además, mi abogada me dijo que ahora teníamos que entrar con una acción en el tribunal civil para pedir el pago de la indemnización de Diego; lo que lógicamente suponía perder más tiempo y dinero.
El 13 de noviembre de 2024 mandé una queja a la presidencia de la república, al primer ministro y a la inspección general de los servicios de justicia
Además, programamos un email para que llegara todas las semanas al Ministerio Público con la queja formal de Diego.
Mas adelante también mandaría una denuncia a la PSP para que verificaran a todos los perros que estaban en esa casa.
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