Hola a todos,
En el post de hoy les cuento cómo finalmente la Cámara Municipal se digna a arreglar la acera de mi calle luego de dos años de reclamaciones.
Como les he ido contando en varios artículos desde que me mudé a Porto, me di cuenta de que la gente viola las normas como quiere porque las autoridades competentes no hacen nada.
El portugués es experto en conducir pésimamente violando todas las leyes posibles y además, es profesional de estacionar en las zonas prohibidas.
Aunque sobre espacio para estacionar bien, un portugués siempre dejará su carro mal estacionado.
Así, desde que me mudé a la nueva casa, ha sido un problema el hecho de encontrar siempre los carros estacionados encima de la acera cuando en la zona en la que vivo siempre hay sitio para dejar el carro bien estacionado.
En mi calle específicamente, el hecho de que la gente dejara sus carros estacionados encima de la acera traía como consecuencia que el autobús se tuviera que subir a la otra acera para poder pasar.
Me di cuenta de que justo en la parte en la que normalmente se estaciona una furgoneta y por donde se subía el autobús, la acera estaba completamente rota y cada vez se iba deteriorando más.
Comencé entonces a hacer reclamaciones a la Cámara Municipal dando a conocer el problema.
Mandé innumerable cantidad de reclamaciones con fotos de los carros estacionados sobre la acera y con la placa visible para que procedieran a poner la multa.
La respuesta fue que la policía municipal tenía que colocar la multa en el sitio cuando los agarrara haciendo la infracción, por lo que yo tenía que llamar al momento para informar sobre la ocurrencia.
Varias veces llamé y me decían que tenía que esperar porque ese problema no era prioritario y que no tenían suficientes medios. Nunca venía nadie.
Me pasé meses mandando reclamaciones con pruebas a la Cámara Municipal y a la policía municipal y el problema persistía.
Pedí que repararan la acera rota y me dijeron que no tenían presupuesto en los próximos 3 o 4 años.
Solicité que se pusieran barras para evitar que los carros estacionaran encima de la acera y me dijeron que no era posible por la “accesibilidad de la acera”.
La acera en cuestión era estrecha por lo que no cabía ni una silla de ruedas y estaba rota, por lo que ni siquiera se podía caminar sobre ella. Es decir, que no había ninguna accesibilidad que mantener.
La situación era tan absurda que a una de mis tantísimas reclamaciones respondieron que era normal que la acera estuviera rota ya que los carros se estacionaban encima y el autobús le pasaba por encima a diario.
El 24 de diciembre de 2023 a las diez de la noche llegó un hombre solo de la Cámara Municipal y procedió a echar cemento encima de la acera rota.
Al día siguiente, ese cemento que había sido mal colocado ya se estaba empezando a romper.
Comencé nuevamente a hacer reclamaciones puesto que ahora la acera estaba peor, rota y cubierta de escombros del cemento que se había roto. Además, el señor que barría la calle no podía limpiar ese trozo de acera, por lo que cada vez estaba más asqueroso.
En noviembre se me ocurrió enviar un email al presidente de la Freguesia de Campanhã. Me respondieron de forma inmediata diciendo que mandarían mi pedido a la Cámara Municipal.
Para mi sorpresa, a mediados de mes vinieron a hacer la reparación de la acera y esta vez lo hicieron bien.
Lo malo es que no repararon la totalidad de la acera que estaba dañada, sino solo una parte que era la que tenía los escombros del cemento mal colocado por encima.
Por eso, tuve que nuevamente hacer fotos y mandar una nueva reclamación.
Al mismo tiempo, recibí una respuesta de la Cámara Municipal en la que decían que estaban evaluando la posibilidad de poner barras flexibles en la acera para evitar que los carros estacionaran encima.
A inicios de diciembre procedí a entrar en contacto nuevamente para mostrar que no se había reparado la totalidad de la acera dañada.
Les seguiré contando si algún día se dignan a reparar la acera en su totalidad.