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Deniz apartment, el Airbnb de Estambul que empezó bien y terminó mal

Hola a todos, 

Estando en Fethiye nos pusimos a buscar estadía para el mes de Estambul. Terminamos escogiendo un apartamento cerca del centro que se llamaba Deniz Apartment.

Todas las reseñas eran buenísimas y la host respondió siempre rápido a nuestras preguntas. Habíamos pensado en reservar solo una semana para probar y ya después reservar lo que quedaba de mes si todo iba bien. Pero como había un 5% de descuento por el mes, optamos por la estadía entera. 

Hatice, nuestra host, mandó las instrucciones bien detalladas de cómo llegar al sitio. 

Luego de haber reservado, la señora me escribió para decirme que nos pasarían dos noches al apartamento de arriba porque en el que nosotros habíamos reservado, hubo un problema con el agua caliente y tendrían que repararlo antes de que pudiéramos hacer el check-in. 

Llegamos y Hatice estaba preparando té en nuestra cocina con bolsas puestas en los zapatos para no ensuciar el piso. Además, estaba en las reglas de la casa que había que quitarse los zapatos antes de entrar. Esto me gustó porque yo lo tengo en las reglas de mi Airbnb también, pero es verdad que mucha gente luego hace lo que le da la gana. 

Hatice nos sirvió el té, nos hizo el tour por el apartamento y nos explicó dónde estaban los sitios más importantes. Ese primer día la señora nos cautivó con su simpatía. 

Pregunté sobre el internet ya que lo necesitaríamos para trabajar y el primer día parecía normal, los problemas llegaron al día siguiente cuando lo necesitábamos para trabajar porque era lentísimo. Ustedes imagínense que solo para mandar un WhatsApp, se tardaba como 5 minutos.

Así que desde el primer día estuve escribiéndole a Hatice para que se ocupara del tema. A los dos días cuando nos pasamos al apartamento que nos correspondía, empezaron a desaparecer las networks y a aparecer otras nuevas, por lo que pensamos que la señora tenía algún chanchullo y se robaba el internet, por eso iba tan lento. 

Luego de 4 días quejándome nos la encontramos por las escaleras, nos pidió disculpas y finalmente admitió que era lento su internet. Nosotros ya estábamos usando el del celular para trabajar. Pero a este punto, yo la quería matar. 

Otra cosa mala fue la limpieza que no se correspondía con lo exigente que era la señora. Cuando llegamos olía a productos de limpieza, pero estaba sucio. Lo primero es que no pasaban la aspiradora, solo el mocho, por lo que el piso se quedaba con los mismos pelos y el mismo polvo restregado. Además, en general el apartamento tenía bastante polvo por todas las superficies. 

También cabe destacar que lo habían “medio reformado” hace años, pero ya estaba viejo y necesitaba urgentemente asistencia. Como siempre, las fotos de Airbnb no se correspondían con la realidad.

Para ponerle la cereza a la torta, el baño aparte de ser microscópico estaba tapado. Usar la ducha y el lavamanos era una batalla porque enseguida se ponía como una piscina. 

En definitiva, era un alojamiento carente de todo lo básico. Me da igual que esté viejo, pero debe estar limpio y que las cosas funcionen. Ya a final de mes no se pueden imaginar el asco que le tenía al apartamento. 

En la reseña, señalé como cosas malas el internet, la escasa limpieza, la decadencia del apartamento, el baño microscópico con las cañerías tapadas y que no tenía ascensor. Lo del ascensor me da igual y no tenemos problema en subir el equipaje por las escaleras. El problema es que esas escaleras eran muy estrechas y una persona con una maleta no cabía

Como cosas buenas puse que la host era simpática, pero que hubiera apreciado que dijera la verdad sobre el internet. Además, la calefacción del apartamento siempre estaba encendida y la temperatura era correcta.

Por último, la ubicación era relativamente buena. Digo “relativamente” porque la zona era horrible y sucia, pero estábamos en el centro y a 10 minutos de la estación de metro. Me hubiera gustado quedarme en Kadiköy ya que fue la única zona limpia que vi en la ciudad.

La vista era linda porque el apartamento daba al Bósforo, pero con esas ventanas tan sucias, se le quitaba lo idílico. 

Le dejé mala reseña y obviamente no se lo recomiendo a nadie. Lo curioso, como siempre, es que la gente deje reseñas tan buenas a un lugar tan malo. Lo peor es que estaba casi siempre lleno. También es cierto que el resto de los huéspedes eran siempre rusos y por lo que pude ver, tienen estándares bastante bajos (al menos los que van a Turquía).

Lo que choca también es que pagamos casi 800 euros por ese mes. Es decir, precio de alquiler europeo por un cuchitril de mala muerte.

Aquí les dejo el enlace a mi canal de YouTube:

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