Hola a todos,
Cuando nos organizamos los viajes vemos en internet cuáles son las cosas más importantes para visitar. Lo que pasa es que terminas haciendo las típicas turistadas y te das cuenta de que nada es como viste en internet.
Hoy les voy a compartir los fallos que tienen los blogs de viajes porque seguro les ayudará para no llevarse disgustos en futuras aventuras.
Solo mostrar lo bueno
En todos los blogs de viajes me encuentro con un optimismo pegajoso y meloso que me resulta insoportable. Si ya lees The Traveler, cada artículo es como meterte en un cuento de hadas que es feliz desde el inicio hasta el final.
La gente que escribe esos posts parece ser increíblemente afortunada para que todo le salga bien, es que ni los pica un mosquito. Obviamente, muchos de estos artículos (o todos) los hace gente que fue de gratis al lugar; por lo que es publicidad disfrazada de artículo de blog.
Luego llego yo, que soy una persona crítica y con un poco de criterio, y lo que era un lugar maravilloso, en realidad me resulta una porquería.
No es porque sea una persona pesimista, pero hay que ser realistas y objetivos. En los viajes vas a encontrar cosas buenas y malas. Quizás el sitio sea hermoso, pero el hotel esté sucio y no funcione el internet. Esas cosas pasan y bastante.
Las cosas malas también me las tienes que contar y como “periodista” que eres, deberías sentir la obligación de contármelas. Sobre todo, porque con tu blog vas a ayudar a futuros viajeros a que no cometan los mismos errores. Por favor, sé sincero.
Pero no, la mayoría de bloggers están vendidos y solo van a mostrar lo bueno.
Ser un “turista”
Todos los blogs tienen el mismo cuento, hacen el mismo recorrido y visitan las mismas cosas.
Cuando viajaba con mi papá, siempre se traía la carpeta con mil cosas impresas de “lo más típico” para hacer en el lugar al que íbamos. Resultaba que la mayoría de los sitios eran nulos y sin nada especial. Además, era donde estaban todos los turistas.
Si te lees 20 blogs, todos te van a decir que vayas a los mismos sitios. Eso ya lo puedes ver en el mapa que te dan en el aeropuerto.
Me gustaría ver qué hiciste de raro, qué lugar nuevo descubriste y cosas del estilo. Pero eso nadie lo hace. Había comenzado a leer Atlas Obscura porque supuestamente colocaban lugares que no estaban en las guías turísticas y al final resultó ser más de lo mismo.
“Como un local”
Esto es el lugar común más común de los blogs. “Comer como un local”, “Beber como un local”. Si tu vas de turismo, no vas a hacer nada como un local porque mientras tu estás de restaurante en restaurante, el local está trabajando y comiendo de tupper en su empresa. O quizás a la mayoría de los locales no les alcance el sueldo para comer como tú lo estás haciendo. Por eso, que me aconsejes hacer cosas como un local, me parece ridículo.
También tengo que decir que cuando un blog te manda a comer o beber como local, es porque hay poco más que hacer en el lugar.
Ser poeta
Ésta es otra que me mata junto con el extremo optimismo. Para escribir mi post de Estambul me puse a mirar blogs por si se me había olvidado algo y me encontré un artículo de The Traveler cuya lectura me resultó agónica porque todo era poesía a tal punto que no me decía nada sobre el sitio.
Es un artículo informativo, no una poesía.
Faltas de ortografía
Si tienes un blog, lee lo que escribes y asegúrate de que no tiene errores. Para mí es una obsesión, cada post que hago me lo leo 4 o 5 veces antes que publicarlo.
Si eres periodista o creador de contenido, deberías ser capaz de escribir artículos sin errores. Además, hay correctores de texto, esfuérzate un poquito.
Decirte lo que tienes que hacer
Todos los bloggers son expertos en decirte lo que tienes que hacer. Hay gente a la que le gusta comer y beber, otra a la que le gusta la naturaleza, otra que ama la arquitectura y así. No puedes mandar a todos tus lectores a hacer lo mismo porque cada uno tiene gustos diferentes.
Además, ¿Quién eres tú para dar consejos?
Humildemente creo que es mejor contar lo que uno ha hecho, lo que descubrió, lo que salió bien o mal y cuál fue la experiencia general. A partir de eso, que cada lector tome o deje lo que le sirva.
Fotos muy malas o muy falsas
Estudié comunicación social con mención en artes audiovisuales y desde ahí me hice obsesiva perfeccionista de la fotografía. Me mata ver una foto mal hecha en redes sociales y más en un blog.
Hiciste un viaje espectacular, pero tus fotos están torcidas, mal encuadradas y no tienen nada de especial. Me resulta inadmisible. Lo más absurdo es que muchos de los blogs que te aparecen de primeros en los buscadores tienen fotos horribles y un contenido repetitivo.
Hay otras fotos que son buenas, pero se les pasa la mano con los retoques. Así, los campos de arroz que viste verde fluorescente resulta que son verde oscuro, la laguna que viste turquesa brillante en realidad es verde moho, la playa turquesa con arena blanca te la encuentras azul con arena marrón.
En conclusión, podemos usar los blogs para guiarnos un poco a la hora de viajar, pero hay que hacerse la idea de que las cosas seguramente sean diferentes a lo que estás viendo en internet. También hay que asumir que habrá cosas buenas y malas en todos los viajes. Ninguno va a ser una poesía ni una película de Woody Allen.
Comprender esto me ha servido para tener menos expectativas y no llevarme tantos disgustos al viajar; porque soy muy exigente e intento asimilar que todo no va a ser perfecto como yo lo quiero; de hecho, es más probable que las cosas no estén a mi gusto. Esto no quiere decir que vaya preparada para todo, igual tengo y seguiré teniendo malas experiencias de las que continuaré aprendiendo.