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Cuidar el planeta y llevar una vida libre de crueldad animal

Hola a todos, 

Cumpliendo 2 años de ser vegana, les cuento un poco sobre mi experiencia. 

Desde pequeña fui amante y defensora de los animales. Siempre me acuerdo de mi papá diciéndome “Erika, por favor no toques el perro”, porque cuando salía acariciaba y abrazaba a los animalitos que me encontraba por la calle y hoy en día, lo sigo haciendo. De hecho, era famosa donde vivía mi mamá porque siempre me peleaba con todos los vecinos que no dieran el cuidado correcto a sus mascotas.

Mis padres nunca fueron ecológicos ni nada por el estilo, pero sí me enseñaron que era mala educación tirar basura en la calle, por ejemplo. Aunque nadie me lo dijo, yo sabía que era malo maltratar a los animales, desperdiciar agua o electricidad, etc. De hecho, vivía en una constante pelea con mi papá porque dejaba el chorro abierto mientras se cepillaba o se afeitaba. Para mí era una tortura escuchar el agua corriendo por quién sabe cuánto tiempo. 

Crecí con esa idea equivocada de que, para estar sano, hay que comer carne. De hecho, muchos médicos hoy en día siguen creyendo que debes comer alguna proteína animal. Incluso a pacientes oncológicos les recomiendan comer carne.

Siempre me desagradó tener que comer carne; solo tocarlo para cocinarlo me daba asco.

En 2012 decidí dejar de comer productos animales y cuando me tocó hacer mi control médico tenía el hierro un poco bajo. En esa época el médico me dijo que tenía que comer alguna proteína animal. En realidad, era que no estaba comiendo la variedad de nutrientes que correspondía; además, en esa época me mataba haciendo dieta. Así volví a comer solo clara de huevo y eventualmente pescado o pollo.

En diciembre de 2019 vi un documental que se llama “The Game Changersdonde se demostraba que la alimentación vegana era más sana y que el ser humano no debía ni necesitaba comer productos animales. 

Allí decidí volver a intentar ser vegana y resultó que comía mayor cantidad, más sabroso y me sentía más ligera y con más energía. Aprendí a comer mucho más variado y a combinar mejor los alimentos. Ahora sí que comía “de todo”. Y lo más importante, se acabó el «hacer dieta»

Mi primera motivación fue la de dejar de comer animales y dejar de contribuir al maltrato animal. Luego aprendí varias cosas importantísimas:

  • No es solo el hecho de que nuestro cuerpo no necesita productos animales, sino que comerlos aumenta enormemente las probabilidades de desarrollar múltiples enfermedades como cáncer. La mayoría de las enfermedades vienen de la alimentación.
  • Los animales están llenos de sustancias tóxicas. Lo peces, por ejemplo, son esponjas de mercurio.
  • Los animales que vienen del mar también están llenos de micro plásticos.
  • La pesca y ganadería industriales son los mayores contaminantes del mundo, los reyes de la deforestación y la principal causa de la extinción de millones de especies.

Tengan en cuenta que todos los pobres animales que se comen están llenos de porquería (esa porquería que los humanos echan en el medioambiente). Los peces están llenos de metales pesados y micro plásticos; súmenle color artificial y antibióticos si vienen de piscifactoría. Los animales terrestres están llenos de químicos y antibióticos; a eso hay que agregarle el vivir con enfermedades y en condiciones antihigiénicas hasta que se van al matadero. Sin hablar de la tortura que viven antes de ser asesinados.

Les dejo varios documentales super importantes para enterarse de la realidad:

A plastic Ocean

Aprendí que el problema no es solo que el océano está lleno de plástico, sino que cuando el plástico es ingerido por la vida marina, desprende tóxinas que son absorbidas por los músculos y los órganos de esos animales. Lógicamente, luego los absorbe el que se los come. Las mujeres cuando quedan embarazadas, pasan todas esas sustancias tóxicas al feto.

Cowspiracy

Las grandes industrias necesitan que comamos productos animales. Aquí vemos la vida deplorable que llevan los animales en las granjas industriales y que la agricultura es el mayor contaminante a nivel mundial.

What the Health

Es el que más me impactó porque se ve la mafia y la conspiración detrás de una humanidad enferma. Es más rentable una persona enferma que una sana. Además, los mayores clientes de las industrias farmacéuticas son las granjas de animales. Casi todas las ONG están patrocinadas por empresas de productos animales. Por eso, incluso las ONG de lucha contra el cáncer siguen recomendando a la gente que coma productos animales.

Aquí vemos también la cantidad de activistas medioambientales que son asesinados. Las cifras son terroríficas.

El documental muestra como mucha gente se ha curado de enfermedades solo cambiando a una alimentación «Plant based».

Seaspiracy

Este documental nos muestra los estragos que causa la pesca industrial que es el mayor contaminante de los océanos y el primer causante de la extinción de todas las especies.

Los datos y las comparaciones que hacen son impactantes. La mayoría de la contaminación (y del plástico) de los océanos viene de la pesca industrial.

La pesca industrial es una mafia y en muchos países secuestran a la gente y la esclavizan para que trabajen en los barcos pesqueros. Además, vemos que deberían haber miembros de organismos internacionales en esos barcos pesqueros para garantizar ciertos estándares, pero que la mayoría “mueren” en accidentes.

The Game Changers

Como la pregunta ignorante siempre es “¿De dónde sacas la proteína?”, este documental nos enseña que una dieta vegana es más sana, más rica y que mejora el rendimiento. Tenemos además los testimonios de innumerables deportistas.

Desde diciembre de 2019 empecé a hacer más de lo que ya hacía. Investigué sobre marcas sin crueldad animal y que también fueran libres de químicos. No es excesivamente fácil porque hay marcas veganas que tienen químicos y viceversa; además, hay marcas que solo tienen cuidado del cabello o skincare; yo hasta el momento no he encontrado una marca en la que pueda comprar todo lo que necesito de cuidado e higiene personal (y a un precio accesible).

Hay que tener en cuenta que ahora mismo algunos productos veganos son más caros, pero también entra allí el crearse el hábito de consumir menos. En vez de echarle una línea de pasta de dientes al cepillo, échale un punto que es lo que en realidad vas a usar. 

Luego están cosas como el desodorante. Yo compro el que es una piedra de alumbre y dura más de un año. Para mí es una maravilla porque no desperdicias, es vegano y natural. 

Otra cosa super importante es dejar el consumismo. No necesitas 30 relojes ni 40 pares de zapatos. Cómprate un reloj y cuando se te dañe, ya te compras otro. 

De pequeña me compraba muchísima ropa y cuando falleció mi mamá, uno de los cambios que tuve en la vida es que para mí perdió el sentido estar comprando ropa como loca. Por lo que de ahí vendí o doné todo lo que no usaba y aprendí a comprar solo lo necesario

El tema del consumismo es super importante porque empresas como Zara con ese modelo de negocio causan una contaminación brutal, además de producir en países donde pueden tener a los trabajadores (gran parte niños) en condiciones infrahumanas y de esclavitud.

No te digo que te compres solo la ropa vegana hecha de paja biodegradable, pero consume solo lo necesario y preocúpate por saber qué hace la empresa a la que le estás comprando: si maltratan animales, si cuidan el ambiente, en qué condiciones tienen a sus trabajadores, etcSe trata de no vivir en la ignorancia

Otra cosa que cambié es dejar de comprar productos químicos para la limpieza del hogar. La verdad es que con muy poco es suficiente. Yo con vinagre y un poco de jabón tengo suficiente. 

Lo que considero importante:

  • Empieza paso a paso

Teniendo claro que comer animales es todo menos sano, empieza poco a poco a cambiar tu estilo de vida. Yo dejé todos los productos animales de una sola vez, pero hay otras personas que van a un ritmo diferente.

  • Gasta menos

Gasta menos electricidad, agua, jabón, pasta de dientes. Todo cuenta. Así cuidarás del planeta porque desperdiciarás menos y además, ahorrarás dinero.

  • Infórmate y no apoyes a quien hace el mal

Busca información sobre las marcas y las empresas en las que pones tu dinero. Así evitarás consumir productos que tengan crueldad animal, químicos o contaminen el ambiente. Es abrumadora la cantidad de productos de cuidado personal que tienen ingredientes malos para la salud (cancerígenos), por mencionar una cosa. Por lo tanto, no te creas lo que te cuentan e investiga. Por tu salud y la del planeta

  • Rodéate de gente que haga el bien

Hazte un círculo de amistades que estén alineados contigo. Esto ayudará a que no te sientas solo. Diego, por ejemplo, es el único de su familia y sus amigos que es vegano y se preocupa por cuidar el planeta y lo tratan como la oveja negra. El ir conociendo gente vegana me ha aportado mucho para conocer marcas, aprender recetas y adquirir conocimientos sobre nutrición. Además, es gratificante ver que hay mucha gente remando en la misma dirección que yo, aunque no sean de mi entorno más directo.

  • Apoya los sitios veganos

En general, apoya a quién haga el bien. A quién no maltrata animales y a quién no contamina. En vez de comerte una ensalada en un restaurante que vende de todo, busca un restaurante vegano y seguro comerás más rico y variado. 

Si amas viajar como yo, cada vez hay más opciones de hoteles veganos y comprometidos con el medio ambiente.

  • No vayas a zoológicos

No vayas a zoológicos ni ningún sitio donde tengan animales encerrados o fauna salvaje de mascotas. Por favor no contribuyas con que se saque a esas pobres criaturas de sus hábitats naturales y se las ponga a vivir como esclavos para dar entretenimiento a los seres humanos. 

Hay gente que en su ignorancia cree que los animales están mejor en los zoológicos que libres. No es así, nadie está mejor encerrado y mucho menos con el trato inhumano que les dan. 

En conclusión, para mí ser vegana ha significado abrir cada vez más los ojos y hacer mucho más de lo que ya venía haciendo. Seguir poniendo mi granito de arena en lo que esté a mi alcance. Además, tengo la conciencia limpia y me siento bien de saber que no muere ningún animal por mi culpa.

Hay miles de formas de hacer lo correcto: no comer animales, ahorrar agua y luz en tu hogar, reciclar, no botar basura en la calle, comprar solo de marcas responsables y saber qué hacen las empresas a las que les compras, dejar de usar químicos, adoptar en vez de comprar mascotas, etc. 

Incluso he dejado de seguir a gente en redes sociales que publica algo que tenga crueldad animal. Poco a poco voy teniendo solo cuentas de gente que cuida y hace cosas por salvar el planeta. 

Me alegra que cada vez somos más. Cada vez más famosos, más restaurantes, más hoteles y más empresas se van sumando a la buena causa de proteger el planeta en el que vivimos. Pero queda mucho por hacer. 

Para terminar el post, aquí les dejo algunas de las marcas veganas que amo:

  • The Ordinary. Son veganos, van en contra del consumismo y tienen precios super accesibles. Además, son formulaciones limpias y a mí me hacen maravillas en la cara. 
  • Isdin. Es una marca sin crueldad animal cuyas formulaciones son biodegradables (en su gran mayoría). Para mí es lo mejor en protección solar y he usado algunos productos para el acné que hacen magia. 
  • Urtekram. Me compré un champú de esta marca estando en Portugal y es maravilloso. Al principio usaba el de pastilla de Garnier pero luego vi que tenía sulfatos y además, me dejaba el pelo como paja. Urtekram tiene bastantes productos de cuidado capilar y también jabón para el cuerpo. 
  • Lidl. La crema del cuerpo del Lidl es vegana y es la gloria para mi piel. Aunque las formulaciones no sean las más ideales, cada vez van teniendo más productos veganos. También cada vez tienen más comida vegana.

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