Hola a todos,
En booking.com había un edificio de apartamentos turísticos en la zona de Barranco que se llamaba By Simply Confort y se veían hermosos en las fotos. Como solo tenían un escritorio, les escribí a ver si podían poner uno adicional ya que no tenían ni mesa de comedor y respondieron que no. Además, leí varias reseñas negativas con respecto a la velocidad del internet y del ruido, por lo que al final lo descartamos. Los apartamentos de una habitación salían por alrededor de $1500 y en la propiedad te cobraban $400 adicionales de impuestos. Por restricciones de covid, tampoco había acceso a las áreas comunes como piscina y gimnasio.
De todos los que contacté a través de Airbnb, el que más me gustaba era un apartamento para estrenar (sin reseñas) ya que la anfitriona me había respondido bien y me había confirmado que nos podía poner un escritorio adicional.
Da miedo alquilar un apartamento que no tiene reservas, pero sabiendo que Airbnb tiene la costumbre de borrar las reseñas malas, al final te quedas igual.
Justo antes de nuestra llagada, tuvieron una reserva de 5 noches.
La llegada y la información para el check-in fue perfecta. Es un edificio grande y nuevo que ni siquiera salía en Google Maps.
Como ya se imaginarán, el primer fallo fue la limpieza. Inmediatamente le mandé las fotos a la anfitriona y los días siguientes nos fuimos encontrando varias cosas más: licuadora sucia, platos sucios, un moco pegado en la pared. Es increíble la destrucción que la huésped anterior había causado en tan pocos días. Además, el fallo de la anfitriona de no revisar hasta el último milímetro del apartamento.
La lavadora funcionaba mal y es porque no la habían instalado correctamente. Al día siguiente vino el técnico y nos explicó que no le habían quitado las piezas de seguridad que se colocan para transportar la lavadora y que de milagro no se dañó.
La primera semana decidimos pasar un mes más en Lima ya que no vimos buenos alojamientos en las otras ciudades donde queríamos hacer base. Así que empecé a contactar a los hosts de todos los alojamientos que me habían gustado para visitarlos y decidir si nos quedábamos en donde estábamos o nos íbamos a otro sitio.
Me impresionó que varias personas no querían hacer visitas porque “seguían las normas de Airbnb”, no sé si por ignorancia o por miedo. En Europa todo el mundo prefiere hacer la visita y acordar el alquiler fuera de Airbnb; te sale a mejor precio ya que ninguna de las dos partes paga tasas de Airbnb y probablemente el host tampoco pague impuestos por ese dinero.
Luego de hacer unas cuántas visitas, decidimos quedarnos en donde estábamos porque no íbamos a encontrar ningún apartamento más nuevo y porque nos hicieron una rebaja para el segundo mes.
Lo peor del apartamento es que quedaba en una avenida principal que tenía muchísimo tráfico todo el día. Luego de la tercera noche sin poder dormir, colocamos los dos colchones individuales de la habitación pequeña en la ventana de nuestro cuarto para intentar insonorizar mejor. Así se podía dormir relativamente bien con tapones en los oídos.
Cuando cumplimos el mes, los vecinos de arriba empezaron a hacer fiesta todos los fines de semana y además, su perro empezó a ladrar durante todo el día.
Cuando volvimos de Cusco pasamos los colchones individuales a la habitación donde trabajábamos ya que en la que estaban, no se podía ni dormir con las fiestas y el perro. Por lo que en una sola habitación quedó la zona de trabajo y nuestra cama.
Las últimas dos semanas que pasamos allí nos estábamos volviendo locos. La situación era surrealista: bomberos y ambulancias pasando siempre, los carros tocando corneta, las alarmas de varios carros sonando a la vez durante todo el día, ruidos de construcciones, etc. No estoy exagerando.
Cuando nos quedaban dos semanas para el check-out, el calentador de agua explotó y menos mal que no estábamos cerca, porque hubiéramos terminado en el hospital. Diego recibió una pequeña descarga eléctrica intentando apagarlo. La hospitalidad había sido buena, pero la gestión del incidente fue lamentable ya que ninguna de las anfitrionas se apareció a ver qué había pasado o a pedir disculpas. Estuvimos 5 días recibiendo técnicos cuando tendría que haber sido la anfitriona quien se encargara del asunto. Airbnb me dio $449 como compensación lo que es una miseria si pensamos en lo que podría haber pasado.
Les resumo por puntos:
Lo bueno
- Excelente internet de 150 Mbps.
- Muchos amenities: jabón, pasta de dientes, cepillos de dientes, productos de limpieza, agua, gaseosas, snacks.
- Hospitalidad fue buena hasta el incidente del calentador.
- Personal de seguridad 24h
- Buena decoración que hacía que el alojamiento se sintiera como un hogar.
- Cocina bien equipada para estadías largas.
- Apartamento nuevo por lo que no encuentras los típicos problemas de esos alojamientos que ya están viejos y descuidados.
Lo malo
- Extremadamente ruidoso al punto de que no entiendo cómo el resto que residentes eran capaces de soportar esa pesadilla de ruido que no paraba ni los fines de semana.
- Muchos fallos de limpieza.
- Aunque la ubicación no era mala porque Lince es una de las mejores zonas de Lima, nosotros hubiéramos preferido estar en Barranco o Miraflores con acceso a un parque grande o un paseo para salir a correr y hacer ejercicio.
- Mala calidad del colchón y las almohadas. El colchón, las almohadas y las sábanas eran de pésima calidad.
- Solo se podía usar el gimnasio 3 horas a la semana.
El primer mes nos costó $1230 y el segundo nos quedó a $1015. Con todo y sus fallos, es el mejor alojamiento y el más “barato” en el que habíamos estado desde noviembre 2021. Además, fue un respiro luego de estar 3 meses en alojamientos que se caían a pedazos, sucios y con pésimos anfitriones.
En la reseña de Airbnb le coloqué en general 4 estrellas y de limpieza 3 estrellas, porque hice la evaluación basándome en las horribles experiencias que hemos tenido y en que esto era «lo mejorcito» que nos habíamos encontrado en mucho tiempo. Si hubiera hecho la evaluación basándome en cómo debería ser un alojamiento turístico normal (y tomando en cuenta el peligro del calentador de agua), le hubiera colocado 1 estrella.
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