Hola a todos,
Había escrito un post para que fuera el primero, pero cambié de idea y creo que la mejor manera de empezar el proyecto es contando el por qué de este blog. Es así como para ampliar un poco lo que coloqué en mi “bio”.
Desde pequeña pasé por muchas ideas de cosas que quería estudiar. Lo primero que se me ocurrió fue ser veterinaria porque siempre me han gustado mucho los animales y tuve de todo: perros, conejos, gatos, patos, gallinas, pajaritos, iguanas, ratones y etc. Pero luego lo descarté porque tener que operar animales ya no me gustó mucho.
Luego evalué opciones como psicología o leyes, pero fueron ideas que desaparecieron con el tiempo. Es una lástima, porque todo el mundo me dice que debería haber estudiado leyes y que sería buenísima como abogada porque me la paso discutiendo y argumentando.
Luego, cuando ya me acercaba al final de bachillerato, no sé por qué se me ocurrió que yo quería ser periodista y me empecé a ver de reportera en algún canal. También tengo que decir que la fotografía me ha apasionado desde pequeña; siempre me ha encantado hacer fotos de todo e imaginarme haciendo investigaciones y reportajes, era algo que me motivaba mucho.
Como en esa época todo el mundo quería estudiar comunicación social, era para lo que pedían la nota más alta. La UCV era la primera opción porque ahí estudió mi papá y porque era gratis, pero por nota, no quedé. Me presenté también en la UCAB y en la Monteávila y quedé en las dos, pero me decidí por la UCAB porque nos parecía que, como universidad, era la que tenía más prestigio.
Así empecé en la UCAB, con muchos sueños y muchas ideas bonitas en la cabeza. Luego de tres años durísimos de estudiar y estudiar, llegaba el momento de elegir la “mención”. Periodismo lo descarté porque los profesores que me habían tocado eran muy malos y me habían desmotivado bastante; si para ser periodista, tenía que ser como ellos, prefería no serlo. También descarté publicidad porque, a pesar de ser un mundo que me llamaba bastante, no creí que era el lugar más indicado para estudiar esta mención, y me dije: “ya me iré a Buenos Aires a estudiar algo de publicidad”.
Finalmente, caí en la mención de artes audiovisuales. Ya que me encantaba la fotografía y he sido siempre fanática del cine, pensé que eso era lo mío. Mis amigas más cercanas también se habían ido por esta mención, así que era otro punto a favor. Fue una mención muy bonita y aprendí mucho, pero me gradué bastante descontenta con la experiencia en general de la carrera.
Justo saliendo de la universidad, me salió una oportunidad de presentarme a un examen para un puesto de trabajo en una oficina de la Embajada de España. Era un puesto de administrativa que no tenía nada que ver con lo que había estudiado, pero pagaban en euros, y al cambio, casi cobraba más que un gerente general. Hice mis exámenes y quedé para el puesto y debo decir, que fue una de las experiencias más horribles de mi vida y que no me valió la pena el dinero que ahorré.
Por eso a los dos años de estar allí, decidí que me iba a algún sitio a hacer un máster y como mi exnovio era español, me dijo que me fuera a Valencia y para allá me fui a hacer un máster en dirección de marketing en ESIC. Terrible error, otra de las experiencias más horribles de mi vida.
A partir de allí, fue como que la vida no ha dejado de darme golpes y más golpes, uno de ellos, la muerte de mi mamá. Esto sí que se lleva el puesto número uno en la lista de experiencias más horribles de la vida.
He tenido varios años como viviendo por vivir; con los hobbies y las pasiones que se quedaron rezagadas en algún lugar y con pocas o ninguna razón para disfrutar de la vida.
Luego conocí al que ahora es mi novio, que me ha traído bastantes alegrías y que se ha tenido que aguantar mis tristezas, mis rollos mentales, mi mal carácter y el año pasado tuvo que acompañarme a pasar por una enfermedad de la que pensé que no saldría viva.
Después de toda esta cantidad de experiencias horribles, es cuando me he parado un poco a pensar con claridad y he decidido que quiero hacer las cosas que me gustan, aunque no sea la opción más rentable o la que me dé estabilidad económica. Una de ellas es este blog, porque siempre he querido poner mis fotos en algún sitio y ver si le gustan a alguien y porque escribir ha sido siempre algo que he tenido ganas de probar. Muchas veces me ha pasado que me veo a mí misma escribiendo un libro y escuchando el voice-over de lo que voy escribiendo, como en las películas. ¿No les ha pasado?
Luego de que mi novio me sugiriera que me hiciera una web y teniendo la ventaja de que él va a hacer toda la parte técnica, decidí que sí, que iba a probar a ver si esto es lo mío o no.
Ya veremos cómo sigue la cosa…