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Calakmul, definitivamente una aventura

Hola a todos, 

En este post quiero hablar de un sitio precioso y que está entre las cosas que más nos gustaron de México. Luego de ver Chichén Itzá, que me pareció horrible ya que está destruido por el turismo masivo, hablé con un amigo que ya había estado en México y me recomendó ir a Calakmul porque era lo que más le había impactado de su visita a México.

Estando en Bacalar, nos pusimos a investigar sobre Calakmul y cómo llegar, porque la cosa no parecía fácil. Como nos movíamos con transporte público, vimos que había un autobús que llegaba a Xpujil, el sitio más cercano a estas ruinas.

Xpujil es como un pueblo de carretera perdido en la nada. 

Buscando el Chaac Calakmul, que era el hotel que tenía mejor puntuación en Trip Advisor, nos encontró por la calle un niño que decía ser el hijo del dueño del hotel. Nos llevó a Chaac Calakmul y nos dejó con su papá, Óscar. Este hotel es una casa en la que se han ido haciendo habitaciones para alquilar. Desde el primer día, Óscar, nos asesoró en todo lo que debíamos saber y nos dio dos opciones para ir a Calakmul:

  1. Alquilar un auto para hacer el viaje
  2. Agarrar un autobús que sale a las 8am y te deja en la entrada de la reserva y luego, hacer autostop para llegar a la entrada del parque. 

Nosotros descartamos la segunda opción porque siendo temporada baja, habría poca gente o nadie pasando hacia allí. Además, yo quería salir temprano del hotel para asegurarme de estar allí apenas abriera el parque. Así, le alquilamos el auto al hermano de Óscar porque era la opción más barata y a las 6am, ya estábamos saliendo de Chaac Calakmul.

Hay que hacer un pago a la entrada de la reserva y 3 pagos más a lo largo del recorrido. En total FUERON 88 pesos, ni la mitad de lo que cuesta la entrada a Chichén Itzá. En México, en muchos sitios, los indígenas de la zona toman el control de los parques y te cobran tasas por “mantenimiento”. 

Desde que entramos a la reserva fue un espectáculo de animales libres por todos lados, tarántulas y serpientes cruzando la calle, monos, osos hormigueros. Llegamos y el que nos cobró la entrada, nos dijo que solo había un turista en el parque.

Calakmul es un yacimiento arqueológico prehispánico maya, situado en el sureste de Campeche. Abarca aproximadamente 70 km² y posee más de 6000 estructuras. Su espacio está repartido a través de 5 grandes compuestos organizados en torno a la plaza central. En dicha plaza es donde está la Estructura II que es la edificación más importante del complejo y posee una altura de 45 metros. 

Desde la cúspide de esta pirámide se puede observar la selva tropical más grande de México y he leído que incluso, se logran apreciar las ruinas mayas de El Mirador, situadas en Guatemala. (Yo no logré verlas)

Lo que me encantó de este sitio, en primer lugar, es que no estaba llego de vendedores ni de turistas, por lo que es posible pasear tranquilo, siempre respetando la naturaleza, y disfrutar del lugar. Cuando subes a las pirámides, lo que ves es un verde infinito y una selva que parece intacta. Además, los animales están en libertad y en su hábitat; cuando estuvimos, veíamos cómo los monos se pasaban de un monumento al otro, saltando entre los árboles.

En definitiva, en Calakmul disfrutamos de selva virgen, de animales libres, de estructuras en las que estábamos solos y de vistas bellísimas. Nos pasamos toda la mañana subiendo y bajando escalones y eso sí, sudando la “gota gorda”. 

El lugar es de difícil acceso y creo que gracias a esto es que se ha conservado y no ha sido destruido por los turistas.

Aquí les dejo el enlace a mi canal de YouTube por si quieren ver un poco del recorrido:

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