Hola a todos,
En nuestro tercer día en Costa Rica, agarramos nuestras mochilas (una grande a la espalda y una pequeña adelante) y fuimos caminando a la estación de autobuses que estaba a 15 minutos de nuestro hotel. El autobús era una carcacha destartalada horrible, lo que me hizo pensar en lo maravillosos que era los autobuses con los que habíamos viajado por México.
Fueron 4 horas de camino por la costa en medio de la lluvia. Cuando llegamos, nos dimos cuenta de que las mochilas que iban en el compartimiento de abajo se habían mojado. Imagínense mi indignación de tener que llegar a tender casi toda la ropa.
Una de las cosas con las que nos encontramos al momento de buscar hoteles en Cahuita es que los precios partían de $20 por noche en temporada baja y todos los hoteles eran horribles.
Reservamos en el Buena Suerte Bed & Breakfast. Su dueño era un italiano que tenía 5 años en Costa Rica, las uñas larguísimas y los dientes marrones de tanto fumar. El hotel tenía una cocina compartida horrible y la habitación era de miedo: muebles de hace 100 años, un ventilador que hacía ruido como si fuera a explotar, sábanas viejas y el baño parecía el de una cárcel. Ni hablemos de la iluminación de la habitación.
Lo maravilloso aquí era despertarse escuchando el escándalo que arman los monos aulladores.
En Cahuita hay un par de mercados pequeños y son carísimos. 500 gramos de pasta costaban 4 euros. Otra cosa que me chocó es que no había variedad de frutas y prácticamente nada de verduras o vegetales; por ser todo tan verde y tener clima caribeño, me esperaba los mercados repletos de muchísimos tipos de fruta y verdura (como los encuentras en México).
El primer día fuimos a visitar el Parque Nacional Cahuita en el que das una donación para entrar que debería ser mínimo de $5. Este es el único parque en el que pagas un precio accesible, porque en el resto de Costa Rica no bajan de $15.
Es un área natural protegida en la provincia de Limón y fue creado en 1970 para proteger la flora y la fauna, los arrecifes de coral y los ecosistemas marinos. Es considerado una de las áreas de mayor belleza escénica del país por sus playas de arena blanca y mar azul. Aun así, el agua no es cristalina, es bastante turbia ya que está pegada al bosque tropical húmedo.
Para caminar, tienes una ruta de varios kilómetros y si lo haces todo, llegas al límite con Puerto Viejo. Nosotros recorrimos 6km y regresamos para llegar a la entrada antes de que cerrara el parque ya que el horarios es limitante.
El camino está lleno de cangrejos ermitaños y de hormigas cortadoras de hojas que van en fila atravesando todo el sendero, por lo que hay que tener cuidado para no aplastar a nadie. Las iguanas y las lagartijas están por todos lados y también puedes ver perezosos en las copas de los árboles; como están casi siempre durmiendo, lo que ves son motitas marrones o grises, según sea el tipo.
La vegetación es intensa y vas casi siempre viendo la playa a tu izquierda. Las señales te avisan que hay cocodrilos en los ríos y lagos, y te encuentras animalitos desde el primer momento. Nosotros vimos un mapache comiendo uvas de playa e irse cruzando el rio.
También vimos muchos monos capuchinos y uno casi ataca a Diego. Parecía que le quería quitar la mochila. De ahí, le agarramos un poco de miedo a estos monos, porque en todos los sitios, son una mafia. No son como el resto de los animales que huyen de las personas, todo lo contrario.
El parque cierra a las 16h, como casi todos los parques naturales del país. Así que salimos, almorzamos en una soda que quedaba al lado del hotel (donde la camarera era muy antipática) y nos fuimos a Playa Negra que está a 20 minutos caminando. En Cahuita, las únicas playas que hay son las del parque nacional y Playa Negra, más nada.
En la Playa Negra hay más oleaje que en las playas del parque nacional y es famosa por la práctica de surf. Cuando estuvimos había gente joven y buen ambiente. Ahí nos quedamos hasta que se hizo de noche.
En definitiva, el Parque Nacional de Cahuita vale la pena y casi diría que fue mi preferido porque tiene las mejores playas. De naturaleza y vegetación creo que gana Bahía Drake pero no es muy agradable bañarse en esas playas porque el agua es marrón. Así que, por experiencia total, creo que éste es mi preferido.
Aquí les dejo el enlace al video de mi canal de Youtube: